8 trucos para negociar el precio del alquiler y que te lo bajen
¿Crees que pagas demasiado de alquiler por el piso en el que vives? Si cada vez te cuesta más hacer frente a las mensualidades, recibos y gastos de suministro de tu vivienda, es momento de negociar el precio del alquiler para que tu casero te lo baje. Y aunque no siempre es fácil conseguirlo, a continuación te damos unos trucos para que sepas cómo hacerte valer frente al dueño de la vivienda y destaques todos tus puntos fuertes para conseguir este propósito y pagar menos.
Contenido de la información:
- Cómo bajar el precio del alquiler
- 1. Primero revisa el contrato
- 2. Calcula cuánto quieres bajar el precio y respáldalo con datos
- 3. Conoce el precio medio del alquiler de la zona
- 4. Destaca tu perfil de inquilino
- 5. Comunícale al casero tu intención de quedarte mucho tiempo en la casa
- 6. Resalta las carencias de la casa
- 7. Haz una contraoferta
- 8. No te cierres a otras alternativas
Cómo bajar el precio del alquiler
Tanto si has encontrado un piso al que quieres mudarte, pero la renta te parece demasiado alta, como si llevas meses viviendo de alquiler, pero ya no puedes seguir pagando la cantidad que firmaste inicialmente, presta atención a los siguientes consejos para negociar con éxito el precio del alquiler.
1. Primero revisa el contrato
Si quieres que te bajen el precio del alquiler, lo primero que tienes que hacer es asegurarte de que el dueño de la vivienda permite esta posibilidad. Es decir, que tienes que comprobar el contrato de arrendamiento, sobre todo las cláusulas prohibitivas o los aspectos más problemáticos de estos documentos y comprobar si hay alguna anotación o prohibición sobre la posibilidad de negociar la renta.
Este es el primer paso, y quizá el último, que debes dar antes de plantearte una contraoferta o de pensar cómo negociar una rebaja de la renta. Lamentablemente, si en el contrato que has firmado (o estás pendiente de hacerlo) hay una cláusula que indica que la renta no es negociable, no tienes opciones con ese piso o casa.
En estos casos, te recomendamos que comiences de nuevo tu búsqueda de una casa. Si no quieres salir a patearte las calles en busca de carteles de ‘Se vende’, aquí puedes consultar cuáles son las mejores aplicaciones para encontrar un piso.
2. Calcula cuánto quieres bajar el precio y respáldalo con datos
Antes de negociar con el dueño de la vivienda tienes que echar tus propias cuentas. Lo más común si estás planteándote negociar el precio del alquiler es que te parezca demasiado para el sitio en el que vives o porque llegar a fin de mes cada vez cuesta más.
En estos casos, para saber qué contraoferta hacerle a tu casero y que los números te cuadren, hay que aplicar la conocida como regla del 30 %. Los expertos economistas recomiendan que un inquilino o un propietario de una vivienda no destine más del 30 % de sus ingresos al pago de la vivienda para que le resulte asumible.
Por tanto, echa cuentas y revisa qué porcentaje de tus ingresos van directos al pago del alquiler. Si el porcentaje está por debajo del 30 % y aun así crees que puedes conseguir una rebaja, adelante. Y si está por encima, debes negociar con todas las herramientas para reducirlo, al menos, a ese 30 % para vivir con cierta tranquilidad y estabilidad económica.
En el segundo de los casos, si destinas el 40 o 50 % de tu renta al alquiler, puedes exponerle esta situación al casero para que entienda por qué le estás pidiendo esta rebaja. Puede que sea comprensivo y quiera acceder o puede que no. Pero por intentarlo no pierdes nada.
3. Conoce el precio medio del alquiler de la zona
Este punto y el anterior van de la mano. Por ello, tienes que saber buscar el equilibrio entre conseguir una rebaja que te permita vivir tranquilo desde el punto de vista económico, pero ajustándote al precio del mercado. Así que antes de negociar o plantearle una oferta a tu casero, debes conocer cuál es la media de renta que pagan los inquilinos en tu barrio por el alquiler de viviendas similares a la tuya.
Si al comparar lo que pagas con la media de tu zona, aprecias una gran diferencia en tu contra, la negociación será mucho más fácil para ti. Pero, de lo contrario, si el precio medio de tu zona es igual o superior que el tuyo, tendrás que recurrir a otras herramientas y puntos fuertes en la negociación para que te bajen el precio.
Siempre puedes enseñarle al casero ofertas de viviendas próximas a la que vives y con características similares con alquileres más baratos para demostrarle que lo que dices es cierto y que puedes respaldarlo con datos. Y, si no está dispuesto a negociar contigo, ya sabes que hay otras opciones de pisos más ventajosas para ti. En estos casos puede que la solución sea cambiarte a una mejor casa, en lugar de negociar si el casero no está por la labor.
4. Destaca tu perfil de inquilino
Si la relación con tu casero es buena y nunca habéis tenido una discusión o problemas por la vivienda, estás ante una pequeña ventaja. Encontrar al inquilino ideal es difícil, complicado y en muchas ocasiones no sale bien. Por ello, si siempre has pagado tus rentas en la fecha marcada, el casero no tiene ninguna queja sobre ti y eres, en definitiva, un buen inquilino, apuesta por esto.
La tranquilidad y confianza que le da al dueño de la vivienda de tener un inquilino que no de problemas y que cuide su casa puede llegar a ser más valioso para el dueño que el dinero de la renta.
5. Comunícale al casero tu intención de quedarte mucho tiempo en la casa
¿Cuánto tiempo vas a quedarte en ese piso? Negociar el precio del alquiler para que te lo bajen es un proceso en el que tienes que invertir mucho tiempo para reflexionar y hablar largo y tendido con tu casero. Por ello, no es lo mismo plantearte esta posibilidad si quieres vivir de alquiler para toda la vida, que si te quedan dos o tres meses de alquiler en esa casa porque te mudas o se acaba el curso escolar.
Aunque siempre es una buena opción negociar el precio del alquiler y conseguir que te lo bajen, en ocasiones, el esfuerzo que hay que poner no merece la pena si no vas a disfrutar durante mucho tiempo de esa rebaja. Y a ojos del casero, si te quedan un par de meses, probablemente ni se plantee la posibilidad de rebajarte el precio. Por el contrario, si le comunicas tu intención de permanecer en esa casa a largo plazo, tendrá una mayor predisposición a negociar contigo.
6. Resalta las carencias de la casa
Siempre debes tener un comodín al que recurrir en el caso de que el dueño de la vivienda no quiera negociar el precio. Para ello, uno de los aspectos más infalibles es hacer una lista con todas las carencias de la vivienda, desde las pequeñas grietas, si hay humedades, si tiene mal aislamiento, el estado de los muebles o si hay algo roto, entre otros. Anota cualquier pequeño desperfecto y comunícaselo.
En estos casos puedes argumentar frente al casero que estas carencias de la vivienda disminuyen su valor, motivo por el que no estás dispuesto a seguir pagando lo mismo por el alquiler.
7. Haz una contraoferta
Ahora que ya sabes todo lo que puedes argumentar frente a tu casero para que te baje el precio del alquiler así como lo que debes tener en cuenta antes de hacerlo, puedes crear una contraoferta y proponérsela.
Una cuestión importante. Ten en cuenta que no va a servir de nada que plantees una renta bajísima porque el dueño ni siquiera va a plantearse la posibilidad. Lo más recomendable es que le hagas una contraoferta que sea asumible para las dos partes y con la que tengas posibilidades de éxito.
8. No te cierres a otras alternativas
Por último, después de poner toda la carne en el asador, solamente te queda tener suerte y ser flexible ante posibles contraofertas que pueda hacerte el dueño de la casa. Puede que tu casero no esté dispuesto a bajarte el precio de tu piso tanto como quisieras, pero si va a bajarte algo el precio, es, en parte, una victoria.
Por otra parte, también es posible que el casero quiera asumir parte de los recibos, pero no rebajar el alquiler. En estos casos, reflexiona y haz las cuentas pertinentes. Puede que si te quita algunos gastos de encima, sea igual de beneficiosos para ti que la rebaja de la renta.
Si la negociación del precio del piso ha sido un éxito y crees que puedes conseguir un mejor alquiler modificando algunas condiciones, te recomendamos que pruebes suerte y disfrutes de un alquiler perfecto adaptado a tu situación personal.