Trucos para ahorrar agua y energía en tu piscina
Las claves para ahorrar en tu piscina pasan por reducir el coste energético de su mantenimiento así como el gasto de agua. Seguir los consejos que te vamos a dar pueden notarse mucho en tu bolsillo. Porque un mal mantenimiento de la piscina se paga muy caro debido a que pérdidas por fisuras en la construcción o dejar de impedir que el agua se evapore —algo que puedes conseguir con una simple lona— contribuye mucho a reducir la factura del agua. ¿Quieres saber todos los consejos a tener en cuenta?
Contenido de la información:
Ahorra agua
- Colocar una cubierta reduce la pérdida de agua por evaporación en un 70 % y ayuda a mantener la temperatura alcanzada durante el día.
- Combinar en la limpieza del filtro el uso de aire y agua.
- Usar un limpia fondos automático ahorra más de un 20 % de agua en el lavado del filtro.
- Aprovechar el agua para otros usos guardándola en el depósito.
- Instalar un depósito que aproveche el agua de la lluvia.
- Detectar las fugas para repararlas inmediatamente.
- No vaciar la piscina durante el tiempo de inactividad.
Ahorra energía
- Usar bombas de consumo eficiente.
- Instalar un temporizador para controlar el tiempo de funcionamiento de la bomba.
- En piscinas climatizadas, bajar la temperatura o apagar el calentador cuando no se use la piscina.
- Elegir bien el material aislante del que se compone la piscina para impedir la pérdida de calor y mantener la temperatura: subir la temperatura de un 1m3 de agua de 15ºC a 25ºC supone un aumento de 0.8 €/hora -usar LEDs para la iluminación de la piscina (permite un ahorro energético de hasta un 80 %).
Puesta a punto
Para saber más detalles sobre la correcta instalación y mantenimiento de las piscinas, hemos consultado a los expertos de HomeServe, empresa especializada en reparaciones y gestión de siniestros, que nos han detallado aspectos como el vaciado de las piscinas en invierno, no siempre tan claro respecto a si se puede o no hacer. Así, para poner a punto la piscina, es importante tener en cuenta si podemos o no vaciar la piscina. ¿El motivo? Hay comunidades que no permiten vaciar las piscinas. Por ello, en función de dónde vivas, averigua qué norma se aplica en tu piscina.
Reparaciones: si la piscina ha estado vacía durante el invierno, lo primero es revisar si hay que hacer reparaciones por fisuras o azulejos desprendidos, y arreglarlos. Para ello, es aconsejable usar epóxido, una masilla con altas propiedades adhesivas incluso al contacto con el agua.
Limpieza a fondo: Para esto se utilizarán cepillos y ácidos que dependerán del tipo de piscina. Pero atención: lo que no se puede utilizar son jabones ya que producen efectos reactivos con el cloro y otros productos químicos. Conviene añadir al comienzo de la temporada de baño productos anti-algas.
Revisión de la depuradora: Antes de llenar la piscina es importante revisar el estado de la depuradora, puesto que ésta es la que limpiará el agua, así como la bomba y los filtros, que purifican y permiten su circulación. Se recomiendan 24 horas de filtración.
“Supercloración”: se trata de una cloración de choque para matar las cloraminas y bacterias que pueden proceder de la red de agua.
Para un buen mantenimiento diario de la piscina
Retirada de residuos: La limpieza de la superficie se lleva a cabo con un recogehojas. También hay que retirar los residuos del cesto de depuración y limpiar los filtros, puesto que una acumulación excesiva causará problemas, entre ellos el atasco de la cesta de la bomba. Para la limpieza del fondo es aconsejable contar con un robot.
Cloro y ph: el tratamiento químico con cloro es imprescindible para desinfectar el agua y prevenir cualquier tipo de infección por bacterias, virus u hongos. Hay que añadir este producto regularmente al líquido, granulado o en pastillas. Duplica la dosis de cloro cuando haya llovido o si la piscina la ha usado mucha gente. No tires las pastillas de cloro directamente a la piscina porque “quema” la pintura del fondo y deja manchas blancas. El nivel de ph debe situarse entre 7,2 y 7,6.
Cuidado del filtro: Durante la temporada de baño tal vez sea necesario añadir floculante para eliminar la materia orgánica apelmazada en el filtro. Puede que sea conveniente agregar antiespumantes para rebajar la concentración de alguicida o residuos de cremas solares.
Además de un mantenimiento diario, no te pierdas los mejores consejos y trucos sobre qué hacer si el agua de la piscina se pone verde o turbia y cómo evitarlo.
Impermeabilizar la piscina para tapar fugas
Impermeabilizar una piscina es una medida preventiva para evitar fugas de agua o para tapar las existentes. Pero, ¿cómo puedes saber si tienes fugas? Muy sencillo. Si notas que el nivel del agua de tu piscina baja de forma continua y en exceso, probablemente tengas una fuga y necesites impermeabilizar la piscina.
La aparición de fugas suele producirse en los filtros, la bomba de agua, tuberías o en los impulsores (los chorros de agua). Quizá día a día no lo aprecies, pero las fugas en la piscina pueden llegar a vaciarla por completo en menos de un verano. Y esto lo vas a notar en tu factura.
Independientemente de la cantidad de agua que pueda evaporarse a causa del calor o la que pueda salirse de la piscina por los chapuzones de los niños, las fugas van a hacer que el nivel del agua disminuya sin parar y van a suponerte un gasto enorme.
La solución consiste en impermeabilizar la piscina. Esta técnica reviste la zona exterior del vaso de la piscina y sella los puntos más críticos en los que suelen aparecer las fugas. El tiempo que los profesionales pueden tardar en aplicarte la capa es de un par de semanas o un mes, por eso es ideal hacerla con tiempo para no tener la piscina clausurada en pleno agosto.
La impermeabilización puede proteger tu piscina en torno a 10 años. Aunque la eficacia de la técnica va a depender de material, ejecución y el tipo de revestimiento que apliquen.
Fugas en piscinas de cloración salina
A diferencia de la cloración tradicional, la cloración salina exige prestar especial atención al sellado de las juntas debido a que la sal es muy agresiva y puede atacar a los materiales fabricados con cemento. Esto provoca que todos los años haya que repasar las juntas en piscinas de cloración salina. No obstante, una adecuada rehabilitación puede hacer que nos despreocupemos de su revisión durante los 10 años siguientes.
Y es que la cloración salina ha ido ganando peso en los últimos años como una solución cada vez más utilizada en las piscinas para minimizar su mantenimiento durante el verano. La ventaja de la cloración salina es que, al reducir el uso de productos químicos, se logra un ahorro económico y al mismo tiempo se disfruta de un agua más transparente y saludable y también más respetuosa con el medioambiente.
Para poner a punto una piscina de cloración por sal, hemos consultado a la empresa de construcción Propamsa, que en primer lugar recomiendan poner a punto la piscina semanas antes de su llenado, “y así tener tiempo suficiente para realizar las rehabilitaciones necesarias y llegar a los primeros días de verano con la piscina en perfectas condiciones. Es el punto principal, puesto que los tiempos de ejecución de una obra de rehabilitación pueden oscilar entre dos semanas y un mes, de ahí la importancia de planificarla con tiempo”, explican.
Para evitar derroches innecesarios de agua a causa de las fugas y filtraciones -que pueden ascender hasta a 500 litros al día, el equivalente al consumo medio aproximado de una familia de cuatro miembros- es importante revisar su impermeabilización bajo baldosa y el buen sellado de los puntos críticos como impulsores, focos y skimmers (los filtros que aspiran y retienen los residuos) para asegurar su estanqueidad.
Así, estas fugas pueden vaciar la piscina en cuestión de un mes, por lo que los especialistas aconsejan impermeabilizarla con soluciones cementosas flexibles continuas (como Propam Impe Flex), que son compatibles con todos los materiales de construcción y garantizan una impermeabilización que puede ser revestida con cualquier material, ya sean pinturas o cerámica como el gresite.
Una vez revisada su estanqueidad, será el momento de la colocación del acabado y en caso necesario el sellado de las juntas de las baldosas de la piscina con cloración salina. Para evitar estar pendientes cada temporada, “existen soluciones de sellado más resistentes, de fácil aplicación y limpieza (como Borada Epoluxe) específicamente diseñadas para el contacto con agua salina y cualquier tipo de mantenimiento por muy frecuente y agresivo que sea”, concluyen desde Propamsa.