Solo 13 pescados mediterráneos, de un análisis de 58, tienen menos mercurio del permitido por Europa
Besugo, sardina, boquerón, calamar o dorada son pescados que se consumen habitualmente y que cumplen los límites de mercurio marcados por la Unión Europea (UE). Estas conclusiones pertenecen a un trabajo elaborado por el equipo del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que ha analizado la concentración de mercurio en pescados y mariscos del mar Mediterráneo. Las otras especies seguras en cuanto niveles de mercurio son la bacaladilla, el galán, el caramel, el salmonete de roca, el corvallo, el serrano, la lampuga y la salpa.
Solo 13 de 58
En total se han estudiado 58 especies de pescado y marisco de consumo humano a la venta en mercados locales de España, Italia y Francia. De todas ellas, solo los ejemplares de 13 especies han cumplido siempre con los estándares de calidad y seguridad que se recomiendan en cuanto a concentraciones de mercurio, siempre según indica la UE.
“Consumir estas 13 especies minimiza la ingesta de mercurio, que es el precio a pagar al comer pescado. Además, estos peces tienen una buena cantidad de ácidos grasos insaturados, que son más beneficiosos desde un punto de vista nutricional”, aclara Joan O. Grimalt, investigador del IDAEA-CSIC y autor principal de este estudio publicado en la revista Environmental Pollution.
“Las autoridades sanitarias deberían prestar especial atención a las especies de pescado y marisco con los niveles de mercurio más elevados y hacer las recomendaciones sanitarias preventivas adecuadas, especialmente para las mujeres embarazadas y los niños”, añade Grimalt, si bien las autoridades ya advierten de no consumir pescados con altos niveles de mercurio.
Lo que provoca el exceso de mercurio
El mercurio es un elemento tóxico que daña los riñones, pulmones y el sistema cardiovascular y nervioso, sobre todo entra las mujeres embarazadas y la población infantil.
Debido a sus propiedades físico-químicas, el mercurio puede transportarse a largas distancias y depositarse en ecosistemas acuáticos, donde es absorbido por peces y otros organismos que después comemos. La mayoría del mercurio que es ingerido por la población humana proviene, precisamente, del consumo de pescado y marisco.
El estudio se centra en más de 1.300 ejemplares de 58 especies de pescado y marisco de consumo humano que se encontraban a la venta en mercados de España (Menorca, Mallorca, Ibiza, Alicante, Ametlla de Mar y L’Ampolla), Italia (Génova, Civitavecchia, Alguer) y Francia (Marsella).