Un videojuego español de matar zombies triunfa en Japón

¿Cómo se consigue que un juego desarrollado en Valencia llegue a lo más alto en la meca del videojuego? “Decidimos poner toda la carne en el asador para demostrar al mundo de lo que es capaz de hacer nuestro equipo desde España”, comenta José Manuel Iñiguez, fundador y director de Akaoni Studio. Año y medio de esfuerzo constante por parte de todo el estudio es lo que ha hecho posible cumplir el objetivo, y que su videojuego, Zombie Panic in Wonderland, ahora sea un sueño convertido en realidad y todo un éxito de ventas.

España es un país importador de videojuegos: más del 90 % de los juegos que se venden aquí están desarrollados en el extranjero. Si ya es poco corriente que un videojuego español triunfe en nuestro país, lo insólito es que lo haga en Japón, el “país de las maravillas” del videojuego, y más aun, que en tan sólo dos semanas se coloque el número uno de su tienda online WiiWare.

Pero sin duda, una de las claves del éxito de esta empresa valenciana en Japón, ha sido la experiencia de Iñiguez adquirida en ese país: “Zombie Panic in Wonderland lo he tenido en mente desde mi época de estudiante en Japón. Cuatro años después de mi regreso a España, me di cuenta de que por fin había llegado el momento de independizarme, crear mi empresa y empezar a hacer las cosas a mi manera. En enero de 2009 fundé Akaoni Studio con un grupo de profesionales con ideales comunes, y empezamos a trabajar en Zombie Panic in Wonderland”.

Akaoni, el nombre de la empresa, significa Ogro rojo en japonés, que es un personaje de sus cuentos populares. “Le puse este nombre para dejar clara nuestra filosofía de hacer juegos de calidad japonesa y la intención de avanzar con fuerza hacia nuestro objetivo. Al ver la calidad de nuestro primer juego, ¡hasta en Japón pensaron que éramos japoneses!”, recuerda Íñiguez.

Basado en Cabal

Zombie Panic in Wonderland es un juego de acción en tercera persona que bebe directamente de la mecánica sencilla y directa de recreativas como Cabal, que antaño devoraban monedas de “cinco duros”. Apuntando directamente a la pantalla con el mando de Wii y controlando al personaje con el nunchaku, tendremos que frenar las constantes hordas de zombis que inundan los variados y detallados escenarios, que irán desde templos orientales con cerezos en flor, hasta castillos medievales entre montañas nevadas, acompañados de una banda sonora interpretada por una cantante de ópera japonesa.

La historia comienza cuando Momotaro, un joven héroe, se ve envuelto en el ataque de una holeada de zombis que está invadiendo Wonderland. Para salvar a sus amigos de la invasión de los zombis amorosos, saldrá a la aventura hasta resolver el misterio de los enanitos fragantes y, metralleta en mano, derrocar al mal que habita en el castillo de la ciudad del norte.

Visualmente, mezcla a partes iguales zombis y manga con la influencia de clásicos de la literatura infantil como ‘Blancanieves’, ‘El Mago de Oz’ o ‘Alicia en el País de las Maravillas’. Aunque sobre el papel parezcan conceptos que nunca podrían ir de la mano, el resultado es un videojuego frenético y divertido, con una estética única y de gran personalidad. Todo ello conseguido gracias al motor tecnológico de Akaoni creado expresamente para Wii.

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