¿Se puede tomar ibuprofeno y paracetamol? Cómo combinarlos
El ibuprofeno y el paracetamol son dos de los medicamentos de venta libre más socorridos para tratar dolores leves, cefaleas y hasta para bajar la fiebre. Son uno de los imprescindibles del botiquín de casa y, precisamente por ello, en ocasiones, tomarlos por cuenta libre, sin recomendación de un médico, puede tener efectos nocivos en la salud o contraindicaciones al no tomarlos bien.
De hecho, esto es lo que sucede al alternar ambos medicamentos para tratar ciertas patologías como al bajar la fiebre. ¿Se puede alternar el ibuprofeno y el paracetamol? ¿En qué casos es recomendable y cuándo hay que evitar hacerlo?
¿Alternar ibuprofeno y paracetamol es bueno o malo?
Depende. No hay una única respuesta a esta pregunta porque la posibilidad de combinar ambos medicamentos depende directamente de la dolencia a tratar o del estado del paciente.
Ambos son medicamentos analgésicos, aunque tienen finalidades distintas. Por un lado, el ibuprofeno es un antiinflamatorio, mientras que el paracetamol es conocido por ser antipirético y antitérmico. En la práctica, el ibuprofeno se usa para paliar dolores provocados por inflamación y más intensos, mientras que el paracetamol es más suave y se usa, principalmente, para bajar la fiebre.
De manera general, los expertos médicos recomiendan alternar ambos medicamentos solo en casos concretos y excepcionales en los que el consumo de uno de los dos en exclusiva no sirva para remitir el dolor. Pero siempre bajo prescripción médica. Y nunca como tratamiento primario o de base, desde el primer momento.
¿Se puede alternar el ibuprofeno con el paracetamol para aliviar el dolor?
Sí se puede, pero solo en determinadas circunstancias y bajo la recomendación de un médico. Combinar ambos medicamentos es posible, pero siempre y cuando se realice con las dosis apropiadas y en los momentos adecuados bajo un orden establecido.
Aunque no hay una regla concreta, cuando el consumo de ibuprofeno no sea suficiente por sí solo para calmar el dolor o este aparezca a las pocas horas, puede alternarse con el paracetamol en intervalos cada 4 horas.
En el caso de que el tratamiento principal sea el paracetamol, puede reducirse el intervalo de ingesta de dosis hasta las 4 o 6 horas y evitar así alternarlo.
Los intervalos y la periodicidad del medicamento específico o de la combinación de ambos depende en exclusiva de las dosis de cada pastilla, así como de lo pautado por el médico.