13 setas venenosas que crecen en España, cómo identificarlas y características
¿Sabrías diferenciar una seta comestible de una venenosa? En las zonas montañosas de España crece una gran variedad de ejemplares de estos hongos, pero no todos son comestibles. Por el contrario, existen bastantes tipos de setas que son venenosas y que, al comerlas, producen intoxicaciones alimentarias. Y esto solo en los casos más leves, puesto que las más venenosas son altamente letales.
Recoger setas es una actividad muy practicada en otoño. Pero no debes cocinar o comer los ejemplares que recojas si no has estudiado al detalle los diferentes tipos de setas, tienes un buen nivel de conocimiento en micología o lo haces bajo la supervisión de un experto. A continuación te dejamos una lista de las 13 setas más venenosas que crecen en España. Te sorprenderá el parecido de alguno de estos ejemplares con otros comestibles, como sucede con el champiñón.
Contenido de la información:
- Tipos de setas venenosas
- 1. Amanita muscaria
- 2. Falso níscalo
- 3. Amanita pantherina
- 4. Amanita phalloides
- 5. Amanita virosa
- 6. Amanita verna
- 7. Lepiota helveola
- 8. Lepiota brunneoincarnata
- 9. Boletus satanás
- 10. Gyromitra esculenta
- 11. Omphalotus olearius
- 12. Tricoloma pardinum
- 13. Cortinarius Orellanus
- ¿Me puedo envenenar si toco una seta tóxica?
Tipos de setas venenosas
Principalmente, hay dos grandes familias de setas que tienen un montón de especies venenosas. Son principalmente las amanitas y las lepiotas. Aunque no son las únicas. De hecho, en España es posible encontrar otros ejemplares venenosos, fácilmente confundibles como el tubérculo del diablo.
En cuanto a la ingesta, las setas venenosas provocan intoxicaciones al comerlas, ya sean crudas o cocidas. Algunas de estas setas producen dolores de estómago como gastroenteritis, vómitos, mareos, deshidratación o incluso pequeñas alucinaciones.
Por el contrario, las más peligrosas pueden provocar la muerte al ingerirlas, independientemente del estado de salud de la persona que las coma. Esto se produce porque contienen sustancias altamente tóxicas que afectan y destruyen el sistema nervioso central.
1. Amanita muscaria
Esta es una seta que reconoce prácticamente todo el mundo. Es muy fácil de identificar porque la hemos visto en la televisión desde pequeños. Es la típica seta que aparece en la película de Blancanieves y los 7 enanitos y cuyo sombrero carnoso es rojo con puntos blancos.
A esta seta también se la conoce como falsa oronja o matamoscas porque es capaz de dejar paralizados a los insectos que se posen en ella. No es mortal, pero sí provoca una intoxicación grave al ingerirla porque es alucinógena. Crece en bosques de hayas, abetos, pinos u abedules, es muy abundante y puede encontrarse, sobre todo, durante el otoño si el clima ha sido el apropiado.
2. Falso níscalo
El falso níscalo o la seta Lactarius torminosus es un ejemplar que, como su nombre indica, puede confundirse fácilmente con una de las setas comestibles más comunes en España, el níscalo. Se caracteriza por tener un sombrero convexo, es decir, metido hacia dentro, y de tonos marrones o rojizos. Es altamente engañosa porque estos ejemplares desprenden olor dulzón, afrutado, que puede provocar confusión. Sin embargo, al comerla provoca una gran indigestión.
3. Amanita pantherina
Este ejemplar, conocido como amanita pantera o falso galipierno, es similar a la amanita muscaria, pero con un sombrero de color marrón en lugar de rojo. El pie de esta seta es delgado y recto y la cabeza es carnosa. Crece en bosques de castaños, robledales y pinares aunque también puede encontrarse en zonas de encinas y hayedos. Puede crecer en solitario o en grupo y se desarrolla principalmente en otoño.
El sombrero cambia de forma durante su desarrollo. En la primera fase de su crecimiento el sombrero es redondo y, con el paso de los años, se vuelve plano e incluso levemente convexo. Aquí puedes ver dos imágenes de la misma seta en momentos distintos de su desarrollo.
4. Amanita phalloides
Este es uno de los ejemplares con alto grado de toxicidad que hay en España, puesto que puede llegar a ser mortal. Es una seta que se caracteriza por los tonos verdosos y amarillos, con un capuchón cuya forma varía a lo largo de su desarrollo. En la edad adulta es plano. Este ejemplar también recibe el nombre de oronja verde, hongo mortal cicuta verde y crece por toda la península por todo tipo de bosques.
5. Amanita virosa
Otra de las amanitas tóxicas es la conocida como virosa, oronja cheposa o amanita maloliente. Es una seta pequeña, blanca en su conjunto y el pie es delgado. El sombrero tiene forma cónica que culmina en una especie de chepa o joroba, de ahí su nombre.
Es fácil de reconocer si la hueles porque desprende un aroma muy desagradable y porque la superficie del sombrero tiene escamas. Suele crecer en primavera y en grupo.
6. Amanita verna
Similar a la amanita virosa, es conocida como oronja o cicuta blanca. Es una de las especies más engañosas, puesto que tiene gran parecido con el champiñón La diferencia es que este ejemplar es altamente letal y no tiene joroba como la anterior. Tiene un sombrero y pie blanco con tonalidades grisáceas y suele crecer en primavera.
7. Lepiota helveola
Las lepiotas es otra de las grandes familias de setas que tiene ejemplares muy tóxicos. Uno de ellos es la helveola o la lepiota de carne rojiza. Se caracteriza porque es una seta muy pequeña y que tiene un sombrero semiesférico de tonos marrones y blancos.
Se desarrolla principalmente en otoño por todos los bosques de la península ibérica, pero no es muy abundante. Al igual que todos los ejemplares que se incluyen en esta guía, es tóxica.
8. Lepiota brunneoincarnata
Este es un ejemplar extremadamente tóxico y muy fácil de confundir con otras comestibles. Es similar a la anterior, a la lepiota helveola, porque tiene un capuchón con tonos blancos y marrones rojizos en forma de escamas. Se desarrolla en época de mucha lluvia y a pesar de su aroma afrutado es una especie mortal.
9. Boletus satanás
Pronunciar ‘boletus’ en el mundo de las setas suele asociarse a un manjar, a un ejemplar delicioso. Pero es fundamental saber que también hay especies de setas en esta familia que son tóxicas, como por ejemplo el boletus satanás. En cuanto a su aspecto, es similar al resto de ejemplares de esta familia. Es ancho, robusto y de un color inconfundible porque tiene el pie rojizo y la cabeza blanca de tonos pálidos. Los poros del sombrero son amarillentos.
10. Gyromitra esculenta
También conocida como falsa colmenilla, esta seta es muy fácil de reconocer. El sombrero no es redondo, ni convexo, ni esférico, sino que tiene una forma completamente irregular, con muchos pliegues y surcos. Además, es un ejemplar con un color que mezcla los tonos marrones, rojizos y morados y que crece solamente en primavera.
11. Omphalotus olearius
Este ejemplar, conocido como seta de olivo, es de color naranja, crece en grupo y tiene un sombrero convexo, como un embudo. El pie es más grande que el sombrero, es alargado y crece con cierta inclinación. En la oscuridad emite cierta luz.
12. Tricoloma pardinum
Esta seta tiene un sombrero de tonos atigrados, que mezcla colores blancos y negros. Al igual que sucede con el champiñón, desprende olor a harina y tiene un sombrero irregular. Es una seta propia del otoño, que se desarrolla principalmente en zonas de montaña o bosques de conífera.
13. Cortinarius Orellanus
También conocido como cortinario de montaña, se caracteriza por tener un tono rojizo desde el pie hasta el sombrero. El capuchón es plano y por la parte inferior el tono es más oscuro.
¿Me puedo envenenar si toco una seta tóxica?
El tacto no provoca el envenenamiento, pero hay que tomar precauciones y tener mucho cuidado si decides tocar una seta que es tóxica. Si lo haces, es fundamental que te laves las manos cuanto antes y, sobre todo, que no te toques la boca ni los ojos tras haber tocado la seta. Por tanto, con cuidado no habría ningún problema. Que tu mano toque una seta venenosa no te envenena, pero es mejor evitarlo.