Varón, de entre 25 y 44 años con un contrato temporal para la CCAA y Ayuntamientos es el perfil del trabajador público que pierde su empleo
El trabajador público que pierde su empleo es un varón entre 25 y 44 años de edad con contrato temporal para las CCAA o ayuntamientos. Este es el retrato robot del empleado público que pierde su puesto de empleo, cuyo número ha descendido en el último trimestre en 49.400 efectivos. Esa cifra asciende a 228.900 (-7,1 % interanual) si se compara con el mismo periodo del año anterior (IIITR11). Pese a esta caída, destaca el hecho de que los ocupados en el sector público, aún con esta pérdida de ocupación, son un 4 % más que en el IITR07, momento anterior al comienzo de la crisis. De estos 228.900 ocupados menos, el 68,9 % son hombres, frente al 31,1 % de mujeres.
El empleo público que se pierde es mayoritariamente temporal (-173.400), mientras que el empleo público indefinido se reduce en 55.500 respecto al tercer trimestre del año anterior, según el informe que ha elaborado la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (AGETT). Las CCAA son las que más empleados públicos pierden en términos absolutos en el último año (-128 mil), seguidas de las Corporaciones Locales del (-86 mil), y la Administración Central (-12.800). La Seguridad Social, por su parte, crea 1.200 empleos.
Por último, la franja de edad más afectada es aquella comprendida entre los 25 y los 44 años, que aportan siete de cada diez ocupados públicos menos (-69,6 %). Por lo tanto, se puede concluir que el perfil del ocupado público que pierde su empleo es el de un varón, de entre 25 y 44 años, que trabajada con contrato temporal para su comunidad autónoma o ayuntamiento.
Castilla-La Mancha y Murcia son las regiones que más han reducido sus ocupados públicos en lo que va de año (IVTR11-iIITR12)
La reducción del gasto de las Administraciones Públicas en personal figura como una de las acuciantes prioridades en la política de ajuste presupuestario del Gobierno. No obstante, el esfuerzo corrector que están implementando las CCAA para alcanzar el objetivo de déficit del 1,5 % del PIB en 2012 es difiere significativamente en función de las distintas regiones. A priori, las CCAA con los déficit más abultados son las que tendrán que asumir los ajustes más intensos de su plantilla. Ahora bien, el impacto sobre el mercado laboral regional será mayor cuanto más elevada sea la proporción de asalariados públicos sobre el total de la comunidad autónoma. De esta forma, se observa que en Castilla –La Mancha (-12,6 %), Murcia (-10,3 %) y C. Valenciana (- 9,2 %), unas de las regiones con mayor necesidad de ajuste de su gasto público, es donde más se ha reducido el número de asalariados públicos en los primeros nueve meses del año (IVTR11-iIITR12). En el caso de Castilla –La Mancha, además, se da la circunstancia de que uno de cada cuatro asalariados trabaja en el sector público (el 24,5 % del total de asalariados son asalariados públicos).
En la inmensa mayoría de regiones que han adelgazado el número de empleados públicos lo ha hecho por la vía de la eliminación o no renovación de contratos temporales. Para la media nacional, el empleo público temporal cae un -17,4 % frente a la caída del -0,6 % de los indefinidos.
La Rioja, Baleares, País Vasco, Asturias, Extremadura y Cantabria crean empleo público en lo que llevamos de año
Seis regiones españolas crean empleo público en lo que llevamos de año (IVTR11- IIITR12). Encabeza la lista La Rioja (+8,4 %), seguida de I. Baleares (+8,1 %), País Vasco (6,5 %), Asturias (+5,3 %), Extremadura (+2,8 %) y Cantabria (+0,5 %). Destacan especialmente los casos de Extremadura e I. Baleares, que pese a estar alejadas en más de 2,5 puntos porcentuales de su objetivo de déficit para este año, continúan creando empleo público, esencialmente indefinido, puesto que ambas destruyen empleo público temporal, mientras que aumentan su personal con contrato indefinido (Extremadura: +6,7 % indefinidos, -4,3 % temporales; I. Baleares: +17,2 % indefinidos; -18,5 % temporales).
La ocupación desciende, especialmente, entre los trabajadores con un nivel formativo medio o bajo
El perfil de la persona que pierde su empleo en este tercer trimestre es el de un trabajador con un nivel de formación de primaria y secundaria, uno de los colectivos más sensibles y que acusa una gran destrucción de empleo. En lo que llevamos de crisis (IIITR07-iIITR12), la ocupación de este grupo de población se ha reducido en un 23,5 % desde el máximo (13,7 millones de ocupados), frente al 15,6 % de la media. También destaca el comportamiento de los profesionales (oficios), que hasta la fecha había mantenido crecimientos muy sustanciales (cercanos al 50 % interanual), apenas lo hizo en un 11,3 % interanual en este tercer trimestre, reduciendo su contribución positiva a la evolución agregada de la ocupación.
Los menores de 34 años y extranjeros abandonan la búsqueda activa
Se intensifica la caída del número de activos (-0,2 % interanual; -36.200 personas), sobre todo entre población con menos de 34 años y extranjeros (de países de la UE y América Latina), tanto hombres como mujeres, y en línea con los flujos migratorios reciente. Es decir, abandonan nuestro país en busca de nuevas oportunidades laborales, en otros países o en el suyo propio. El aspecto positivo del comportamiento de la población activa, es la estabilización de los activos nacionales (en el IIITR12 contribuyó en 0,3 puntos porcentuales positivos al total de efectivos laborales). En lo que llevamos de año, el total de activos ha aumentado en apenas 17.000 personas, la mitad de lo observado en el mismo período de 2011.
El número de familias que no tienen ninguna fuente de ingresos mensual se sitúa en los 626.000 (3,6 % hogares)
Si no fuera por la contención de la población activa, el repunte de la cifra de parados y de la tasa de paro sería superior al obtenido en el tercer trimestre de este año. En estos momentos barajamos cifras negativas récord: El total de parados supera los 5,77 millones de personas. Los jóvenes desempleados, por su parte, no dejan de crecer y siguen soportando una de las tasas de desempleo más elevadas, no solo dentro de España, sino también en comparación con otros países de la UE. Los parados de larga duración alcanzan los 3,03 millones (52,5 % del total) y los hogares con todos sus activos en paro representan el 13,4 % del total.
La peor señal la constituye, sin duda, el hecho de que el número de viviendas familiares que no tiene ninguna fuente de ingresos mensual siga creciendo y se sitúe ya en 626.000, un 3,6 % del total, mientras que al inicio de la crisis eran 343.300, (2,1 %).