Veloláser, los radares que no se ven de la DGT que multan en los dos sentidos de la vía
Son pequeños, fáciles de instalar, tienen una batería de hasta cinco horas de duración y detectan infracciones en los dos sentidos de circulación de la vía. Así son los veloláser, los radares móviles de la Dirección General de Tráfico que multan y que son prácticamente invisibles para los conductores porque apenas se ven.
El principal uso de estos radares es el de controlar la velocidad, aunque también detectan otras infracciones al volante. Y si quieres saber dónde están, tienes que saber que su ubicación no es fija, sino que van cambiando de lugar para controlar el tráfico y la velocidad en distintos puntos de España. Aunque en esta guía puedes ver un mapa con algunas de las localizaciones en las que han estado instalados estos radares. Esto no quiere decir que en estos puntos los radares estén fijos, sino que los agentes de tráfico los han puesto ahí en algún momento.
Contenido de la información:
Qué es un veloláser
El veloláser es un radar que mide la velocidad a la que circulan los vehículos mediante ondas láser, sistema que es más preciso y eficaz que el que utilizan el resto de radares fijos, móviles y de tramo de velocidad de la DGT.
Estos radares han sido bautizados como invisibles porque su tamaño es de menos de medio metro y son muy ligeros. Pueden colocarse tanto en vías urbanas como en interurbanas y en un montón de sitios diferentes, incluso en un trípode, como puedes ver en la siguiente imagen.
Pueden colocarse en las señales de tráfico, en una cabina, en un vehículo de Tráfico y en cualquier sitio que puedas imaginar. Su facilidad de enganche y su ligereza lo convierten en un dispositivo ideal para colocar prácticamente en cualquier sitio. Como puedes ver en estas imágenes, pueden colocarse hasta en la carrocería de un vehículo.
A pesar de ello, Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil ha ordenado no colocarlos en los quitamiedos por el peligro que pueden suponer en el caso de colisión de un vehículo o motorista contra este elemento de la carretera.
Funcionan de manera inalámbrica, es decir, sin cables y sin necesidad de estar conectado a otro dispositivo. Su montaje no tiene ninguna dificultad y un agente de tráfico no tarda ni cinco minutos en instalarlo en el punto deseado. Además, gracias a la tecnología wifi y 4G puede enviar en tiempo real a los agentes las imágenes e infracciones que detecte a través de una aplicación específica.
Qué pueden hacer y detectar estos veloláser
Una de las grandes diferencias de estos veloláser respecto a otros dispositivos de la DGT es que estos pueden medir y controlar la velocidad de los carriles en dos sentidos de circulación de la vía. Y, además, son capaces de establecer diferencias entre la velocidad de cada carril y según el tipo de vehículo.
Los veloláser detectan infracciones a una distancia de entre 25 y 20 metros y en velocidades desde los 30 kilómetros por hora y hasta los 250 kilómetros hora. Los dispositivos miden la velocidad hasta en tres carriles distintos y tienen la capacidad de distinguir entre vehículos pesados y ligeros.
Este radar invisible envía la información e imágenes por control remoto a los agentes, quienes pueden realizar una visualización simultánea en varios dispositivos.
Además de la velocidad, puede detectar otras infracciones y multar por ello porque tiene una cámara de alta definición en 4K y sistema de disparo láser. Algunas son no mantener la distancia de seguridad, conducir y usar el teléfono a la vez o no llevar el cinturón puesto.
El funcionamiento mediante sistema láser permite que el radar pueda funcionar tanto de día como de noche durante cinco horas de manera continua, tiempo de duración de la autonomía de la batería. En la siguiente imagen puedes ver cómo puede instalarse este tipo de radares en un trípode y dejarlo en el suelo.
Dónde están los veloláser
Lo primero a tener en cuenta es que no es posible saber con seguridad su ubicación porque se trata de radares móviles. Pero, aun así, hay fórmulas y herramientas que permiten saber dónde están los radares invisibles de la DGT en función a ubicaciones en las que han estado funcionando anteriormente.