¿Tengo que pagar pensión a mis hijos si son mayores de edad?

NOTICIA de Javi Navarro

En España, la obligación de los padres de proporcionar manutención a sus hijos no cesa automáticamente cuando estos alcanzan la mayoría de edad. Esta responsabilidad se extiende mientras los hijos no hayan alcanzado independencia económica, ya sea porque continúan sus estudios o porque sus ingresos son insuficientes para su sustento. Pero, ¿durante cuánto tiempo? Es evidente que, mientras son pequeños, la obligación es clara, pero ¿cuando ya son adultos también? La ley es tajante: es responsabilidad de los padres mantener a sus hijos a todos los niveles para proporcionarles la mayor confortabilidad posible, incluso si los hijos son mayores de edad. Por ello, incluso si ya tienes una sentencia de divorcio, deberás seguir abonando la pensión de alimentos pese a la mayoría de edad de tus hijos.

¿Cuándo llega la mayoría de edad para dejar de pagar la pensión?

Esta duda se plantea entre muchos progenitores, especialmente a los que no conviven de forma habitual con los hijos. La actual legislación española tampoco ayuda mucho a solucionar estas dudas, dejando un vacío que puede interpretarse tan ampliamente como se quiera. En teoría, los hijos deben ser mantenidos por los padres hasta que sean capaces de ganarse la vida por sí mismos. ¿Qué ocurre cuando los hijos se independizan cada vez más tarde, los empleos son más precarios y la vivienda y su financiación están por las nubes, impidiendo que se vayan de casa?

Sin embargo, esta obligación no es indefinida. Por ejemplo, la Audiencia Provincial de Valencia eximió a un padre de seguir financiando los estudios de su hija de 25 años, quien, tras completar una carrera universitaria y trabajar durante más de dos años como veterinaria, decidió cursar un segundo máster. El tribunal consideró que la hija ya tenía la capacidad suficiente para su inserción laboral plena y que la decisión de prolongar su formación era una elección personal que el padre no estaba obligado a costear.

Por lo tanto, aunque los padres deben apoyar a sus hijos hasta que estos alcancen una estabilidad económica razonable, la extensión de esta obligación depende de factores como la edad del hijo, su dedicación a los estudios y su capacidad para integrarse en el mercado laboral. En casos donde el hijo no demuestra un aprovechamiento adecuado de su formación o rechaza oportunidades laborales sin justificación, los padres pueden solicitar judicialmente la modificación o extinción de la pensión alimenticia.

Es importante destacar que cada situación es única y debe ser evaluada en función de sus circunstancias particulares. Por ello, se recomienda buscar asesoramiento legal especializado para abordar adecuadamente este tipo de cuestiones.

Guía para que los hijos soliciten la pensión de manutención

No es lógico que exista ningún progenitor que se niegue a pasar la mensualidad asignada en concepto de manutención de su hijo. Pero, a pesar de todo, los problemas económicos pueden provocar que, en ocasiones, las personas reaccionen de formas completamente insospechadas. En casos en los que hijos mayores de edad no convivan con ninguno de los progenitores, también se puede seguir pidiendo la pensión de manutención. :

• Cuando están cursando estudios oficiales con un rendimiento aceptable, es decir, con esfuerzo e interés. En este caso, la pensión puede ser solicitada directamente por el hijo, sin necesidad de que esté conviviendo con ninguno de los dos progenitores.
• De igual modo, es el hijo mayor de edad quien debe hacer efectiva la solicitud en el caso de que decidiera reanudar estudios que cursó en el pasado y que, por cualquier circunstancia, no llegó a finalizar.
• Obviamente, cuando el hijo carece de ingresos o estos no son lo suficientemente elevados como para que pueda costearse su manutención, el progenitor que vive con el hijo es quien debe solicitar al juez que el otro progenitor contribuya con su parte proporcional de la pensión de manutención.

Cuando los supuestos anteriores dejan de existir, es el momento en el que el hijo puede dejar de ser mantenido íntegramente por sus padres. Es decir, si el hijo no demuestra que está aprovechando convenientemente el tiempo dedicado a sus estudios, o ya se han incorporado al mundo laboral, aunque convivan con un progenitor, pueden estar exentos de recibir la pensión. También es lógico pensar que si el hijo no estudia, ni trabaja, ni busca trabajo, ni muestra interés alguno por su futuro, el juez puede extinguirle el derecho a recibir su pensión alimenticia.

Reducir la pensión

Existen otras circunstancias en las que no se suprime la pensión, pero sí se puede y, de hecho, se hace en los juzgados, hoy día, reducir la cuantía. Cuando el hijo convive en casa de uno de los progenitores, pero no desempeña ninguna actividad académica, es lógico pensar que sus gastos se reducen. Por lo tanto, se puede solicitar en el juzgado una reducción de la pensión.

Del mismo modo, cuando el progenitor que lo solicita demuestra en el juzgado que sus ingresos han disminuido o que su situación económica ha cambiado, la justicia suele darle la razón y atiende su petición de reducción de la pensión alimenticia, que engloba todas las necesidades de un hijo: alimentación, ropa, gastos médicos… Ya si hablamos de actividades extra, como puedan ser idiomas o deporte, ambos progenitores deben ponerse de acuerdo, puesto que no entra dentro de las obligaciones impuestas por el juez en la sentencia de divorcio.

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