Trucos para escalar la cuesta de enero
Cuando los bolsillos apenas se han recuperado de la resaca de las Navidades, llegan las rebajas de enero y la ya maltrecha economía termina por empeorar. Además, en este mes se producen las subidas de la mayor parte de los productos y servicios que consumimos. Por eso, más que nunca, es fundamental seguir una serie de consejos para superar sin dificultades económicas los primeros meses del año, como planificar las compras por adelantado.
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Cuando apenas nos hemos recuperado de la resaca de las Navidades tenemos que hacer frente a dos meses muy duros, enero y febrero. Además, es cuando llegan los recibos de la tarjeta de los excesos de la Navidad.
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Cómo llegar a fin de mes
Lo más importante en estos meses es que puedas ahorrar dinero para tener un fondo que pueda cubrir gastos imprevistos y superar poco a poco la cuesta de enero. Aunque si no tienes opción y te ves obligado a pedir un préstamo, debes informarte bien sobre sus condiciones para evitar caer en el sobreendeudamiento.
Aunque si prefieres no meterte en préstamos, otra opción para conseguir un respiro económico es abrirse una cuenta corriente en algún banco que te devuelva parte de los recibos habituales como el del teléfono móvil, el fijo o el agua. Si, por regla general, se considera que el gasto medio anual por hogar es de unos 2.000 euros, descompuesto de la siguiente manera: Luz (400 euros), gas (200 euros), agua (200 euros), teléfono (550 euros), televisión de pago (50 euros) y gastos de comunidad (600 euros); podemos hacer un cálculo de lo que recibiremos.
A la hora de abrir una cuenta corriente, es importante elegir la que menos gastos te implique. Para ello, puedes consultar las mejores cuentas online sin comisiones banco a banco.
Otra opción es destinar parte de los ahorros al pago anticipado de la hipoteca, con lo que lograremos rebajar bien la duración del préstamo o bien la cuota mensual. Amortizar la hipoteca es una buena opción. Si bien en tiempos con el indicador muy bajo se recomienda amortizar plazo, podemos hacer un mix que nos permitirá rebajar el tiempo que quede por pagar y la cuota. De esta manera, cuando comiencen a subir los tipos de interés, previsiblemente, a partir de la segunda mitad del año tendremos cuotas más pequeñas.
Si no queremos renunciar a la gran fiesta consumista tenemos que vigilar de cerca lo que compramos. Estos son algunos consejos que pueden ayudarnos durante las rebajas:
• Haga una lista de lo que realmente necesita, evitará las compras impulsivas.
• Esté atento a las etiquetas de los productos, deben reflejar el precio anterior y el rebajado.
• Adquiera prendas de fondo de armario, no pasan de moda y podrá utilizarlas varias temporadas.
• Aproveche para comprar ropa a los niños para el próximo año.
• Tanto si pagamos con tarjeta como en efectivo es necesario conservar los tickets por si tenemos que realizar alguna devolución.
Gastos innecesarios
Por otro lado, quizás sea el momento de valorar la eliminación de algunos gastos innecesarios, sin que por ello descienda el nivel de calidad de vida. Cada hogar es único, pero, por ejemplo, conviene sopesar si compensa el pago de distintos canales televisivos o el mantenimiento de más de una tarjeta de crédito. También es bueno replantearse el pago del gimnasio, sobre todo, si no solemos ser muy habituales.
Además se pueden adoptar hábitos que impliquen ahorro, como usar más el transporte público o racionalizar el consumo de gas y electricidad.
Tarjetas de crédito
Tras las Navidades y las rebajas, hay que hacer frente a dos meses muy duros, en los que los recibos de la tarjeta llegan y en los que no tenemos la paga extra para hacerlos frente. Por eso es fundamental tener un control real del dinero y planificar los gastos del día a día. De esta forma podrás organizar los gastos habituales y ahorrar dinero de una forma efectiva.
A la hora de la compra debemos recuperar la lista para ir al supermercado. Además, procuraremos ir con el estómago lleno para evitar comprar más cosas de las necesarias. Una buena labor es comparar los supermercados más baratos y comprar siempre marcas blancas, puesto que pueden suponer un ahorro del 20 %. En cuanto a los productos que elijamos, siempre deben ser de temporada.
En casa, procuraremos cambiar las bombillas normales por otras de bajo consumo. Y como estamos en invierno procuraremos no abusar de la calefacción. Una temperatura de 21 grados es agradable. Además, vale más ponerse un jersey que subir el termómetro, puesto que pagaremos más y contaminaremos también más.
A la hora de cocinar, debemos de tapas las cacerolas, para evitar subir el consumo, y aprovechar el calor residual para terminar de acabar el plato.
En cuanto al ocio y la cultura, no hace falta renunciar a ello. Muchos museos abren sus puertas gratuitamente determinados días a la semana, con lo que se puede aprovechar para ver la exposición que tantas ganas teníamos.
Ir al cine en el día del espectador o renunciar al refresco y al bote de palomitas o llevarlo de casa nos permitirá reducir el gasto.