Una moto que funciona con biodiésel bate el récord del mundo de velocidad

Una moto que funciona con biodiésel bate el récord del mundo de velocidad
NOTICIA de Javi Navarro
19.09.2007 - 19:36h    Actualizado 28.02.2023 - 13:25h

Una innovadora motocicleta que funciona con biodiésel, fabricada específicamente para batir el récord, ha logrado hacerse con el Récord Mundial de Velocidad en Tierra para motocicletas diésel en las Pruebas Internacionales de Velocidad BUB para Motocicletas de las Llanuras Saladas de Bonneville, alcanzando una velocidad de 210,203 km/h.

Curiosamente esta “motocicleta”, que en su día fue una BMW R 1150 RT, está propulsada por un motor diésel de dos litros procedente de un BMW Serie 3. Michael Sturtz, quien pilotó la “Die Moto” en su nuevo récord en Bonneville, también ha hecho historia por haber pilotado la primera motocicleta que no es de gasolina a través de las famosas llanuras saladas. El récord se logró empleando combustible B100 Bio-diésel de Greenline Industries.

“Es magnífico saber que tenemos la motocicleta diésel más rápida del mundo en este momento,” declaró Michael Sturtz, fundador y director ejecutivo de The Crucible. The Crucible es un centro de formación en diseño artístico industrial de Oakland que ha desarrollado y materializado el proyecto Die Moto. “Pero se trata de algo más importante que eso. The Crucible y Greenline comparten el compromiso de afrontar los problemas medioambientales y socio-económicos del mundo, y promueven el biodiésel como una alternativa viable al diésel.

“El reto para el equipo de Die Moto consistía en demostrar nuevas capacidades del biodiésel y llamar la atención sobre la necesidad de que la tecnología de los automóviles conjugue el respeto al medio ambiente con las prestaciones. Con un 78 por ciento menos de emisiones que un motor diésel normal y habiendo alcanzado más de 210 km/h, hemos demostrado que estilo, velocidad y respeto al medio ambiente no tienen porqué estar reñidos en un vehículo.”

El equipo de voluntarios de The Crucible, conocido como la “Docena Diésel”, está compuesto por habilidosos profesionales de la ingeniería, la mecánica de motocicletas, el diseño, la fabricación, el cuidado del medio ambiente, y el diseño artístico industrial. La Die Moto fue construida a partir de una BMW R 1150 RT, cambiándole el motor por uno diésel de altas prestaciones de la Serie 3 de BMW, procedente de un desguace inglés especializado en coches alemanes (no se comercializan BMW Serie 3 con motores diésel en EE. UU.). El resultado es una obra de arte motorizada que rinde homenaje a los pioneros en las carreras de motocicletas. Un motor de coche en un chasis de motocicleta envuelto por un brillante carenado de aluminio hecho a mano con reminiscencias de los primeros corredores de GP.

“Aunque llamemos al equipo la “Docena Diésel”, ha habido unas 25 personas trabajando en este emocionante proyecto y unas diez han viajado de California a Utah para las pruebas de velocidad”, declaró Sturtz. “Llevar un vehículo como éste a Bonneville ha supuesto una auténtica revolución, especialmente de cara a los aficionados, que al principio estaban sorprendidos, pero que pronto adoptaron una actitud muy positiva respecto a lo que estábamos haciendo. En un sitio como Bonneville reina el alto índice de octano, ¡y allí estábamos nosotros con esta máquina, que funciona con aceite vegetal, biodiésel o diésel normal!”

Al equipo le habría encantado intentar batir también el récord con diésel normal y establecer un nuevo récord para vehículos de “aceite vegetal normal”, pero una meteorología tormentosa impidió que se hicieran más progresos en las llanuras saladas.

“Todavía no hemos acabado con este proyecto”, comentó Michael. “Esto sigue siendo un reto para nosotros. La Die Moto ha aparecido recientemente en la portada de Popular Science, y su impresionante espectáculo en Bonneville ha abierto la veda y ha puesto el listón muy alto para que otros vehículos de combustibles alternativos compitan en pruebas de velocidad. La misión del proyecto “Die Moto” era demostrar que el respeto al medio ambiente y las tecnologías alternativas tienen un hueco en los titulares y en los libros de historia, ¡y esperamos poder superar los 260 km/h en el siguiente intento! Hemos tenido algunos problemas con la centralita del motor, que se apagó como si alguien estuviera girando la llave. También estamos 700 rpm por debajo del objetivo, pero una vez que hayamos resuelto estos problemas técnicos con la gestión electrónica, espero que lleguemos a ver la aguja en los 265 km/h”.



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