Remedios caseros para los hongos en las uñas de los pies
Los hongos en las uñas de los pies, afección conocida también como onicomicosis, es muy frecuente, sobre todo en personas de edad avanzada. De todos modos, es una enfermedad que puede presentarse en cualquier momento de la vida, y que puede generar muchas molestias. Aunque no es doloroso, le resta belleza a los pies y, si no se trata a tiempo, puede causar la pérdida completa de la parte dañada.
Además de los problemas de los hongos, desde esta otra información puedes consultar cuáles son los problemas más comunes en los pies que provocan incomodidad al caminar.
Contenido de la información:
Cómo curar los hongos en las uñas de los pies
Si es verdad que en muchos casos lo mejor es ir al especialista, también se puede quitar con algunos remedios caseros y productos farmacéuticos para las uñas de los pies. Otra opción es comprar un tratamiento anti hongos para uñas de manos y pies que elimine la infección de raíz.
Medicamentos
1 Puedes conseguir en las farmacias algunos medicamentos especiales para esta afección. Lo ideal es que utilices las presentaciones que vienen con brochas como las de los esmaltes de uña. De esa manera, tendrán mayor absorción y efectividad. Cada medicina tiene sus propias indicaciones, que debes seguir al pie de la letra para conseguir resultados.
2 Vaselina para las uñas de los pies
¿Has probado a usar la vaselina para hongos en los pies? Para matar al hongo y evitar que se propague, puedes probar con la aplicación de vaselina en el área afectada todas las noches. Es importante hacerlo con las uñas completamente secas.
Azufre para los hongos
3 ¿El azufre sirve para los hongos? Sí, también puedes aplicar polvo de azufre, que se consigue en las farmacias sin prescripción médica. Una opción es mezclarlo con el medicamento contra los hongos, para así darle mayor potencia.
Agua y vinagre
4 Otra posibilidad es remojar los pies en una mezcla de 2 litros de agua con un cuarto de taza de vinagre. Puedes repetir este procedimiento todos los días, durante dos semanas.
Bicarbonato y otras sales
5 También puedes combinar un litro de agua caliente, un cuarto de taza de peróxido, media taza de bicarbonato, media taza de sales inglesas y un cuarto de taza de vinagre blanco. Remoja los pies en esta solución.
Vinagre blanco
6 Puedes, igualmente, mojar un algodón con vinagre blanco y colocarlo sobre la uña. Déjalo fijo durante todo el día y cámbialo en la noche. Debes hacer este procedimiento todos los días por cuatro semanas. También puedes colocar el dedo en una mezcla de Listerine y vinagre blanco.
Aceites
7 El aceite de naranja –no el que se usa en la limpieza, sino en la jardinería– puede ser útil para combatir los hongos rebeldes. Aplica unas gotas en la zona afectada todos los días. Otros aceites útiles pueden ser los de árbol de té, neem, orégano y tomillo.
Deja los pies al descubierto
8 No utilices los mismos zapatos de siempre, pues lo ideal es cambiar el ambiente en el que se ha desarrollado el hongo. Es recomendable usar sandalias anchas que dejen la parte afectada al aire libre.
Ir al médico
9 Si nada de eso funciona, lo mejor es acudir al especialista. Quizás sea necesario el uso de medicinas orales.
Prevención para evitar los hongos en las uñas de los pies
10 Para prevenir la aparición de futuros hongos, debes evitar andar con los pies descalzos en lugares públicos, secar muy bien los pies, cambiar tus medias todos los días, emplear zapatos cómodos y talcos antihongos.
Peces masajistas
Durante unos años ha estado de moda someterse a la limpieza de los denominados ‘peces masajistas’ o ‘fish spa’, unos pequeños anfibios con nombre Garra Rufa. Estos peces tienen la capacidad de microsuccionar las células muertas de la piel del pie, estimulando así los puntos de acupuntura y acelerando la circulación sanguínea.
Sin embargo, estos tratamientos cuyo objetivo es exfoliar la piel de forma natural, pueden tener el efecto contrario y provocar los hongos en los pies.
Cómo mantener los pies sanos
Algunas de las recomendaciones para mantener los pies sanos son:
- Lavar los pies una vez al día.
- Mantener un cuidado de la piel con masajes con piedra pómez.
- Duchas de contraste de agua fría y caliente para mejorar circulación.
- Utilizar cremas hidratantes.
- Si no es posible andar todos los días, masajear la zona y hacer ejercicios.
- Usar tacones únicamente en ocasiones especiales.
- Al final del día poner los pies en alto por encima del corazón para mejorar la circulación.