Ser padre te ablanda
Ser padre baja la testosterona y actualmente se cree que puede relacionarse con la necesidad de que los varones cuiden de la nueva prole en lugar de pensar en el apareamiento. También disminuyen temporalmente los niveles de esta hormona en los hombres cuando conviven por primera vez con un neonato.
Los niveles de testosterona en los hombres bajan cuando se convierten en padres, de acuerdo con los resultados de una investigación de la Universidad Northwestern de Chicago que se ha publicado en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ (PNAS).. El bajón hormonal propicia, según los autores, que los varones se dediquen al cuidado de las crías dependientes. “Nuestro estudio muestra que los padres humanos están biológicamente preparados para ayudar”, afirma Christopher W. Kuzawa, coautor del estudio y profesor asociado de antropología en el Colegio Weinberg de Artes y Ciencias.
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Los investigadores observaron durante cuatros años y medio a un grupo de 624 varones antes y después de ser padres
Los científicos interpretan que las actividades relacionadas con el apareamiento pueden entrar en conflicto con las responsabilidades de la paternidad y por eso, para que un padre reciente se haga cargo de su prole resulta ventajoso reducir la producción de testosterona, una estimuladora de la competición sexual.
Para dar con estas conclusiones, los investigadores observaron durante cuatros años y medio a un grupo de 624 varones de Filipinas de entre 21,5 y 26 años de edad antes y después de ser padres, con objeto de determinar si sus niveles hormonales cambiaban tras la paternidad.
Los resultados indican, incluso, que los padres experimentan una disminución de la testosterona pasajera y muy intensa cuando llevan por primera vez a casa un recién nacido. “Las exigencias de tener un bebé requieren muchos ajustes emocionales, psicológicos y físicos”, afirma Lee Gettler, otro coautor del estudio. “La biología de un hombre puede cambiar sustancialmente para ayudar a satisfacer esas demandas”, añade. Además, el descenso es más evidente para los padres especialmente involucrados con el cuidado infantil.
En estudios similares anteriores, la cantidad de hombres estudiados no era suficientemente representativa. Además, siempre quedaba la duda sobre si los hombres perdían testosterona al convertirse en padres, o si eran los varones con menos cantidad de esta hormona los más dados a la paternidad. Lo novedoso del enfoque ha sido el seguimiento de un grupo grande de hombres antes y después de la paternidad.