¿Vivir de alquiler? Cada vez más, y es que el alquiler gana adeptos entre los españoles. Debido al tradicional arraigo de la propiedad en nuestra cultura, como símbolo de éxito, el arrendar o alquilar ha quedado siempre en un segundo plano, siendo un sistema de acceso a una vivienda temporal y relacionado con la mentalidad de “hasta que llegue el día que tenga mi propia casa”.
Pero a lo largo de las últimas décadas han surgido nuevos estilos de vida en los que el alquiler de vivienda responde perfectamente con soluciones a largo plazo. Te explicamos por qué.
Alquilar ya no es 'tirar el dinero'
En España alquilar era sinónimo de "tirar el dinero", pagar por algo que nunca se iba a tener en propiedad. Sin embargo, este concepto ha evolucionado. Cada vez son más los españoles que apuestan por el alquiler debido a que la tendencia inmobiliaria está cambiando a pasos agigantados: la inestabilidad económica y laboral da lugar a que cada vez sean más los españoles que apuesten por alquilar una vivienda en lugar de comprarla, puesto que no se sabe cuáles serán las necesidades de vivienda en los siguientes años.
Tradicionalmente, la sociedad española siempre se ha caracterizado por la compra de pisos frente a otros países de Europa en los que desde hace años prima el alquiler.
¿Ventajas?
Son muchas las posibilidades que ofrece el arrendamiento frente a la compra de inmuebles:
-Movilidad laboral
La actual crisis económica no asegura la permanencia en un trabajo, ni siquiera en una misma ciudad, de por vida. Por ello, el tener inmuebles alquilados ofrece una mayor facilidad a la hora de cambiar de ciudad. Los trámites serán mucho más sencillos para dejar la vivienda y no habrá que preocuparse más por el piso.
-Desperfectos y trámites
Normalmente, los desperfectos normales por el uso producidos en el inmueble corren a cargo del propietario, así como derramas o reformas de la comunidad. Estos son gastos a los que el arrendatario no tendrá que hacer frente. También hay que mencionar la facilidad en la realización del contrato de arrendamiento frente a los contratos de compra-venta de pisos.
-Características del inmueble El alquiler permite al usuario afincarse en un barrio o en un piso con unas dimensiones que de otra manera no podría adquirir. Es decir, podrá vivir de alquiler en un piso que no podría comprar.
-Hipotecas
El alquiler no requiere de ningún tipo de hipoteca, es necesario un pago mensual, pero no se trata de un gran desembolso de dinero inicial como ocurre en el caso de la compra de pisos. Por ello con el arrendamiento se evitarán todos los trámites para la solicitud y posterior pago de la hipoteca, no te atas.
-Flexibilidad
Ante dificultades económicas que puedan presentarse siempre se podrá cambiar de inmueble a otro con una cuota de alquiler menor.
Los alquileres con opción a compra cada vez gozan de una mayor importancia y se presentan como una nueva posibilidad en el sector. La principal ventaja es el bloqueo del precio de la vivienda desde el comienzo del contrato de arrendamiento además de ofrecer al inquilino la posibilidad de disfrutar de la propiedad antes de adquirirla y comprobar de esta manera si cumple con sus expectativas y necesidades. El inquilino sabrá de antemano si esa vivienda se adapta o no a sus necesidades.
El panorama social y económico se encuentra en continuo cambio, por ello cada individuo deberá adaptarse a las nuevas situaciones teniendo en cuenta sus circunstancias personales y económicas para poder determinar lo que más le convenga en cada momento. Aunque no hay que olvidar que las crisis son cíclicas y si cuando te jubiles tienes una casa en propiedad y pagada podrás vivir de forma más holgada. ¿Qué ocurriría ahora si la mayoría de los jubilados estuviesen de alquiler?
Qué es un alquiler
Un alquiler es el pacto existente entre dos partes por el cual una de ellas abona una cantidad determinada a cambio del uso de un producto durante un tiempo definido. Según la ley, este acuerdo debe firmarse bajo un contrato de arrendamiento que obliga a las dos partes a cumplir con sus compromisos. Así, dependiendo de cuál sea el objeto del alquiler, se deberán contemplar unos u otros aspectos.