Si mi jefe me manda una invitación para conectarnos en LinkedIn, ¿la acepto?
En el correo tienes una nueva notificación de la red profesional LinkedIn. Se trata de una nueva invitación LinkedIn a conectarse contigo. Pero esta vez quien solicita tu amistad es… tu jefe!!! ¿La acepto? En muchas ocasiones, los usuarios de la mayor red profesional en todo el mundo se habrán encontrado ante esta disyuntiva: aceptar o no como contacto al jefe. Si uno de los principales objetivos de estar en esta red es cambiar de trabajo, en cuyo caso LinkedIn es muy útil para lograrlo, puede resultar perjudicial, puesto que puede ser testigo de los “movimientos” online que se hagan en este sentido. Desde Aflora, consultora especializada en ofrecer servicios de recolocación, coaching y desarrollo, se desvela cómo actuar y si es positivo o no tener al jefe en nuestra red de contactos de LinkedIn.
Contenido de la información:
- Jefes en las redes sociales
- Movimientos en redes que no deben ser vistos
- El 75 % de los trabajadores españoles no quiere que sus jefes vean sus perfiles en redes sociales
- ¿Tienes al jefe en tu Facebook? Eres rarito
- Ojo con usar el WhatsApp en el trabajo o poner actualizaciones de estado como ‘odio a mi jefe’
¿Alguna vez te has planteado añadir empleados a empresa en LinkedIn?
Lo primero de todo es establecer claramente los objetivos de nuestra presencia en LinkedIn. Si el principal de ellos es encontrar un nuevo empleo, tendremos que tener unas consideraciones especiales a la hora de decidir si aceptar o no al jefe como contacto. Así, según Ángeles de la Flor, Coach y Socia Directora de Aflora “si el objetivo es cambiar de trabajo, es mejor no tener a nuestro jefe en la red de contactos de LinkedIn”, a lo que añade, “puede estudiar todos nuestros movimientos y publicaciones, lo que podría ser altamente perjudicial. En definitiva, se trata de actuar con prudencia en un momento clave como es el de un cambio profesional”.
Movimientos en redes que no deben ser vistos
La red profesional es precisamente, eso, una red. Por este motivo, cada uno de los movimientos online que se hagan pueden ser observados. Establecer nuevos contactos, participar en foros de empleo, buscar nuevos grupos que ayuden en la búsqueda activa de trabajo a través de las redes, etc, son acciones que deben ser normales en un proceso de cambio profesional, por lo que sería altamente negativo que uno de los contactos que pudieran ver todos lo que se realiza en la red fuera el jefe. Las redes sociales profesionales son muy positivas pero siempre y cuando se tengan muy claros los objetivos en ellas y se actúe con sentido común.
Si esta red pone en contacto a colegas profesionales, cuantos más contactos se tengan en la red profesional mejor. Sin embargo, cuando el objetivo de estar en LinkedIn es encontrar un nuevo empleo, puede ser un problema el hecho de que entre ellos esté el jefe.
Un 11 % de los españoles opina que los trabajadores mienten en la empresa y los jefes han de saberlo, y a un 15 % no le importa que el jefe acceda a su perfil porque dice ser muy cuidadoso con aquello que publica. Por el contrario, un 50 % señala que el jefe ha de ‘vigilar’ el entorno laboral, no el personal, y, por último, un 24 % va más allá, y apostilla que debería existir una ley que proteja a los trabajadores. De hecho, en algunos países, como es el caso de Alemania, se ha planteado la “Ley Facebook” que prohibirá a las compañías hacer uso de datos personales de los empleados o candidatos contenidos en páginas como Facebook, Twitter o MySpace.
El portal Monster, a través de una encuesta, ha querido conocer la opinión de los trabajadores en España, y los resultados lo dejan claro: el 74 % censura que sus jefes puedan tener acceso a su ‘vida on line’.
Tan solo un 15 % de los españoles no tiene miedo a que su jefe le controle a través de las redes sociales porque se consideran prudentes a la hora de incluir información personal en Internet. Sin embargo, el 74 % de los encuestados españoles no está de acuerdo en que sus superiores puedan acceder a sus perfiles de webs 2.0 como Facebook o Twitter para acercarse a su vida privada, mientras que el 26 % cree que el problema es hacer un uso indebido de ellas.
El estreno de la controvertida película “La Red Social”, ha vuelto a levantar el debate sobre las redes sociales y si es ético o no, y hasta qué punto, su uso. La cuestión se plantea sobre todo a la hora de cuidar la reputación online, de cara a mantener o conseguir un puesto de trabajo, puesto que cada vez es más frecuente la utilización de las redes sociales para investigar y controlar a los empleados.
Para algunos, el avance tecnológico que conlleva la aparición de las redes sociales supone una ayuda en el mercado laboral, y para otros una herramienta a través de la cual los superiores acceden a una información que no les incumbe.
¿Tienes al jefe en tu Facebook? Eres rarito
Tan sólo un 18 % de los trabajadores tiene agregado a su jefe en una red social. Entre los que lo tienen, la red social en la que los españoles tienen agregado a su jefe es la que también cuenta con más penetración en España: Facebook, con el 14,71 % de las respuestas. A enorme distancia le sigue Linked In, lo cual resulta curioso ya que aún siendo una red especializada en relaciones profesionales, tan solo aglutina al 3,58 % de los encuestados. Le sigue muy de cerca Twitter, con el 3,13 %. Menos adeptos tienen, para los empleados que agregan a sus jefes, redes como Tuenti (1,44 %), MySpace (0,75 %) o Badoo (0,65 %).
No obstante, el 38,8 % de los encuestados se considera amigo de su jefe, frente a un 61,2 % que limita su relación al ámbito profesional.
Desde que en 1995 se creara la primera red social, éstas han ido posicionándose cada vez más como herramientas de relación interpersonal para los internautas. Las cifras hablan claro: el 85 % de los internautas españoles es usuario de una o varias redes sociales. Sin embargo, ¿cuántos de ellos utilizan estas herramientas en el ámbito profesional?, ¿cuántos traspasan la barrera de lo personal y abren esa parcela de intimidad al ámbito laboral, sobre todo si se trata de interactuar con sus superiores?
Y fuera de la empresa, ¿tienen los empleados españoles relación con su jefe? ¿comparten aficiones, tiempo de ocio o, simplemente, mantienen una relación extra profesional?, ¿les gusta a los españoles pasar parte de su tiempo libre con alguno de sus superiores?
Adecco, a través de una encuesta realizada a 2.020 trabajadores usuarios de Internet, ha querido averiguar cuántos españoles se relacionan con sus superiores fuera del horario de trabajo, ya sea a través de las redes sociales o compartiendo actividades comunes fuera de la oficina.
¿Confirmar esta petición de amistad?
Los trabajadores encuestados por Adecco lo tienen muy claro: solo el 18,04 % de los españoles que trabaja afirma que tiene agregado a su jefe en una red social, frente al 81,96 % que indica lo contrario.
Los hombres, en mayor medida que las mujeres, confiesan tener como amigo en alguna de las redes sociales a su jefe, concretamente el 20,20 % de ellos. Las mujeres, por su parte, son más reacias a agregar estos perfiles a su cuenta online.
Las personas más jóvenes (de 18 a 34 años) y con un nivel de estudios superior, son aquellas que, en mayor medida, cuentan con sus jefes como contactos de las redes sociales.
La razón es que este es un tema que causa polémica y genera interés en todo el mundo; según un estudio realizado por Liberty Mutual’s Responsibility Project en Estados Unidos, todo depende de la relación laboral que se tenga con la otra persona: un 56 % de los encuestados considera que es irresponsable ser amigo del jefe en alguna red social y el 62 % opina que está mal que el jefe tenga como contactos a sus empleados, sin embargo, para el 76 % no hay ningún problema en ser amigo de compañeros del mismo nivel en una red social.
No cabe duda de que aceptar al jefe en Facebook tiene ciertos riesgos de los que los empleados deben de ser conscientes, sobre todo a la hora de hablar de la situación laboral personal o realizar críticas sobre el trabajo. La red social es como un escaparate abierto a la vida del empleado que muestra todas sus facetas, tanto positivas como negativas y que puede influir en la percepción que el superior tiene sobre el empleado.
Este hecho ha motivado incluso sentencias (en EE. UU.) que protegen y devuelven a su puesto de trabajo a los empleados que han sido despedidos por sus comentarios negativos en las redes sociales.
¿Cuáles son las redes sociales elegidas?
Resulta interesante analizar cuáles son las redes sociales más proclives a que los empleados decidan aceptar a sus jefes entre sus contactos, puesto que no todas las redes tienen el mismo componente social y, algunas incluso, son de corte profesional.
En líneas generales, la red social en la que los españoles, con mayor frecuencia tienen agregado a su jefe, es la que también tiene mayor penetración en España: Facebook, con el 14,71 % de las respuestas. A enorme distancia le sigue LinkedIn, lo cual resulta curioso, puesto que aún siendo una red especializada en relaciones profesionales, tan solo aglutina al 3,58 % de los encuestados.
Le sigue muy de cerca por Twitter, con el 3,13 %. Menos adeptos tienen -para los empleados que agregan a sus jefes- redes como Tuenti (1,44 %), MySpace (0,75 %) o Badoo (0,65 %).
Son los jóvenes, preferentemente hombres, quienes agregan a su jefe en Facebook y Tuenti, en mayor proporción que el resto.
Sin embargo, los hombres, las personas de clase social alta, los que perciben altos ingresos mensuales y los que cuentan estudios superiores, tienen agregado a su jefe en LinkedIn, en mayor medida.
Los jefes, amigos fuera del trabajo
¿Somos los españoles propensos a pasar tiempo fuera del trabajo con nuestros superiores? ¿Llevamos nuestra relación con el jefe más allá de lo profesional? El 38,8 % de los encuestados por Adecco se considera amigo de su jefe, frente a un 61,2 % que limita su relación al ámbito profesional.
Sin embargo, de estos trabajadores que pasan tiempo con su jefe fuera del trabajo, un 12,62 % confiesa que no le gusta hacerlo, frente al 26,18 % que sí que disfruta de esas horas de ocio compartido.
Además, un 26,94 % de los encuestados admite que actualmente no pasa tiempo con su superior, pero que le gustaría poder hacerlo.
Por género, son los hombres quienes mayoritariamente se consideran amigos de sus jefes, sobre todo a partir de determinadas edades (45 años en adelante), mientras que son las personas de clase social alta con elevados ingresos económicos quienes afirman ser amigos de sus superiores y comparten su tiempo con ellos.
Manchegos, canarios y valencianos, amigos de su jefe en la red
El 18,04 % de los españoles que trabaja reconoce tener agregado a su jefe a través de alguna red social. El 28,17 % de los manchegos, el 22,22 % de los canarios y el 21,76 % de los valencianos también reconoce contar con su superior como amigo virtual, los porcentajes más altos de toda España. Por el contrario, el 92,3 % de los riojanos, el 90,38 % de los asturianos y el 88,73 % de los gallegos son quienes menos cuentan con este tipo de perfiles entre sus amigos de las redes sociales.
Ojo con usar el WhatsApp en el trabajo o poner actualizaciones de estado como ‘odio a mi jefe’
Disponer de una excelente imagen en las redes sociales es algo de lo que se ha comentado mucho. Cuidar nuestro perfil de Facebook, para que no se “cuelen” comentarios o fotos desafortunadas, actualizar LinkedIn con información relevante sobre nuestra carrera profesional, etc., es esencial para disponer de una buena tarjeta de presentación en las redes sociales. Sin embargo, tal y como se destacan desde Aflora, consultora especializada en ofrecer servicios de recolocación, coaching y desarrollo, se está dejando de lado una aplicación que puede ser de lo más perjudicial si no se maneja de forma debida: el WhatsApp, sobre todo si a través de tus contactos está también al otro lado tu jefe viendo qué es lo que pones.
La aplicación WhatsApp está ligada a los contactos del teléfono del usuario. Entre esos contactos, obviamente, puede estar el jefe. Por eso, es esencial prestar una especial atención al uso que se realiza de esta app. Actualizaciones de estado, uso en horas de trabajo… Todo esto puede convertirse en peligroso si quien mira es el jefe.
Cuidado con el estado
La práctica totalidad de los trabajadores suele disponer de contacto en el teléfono a su jefe. Esto implica que se transforme, de forma automática, en contacto del WhastApp. Si bien esto puede resultar a primera vista, algo inofensivo, no lo es tanto. En primer lugar, algo básico es el estado.
El estado suele ser una frase descriptiva de lo que el usuario está haciendo en ese momento. Esta frase, muchas veces, es general y no implica nada, pero, cada vez más, las personas incluyen descripciones subjetivas y esclarecedoras. Tal y como apunta Ángeles de la Flor, “no es muy extraño que gente que vuelva tras unas vacaciones, coloque en su estado frases del tipo “vuelta al horror, mañana empiezo a trabajar” o cuando están en el trabajo “agobiado y aburrido al máximo, estoy en el trabajo“.
Este tipo de sentencias pueden ser vistas por el superior, con lo que la imagen del trabajador puede verse seriamente dañada”. Por este motivo, es clave poner atención en lo que se escribe en el estado de la aplicación, “no se trata de autocensurarse, sino, simplemente, colocar frases más generales que sean claras para nuestros contactos, pero no perjudiciales para nuestra imagen como trabajadores” apunta de la Flor.
Nunca digas ‘odio a mi jefe’
Por otro lado, no solo los estados pueden referirse a situaciones, sino a personas. Estas personas pueden ser amigos, conocidos, etc, pero nunca deberán ser el jefe. Frases del tipo “odio a mi jefe”, “no soporto a…”, por poner ejemplos “suaves”, pueden colocar al empleado en una situación muy incómoda.
Cuidado con la hora de conexión
Asimismo, otra de las cuestiones que deben tenerse en cuenta a la hora de utilizar el WhastApp para evitar dañar la imagen como trabajador, es el uso concreto que se haga de él. “Uno de los “peligros” que entraña el WhastApp es que la persona que tengamos de contacto puede ver la hora en la que realizamos nuestra última conexión o si estamos en línea. Si en la empresa se ha prohibido el empleo de teléfonos móviles personales, es conveniente no abrirlo en horas de trabajo, puesto que esto quedará registrado y el jefe puede verlo”, comenta de la Flor.
En definitiva, tal y como comenta de la Flor, “se trata de actuar de forma responsable con la aplicación, siempre teniendo en cuenta que no solamente lo pueden estar viendo amigos o personas cercanas, sino otro tipo de ojos”.