ALERGIA
Empieza la temporada de polen para los alérgicos. Picores oculares o de nariz, lagrimeo, moqueo constante, estornudos continuos… Los alérgicos empiezan a tener síntomas que dificultan su vida diaria por la llegada de la primavera. Los expertos en alergología han informado de que se espera una primavera intensa para los alérgicos al polen. Algunos alérgicos al polen tendrán incluso síntomas asmáticos como dificultad para respirar, tos seca pertinaz y opresión y silbidos en el pecho.
“Es típico que estos síntomas aparezcan ya en los meses de febrero, marzo y abril, pero se hacen más intensos en los meses de mayo y junio”, explican los expertos.
Los alérgicos pueden evitar empeorar evitando las salidas al campo, parques o jardines y, sobre todo, los días de viento. Como medida preventiva, siempre se recomienda que el alérgico acuda a consulta del alergólogo antes de adentrarse en pleno periodo de polinización y manifestar por completo los síntomas.
En España, según un estudio realizado por el Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), el tipo de polen que más afecta a los pacientes alérgicos es el de gramíneas, con un 80% de afectados, seguido del polen de olivo (43%), quenopodiáceas (27%), plátano de sombra (22%), cupresáceas (13%) y parietaria (11%).
En verano es cuando más aumentan los casos de reacciones cutáneas y de alergia a alimentos. "Por ejemplo, prescindimos de calcetines y exponemos la piel de nuestros pies directamente al calzado; comemos con mayor frecuencia en restaurantes y descansamos en lugares donde abundan los insectos", explica el doctor José Luis García Abujeta, coordinador del Comité de Alergia Cutánea de la SEAIC. En algunos casos este tipo de acciones pueden repercutir de forma negativa en los pacientes alérgicos, por lo que es recomendable extremar las precauciones.
Alergias por alimentos
Las alergias alimentarias pueden incrementarse en verano a causa de un "mayor descuido". Estas reacciones adversas se producen cuando el sistema inmune responde a un determinado alimento y produce una hipersensibilidad. El doctor aconseja a los alérgicos a alimentos "vigilar todos los productos que se ingieren leyendo detenidamente los ingredientes que los componen: leche o frutos secos en los helados, trozos de frutas como melón, kivi y melocotón en postres y batidos; mariscos en pastas o ensaladas, etc."
Alergias en la piel
Por otro lado, la piel se vuelve especialmente sensible en esta época y tiene tendencia a agrietarse y a sufrir heridas. Los cosméticos, las cremas solares y algunos antiinflamatorios de uso tópico pueden provocar una reacción alérgica. "Existen alergias en la piel (eccemas) que precisan de la acción conjunta de las radiaciones solares para producirse. Entre las causas que las producen se encuentran algunas plantas (higueras, cítricos, etc.) o los filtros que tienen algunas cremas solares. En el caso de los medicamentos antiinflamatorios puede producirse tanto por la aplicación en la piel como por su ingesta" - añade el alergólogo.
Apartamentos y hoteles de verano
En general, los ácaros, responsables de la alergia al polvo doméstico, se encuentran especialmente confortables cuando la temperatura es templada y la humedad relativa del ambiente es elevada. Por ello son muy abundantes en regiones costeras. También por esta causa la concentración de ácaros en las casas aumenta durante las épocas de cambio estacional (primavera y otoño), con lluvias y temperaturas suaves, y suelen disminuir durante el verano e invierno. "Aunque en verano la alergia a los ácaros es menos frecuente por las buenas condiciones climatológicas se deberá tener cuidado en los traslados a otros domicilios de verano y con la limpieza en las casas que llevan tiempo sin ser habitadas. Se recomienda hacerlo de manera anticipada a la llegada del paciente alérgico", explica el experto.
Alergia al cloro
En lo relativo a las piscinas, la alergia al cloro es poco frecuente. "El cloro como producto desinfectante puede producir irritación en la piel y en las vías respiratorias cuando su concentración supera los límites recomendables. Para evitarlo los expertos efectúan minuciosas mediciones diarias. Actualmente se emplea bromo para piscinas, una alternativa con la que "sí se han diagnosticado casos de eccema en la piel por alergia al producto", aclara el doctor García Abujeta.
Alergias a animales
Aunque en verano es frecuente el abandono de animales, en ocasiones se viaja a lugares donde se entra en contacto con especies con las que normalmente no hay relación directa y que pueden provocar alergia. "Las alergias a animales más frecuentes son a los gatos o perros, pero también pueden producirse a ratones, cobayas, hámsters y caballos. Las proteínas del pelo, la saliva o la orina de mascotas domésticas pueden producir una reacción alérgica que ataca a los ojos y las vías respiratorias en forma de rinoconjuntivitis alérgica, y pueden dar lugar a síntomas asmáticos. También pueden causar dermatitis atópica o una urticaria", indica este experto.
Alergias por picaduras
Por último, la prevención de reacciones graves por picaduras de himenópteros también adquiere mucha importancia en el caso de los pacientes alérgicos. "En España, alrededor de 800.000 personas son alérgicas al veneno de estos insectos-señala el doctor García Abujeta-. La tasa de mortalidad se estima en un 0,4 por millón de habitantes, lo que significa que entre 15 y 20 personas podrían morir cada año por esta causa".
Precaución con los tatuajes
Los tatuajes de henna se pueden realizar durante todo el año, pero es en verano cuando proliferan en zonas costeras personas que ofrecen este servicio. En realidad, la henna natural es enriquecida con un producto de fuerte concentración que permite fijar mejor el tatuaje, el parafenilendiamina. Es esta sustancia la que puede provocar algunos casos de dermatitis y alergia. La henna es un producto natural de color rojizo empleado en algunas culturas para realizar tatuajes y para teñir el pelo. Precisa de un secado que puede tardar varias horas. Para evitar esto y acelerar el secado en las zonas costeras y otros sitios se mezcla con una sustancia química de color negro, la parafenilendiamina, a altas concentraciones. Es un producto que produce eccemas muy intensos en la zona de aplicación y que tienen una difícil recuperación posterior, dejando muchas secuelas. Por eso debemos evitar este tipo de prácticas, sobre todo en los niños" - aclara el doctor García Abujeta.
En todos los casos...
Los pacientes que padecen algún tipo de alergia deberán viajar con la medicación recomendada por sus alergólogos. En ocasiones precisarán tratamientos preventivos y en otros "medicación de rescate" como antihistamínicos o broncodilatadores para solucionar los nuevos episodios que se pudieran presentar.
En el caso de las vacunas antialérgicas no es recomendable su transporte cuando el periodo vacacional es corto. "Además existen problemas al llevarlas en los aviones: tanto como equipaje de mano al tratarse de líquidos, en este caso debería ser justificado con un informe médico; o en la bodega, ya que las bajas temperaturas a las que son expuestas podrían alterar su contenido. Si el viaje se realiza en automóvil se deberá evitar la exposición directa de la caja de vacunas al sol dentro del coche. Por último, es recomendable llevar un informe detallado del especialista cuando existe un viaje a otro lugar tanto nacional como al extranjero", concluye el médico especialista en alergias.