Una experta en crianza da 4 claves para trabajar la inteligencia emocional de los niños

Un padre con su hijo chocando la mano.
NOTICIA de Cristian Pinto
16.05.2024 - 13:19h    Actualizado 16.05.2024 - 13:23h

Los padres tienen una gran responsabilidad al cuidar de la salud física y emocional de los hijos. Esta última consiste en saber como reconocer, comprender y gestionar las emociones de los más pequeños ante diferentes situaciones. Por ello, la experta en crianza, Reem Raouda, publica en redes sociales las investigaciones que realiza sobre el comportamiento de los niños. En este caso, Reem Raouda concluye que la inteligencia emocional de los está estrechamente ligada con la felicidad de la niñez.

Para que los padres sepan como gestionar las emociones de sus hijos, la experta ha dado 4 consejos clave para cultivar la inteligencia emocional de los niños, ayudándolos a promover habilidades vitales para su día a día. No obstante, si no consigues que el comportamiento de tu hijo mejor, siempre podrás acudir a un psicólogo infantil para que te ayude a comprender las reacciones de los menores.

Empatía

La empatía es la capacidad que tiene una persona, en este caso los padres, de ponerse en el lugar y la situación de los niños. Esta característica es fundamental para comprender y respetar los sentimientos de los hijos. Para ello, es importante realizar una serie de preguntas cuando, por ejemplo, tu hijo lastima a alguien o hace llorar a otro niño. Si consigues que el niño sepa reconocer sus emociones y se ponga en el lugar del otro, lograrás que comprendan las perspectivas de los demás.

Escucha activa

También es importante que los niños aprendan a tener una capacidad de escucha activa. De este modo, conseguirán prestar atención a las experiencias y los sentimientos de otras personas. Si logras que tu hijo escuche y razone de forma activa, habrás mejorado mucho su inteligencia emocional.

Adaptabilidad

La adaptabilidad es otra habilidad crucial vinculada a la inteligencia emocional. Cuando los niños crecen y van descubriendo nuevas situaciones y desafíos, es importante fomentar la flexibilidad y la resiliencia. Si logran comprender que los cambios son oportunidades para el crecimiento y la innovación, tendrán una gran ventaja significativa en su etapa de aprendizaje.

Autorregulación

Por último, el saber estar y cómo comportarse en cada situación es clave para la correcta gestión emocional. Si los niños aprender a autorregularse, reconocer errores y saber manejar sus emociones sabrán cómo actuar con calma y claridad ante los desafíos que se les presente. Para ello, es útil realizar ejercicios de respiración profunda y otras técnicas de autocontrol para canalizar la ira.



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