Una investigación para seguir una falsa avería de un ordenador portátil desvela que se llega a cobrar hasta 138 euros por poco más que conectar un cable suelto

Una investigación para seguir una falsa avería de un ordenador portátil desvela que se llega a cobrar hasta 138 euros por poco más que conectar un cable suelto
NOTICIA de Javi Navarro
27.05.2012 - 20:17h    Actualizado 13.03.2023 - 11:27h

Ante la situación de desconocimiento de los componentes y funcionamiento de los ordenadores por parte de los consumidores, la OCU ha llevado a cabo una investigación provocando una falsa avería para conocer hasta qué punto los servicios de reparación de ordenadores portátiles actúan con ética. El experimento ha consistido en comprobar qué servicios actuaban con profesionalidad y cuáles cobraban por, prácticamente, hacer nada hinchando las facturas de reparación. Así, la OCU ha llevado a cabo una investigación en 25 talleres de reparación de ordenadores portátiles (en 4 ciudades españolas: Barcelona, Madrid, Sevilla y Valencia). La avería de los portátiles consistía en un cable desconectado. Las piezas se marcaron con tinta invisible para comprobar si se cambiaban de forma innecesaria. En general, los talleres actuaron bien, aunque hubo alguna sorpresa. El estudio se publica en la revista OCU-compra Maestra del mes de junio.

El primer punto negativo se lo llevan aquellos talleres de reparación que no informan sobre los derechos del consumidor. De hecho, un 50 % de los analizados suspende en este apartado al incumplir lo que la ley les obliga: exhibir de forma clara el precio por hora , existencia de hojas de reclamaciones.

Seguidamente, al dejar el ordenador en el taller, la OCU esperaba que se le diera algún resguardo o justificante que acreditara que el portátil se quedaba allí. Pues bien, sólo algunos talleres lo hicieron, a otros hubo que pedirlo y, en el peor de los casos, lo denegaron.

A continuación, cuando llega la hora de ver qué le pasaba al ordenador, la OCU se encuentra con un amplio abanico de situaciones. En un taller de Valencia y en otro de Barcelona no cobraron nada. Detectaron que la “avería” era un cable desconectado y lo volvieron a conectar.

Los otros 23 talleres sí cobraron por “reparar” el portátil. Las facturas más llamativas fueron las de un taller de Barcelona y otro de Madrid que cobraron 138 € y 116 € respectivamente. Argumentaron que habían cambiado piezas que no habían sido cambiadas, puesto que las piezas señaladas con tinta invisible seguían estando en el ordenador. Es decir: se pagó por nada.

Chapuzas
A pesar de estas lamentables situaciones con las que cualquier consumidor puede toparse, la OCU considera que la situación ha mejorado respecto a los últimos años. Pese a todo, las chapuzas a las que puede enfrentarse un consumidor son variopintas:

· Sustituir piezas que están en perfecto estado.

· Cobrar por piezas que no se han cambiado.

· Conceptos extraños que no se sabe a qué hacen referencia pero que sirven para hinchar la factura.

· Talleres que no avisan cuando la reparación ha terminado.

Ante estas situaciones la OCU exige más seriedad a los talleres. Además, solicita a las comunidades autónomas que aumenten los controles para detectar y sancionar las irregularidades.



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