Si desactivo el sistema ADAS de mantenimiento de carril y tengo un accidente, ¿de quién es la culpa?
Desde este mes de julio, la nueva homologación europea obliga a incorporar de serie en los coches nuevos al menos ocho sistemas ADAS: Detector de somnolencia (DDR), Asistente de velocidad inteligente (ISA), Alerta de tráfico cruzado (RCTA), Caja negra (EDR), Alerta de cambio involuntario de carril (LDW), Sistema de frenado de emergencia (ESS), Inhibidor de arranque con alcoholímetro y Alerta de uso del cinturón en todas las plazas. Pero, ¿qué ocurre si desactivo alguno de estos sistemas?
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Quitar el sistema de mantenimiento de carril
Por ejemplo, puede ser el caso concreto de desactivar el sistema ADAS de mantenimiento de carril, porque a veces se puede convertir en un incordio y que implica que estos ADAS manejan el coche y no nos dejan a nosotros. Pero qué pasa si desactivamos el mantenimiento de carril y se produce un accidente de forma transversal, ¿todo el peso legal recae sobre ti?
Hemos consultado a los expertos de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), organización de defensa de los conductores, que es tajante al respecto sobre esta duda: “Sí, salvo que demuestres que hubo un mal funcionamiento del sistema de ayuda en la conducción y por eso lo desactivaste”. Además, el club de conductores añade que “el conductor va a tener serias dificultades para acreditar este hecho si no se aprueba una norma técnica que determine su correcto funcionamiento”.
Por no mencionar que toda esta nueva tecnología ADAS subirá el precio de los automóviles en los concesionarios.
Cambio legislativo
En opinión de la AEA, se van a producir casos similares a cuando empezaron a provocarse los primeros de casos de daños por fallos en los airbags, que los fabricantes obligaban a los usuarios a tener que ir a los juzgados para depurar la responsabilidad. Por esto, “consideramos que es necesario y urgente un cambio legislativo en el sistema de responsabilidad civil del automóvil, como ocurre en navegación aérea, estableciéndose una responsabilidad objetiva del fabricante del vehículo en caso de accidente”, indican desde AEA.
Errores humanos
La Unión Europea aprobó en 2019 el Reglamento de Seguridad 2019/2144, del que surgieron los Sistemas Avanzados de Ayuda a la Conducción, también conocidos como sistemas ADAS (Advanced Driver Assistance Systems), que tienen como misión asistir al conductor para evitar esas situaciones de riesgo o actuar en el caso de que no se puedan evitar. El motivo era que, según la Comisión Europea, cerca del 95 % de los accidentes se debían a errores humanos.
Europa aprobó así una normativa para aplicarla en tres fases y cuya segunda fase está empezando ahora a ser de aplicación, en julio de 2024, para que todos los vehículos que se fabriquen en la UE incorporen diferentes sistemas ADAS. La tercera fase de esta normativa empezará a aplicarse en 2028.
La incorporación de sistemas de ayuda a la conducción ADAS en los vehículos va a contribuir de forma muy positiva en la reducción de los accidentes de tráfico, por cuanto la tecnología permitirá reducir los fallos humanos que se producen en la conducción.
Desde el club de conductores AEA matizan tras destacar los beneficios que, “sin embargo, el éxito y la eficacia de estos sistemas dependerá del conocimiento que tengan los conductores de su utilidad y de su correcto funcionamiento, y de que se trata de una ayuda a la conducción y no de un sustituto de las decisiones humanas hasta que el coche 100 % autónomo no sea una realidad, porque ello puede provocar un exceso de confianza en la tecnología o una conducción descuidada”, concluyen desde el club de conductores AEA.