Uno de cada cuatro propietarios retirará sus propiedades y uno de cada cinco alquilará por habitaciones
Menos oferta de pisos de alquiler. El 31 % de arrendadores tiene intención de pasar su vivienda al alquiler temporal, el 24 % al turístico y el 20 % al alquiler de habitaciones. Estos datos arrojan un panorama desolador para quien busca un alquiler, según la encuesta elaborada por Fotocasa Research a partir de más de 8.000 entrevistas a personas activas en el sector inmobiliario durante el último año —justo ahora que se cumple un año de la entrada en vigor de la ley por el Derecho a la Vivienda—. El motivo es que la menor oferta de viviendas disponibles no hace más que presionar los precios de las rentas mensuales hacia arriba, tal y como también recogen otros informes sobre los efectos negativos de la ley de Vivienda.
Lo que piensan inquilinos y propietarios de pisos en alquiler
El estudio no contenta a nadie. Por un lado, el 52 % de los propietarios considera que la ley se lo pone más difícil para poner su vivienda en el mercado de la renta, frente al escaso 15 % que opina en sentido contrario.
Y, por el lado de los alquilados, el 35 % de los arrendados cree que la ley complica los deseos de las personas que buscan alquilar una vivienda para residir de forma permanente. Y solamente el 22 % piensa que ahora es más fácil alquilar una vivienda como inquilino, tres puntos porcentuales menos que en el sondeo elaborado medio año antes.
Y esto tiene un efecto devastador en el mercado del alquiler residencial, puesto que se reducen los participantes que ofertan vivienda en renta: no de cada cinco ofertantes de arrendamiento (20 %) que conocen la regulación se plantea seriamente pasar a alquilar las habitaciones de manera individual, mientras que aproximadamente uno de cada cuatro (24 %) afirma que alquilará exclusivamente para alquileres vacacionales, y casi una tercera parte (31 %) señala que alquilará para periodos temporales.
“El problema del mercado del alquiler en España es la falta de oferta. Si el parque se reduce todavía más debido a los desincentivos normativos, nos encontraremos con un mercado muy compacto, de poca rotación y de sobreprecios en el que la accesibilidad a la vivienda será muy complicada”, comenta María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa. Y añade un matiz muy interesante, puesto que, en su opinión, “estos datos ponen de manifiesto que la ley de Vivienda no tiene una buena acogida en el sector, al considerar que traspasa la responsabilidad de la administración a los particulares privados“.
Efectos de la ley de Vivienda a largo plazo
El efecto de la ley entre los arrendadores también augura menos inversión en el futuro. Estas malas expectativas que perciben los arrendadores sobre la ley podría tener un impacto considerable sobre la calidad del parque de viviendas en alquiler. Y es que cerca de la mitad de los arrendadores —el 44 %, en concreto—, que conocen la norma, afirma que es bastante o totalmente probable que se reduzcan las inversiones en mejoras para la vivienda.
“Este tipo de normativas, que limitan la rentabilidad buscada por los propietarios, desincentivan la inversión en reformar, mejorar y acomodar las viviendas, empeorando la calidad de estas. Precisamente la antigüedad y el estado de las viviendas son algunos de los principales obstáculos a los que se enfrentan los inquilinos a la hora de buscar un alquiler. Precisamente en España, el parque de vivienda es antiguo, ya que la edad de sus inmuebles supera los cuarenta años. De hecho, un 42 % de las viviendas en España se construyeron entre 1950 y 1980 (10,4 millones) y un 30 % (6,5 millones) antes de los 2000. Por lo tanto, este tipo de medidas terminan perjudicando al inquilino, que es quien más vulnerable es”, explica María Matos, portavoz de Fotocasa.