Quién tiene que pagar la comisión inmobiliaria de la compraventa de una casa

La comisión inmobiliaria es el coste que cobran las agencias por encargarse de la gestión de la compraventa de una vivienda. ¿Pero, quién tiene que pagarlo? ¿Lo asume el vendedor o el comprador? En esta guía te explicamos con detalle en qué consiste la comisión de una agencia inmobiliaria y quién debe asumir estos gastos en una operación de compraventa de vivienda. Si quieres hacerte una idea de a cuánto asciende esta comisión, aquí puedes consultar cuánto cobran las inmobiliarias por vender una casa.

Esta es una información fundamental a tener en cuenta, dado que las agencias inmobiliarias todavía siguen siendo necesarias en las compraventas de 6 de cada 10 viviendas.

En qué consiste la comisión inmobiliaria

La comisión inmobiliaria es el coste que cobra la empresa por encargarse de la gestión de la compraventa de una vivienda o inmueble, es decir, por actuar como un servicio de intermediación. En otras palabras, es el precio a pagar por delegar todos los trámites de esta operación en una agencia y poder desligarse del papeleo.

¿Pero, es un gasto obligatorio? No tiene por qué. La compraventa de vivienda a través de una inmobiliaria es opcional, puesto que si lo que quieres es ahorrar al máximo en la operación, siempre puedes hacer la gestión de manera autónoma y comprar o vender a un particular. En estos casos, el proceso es más barato al ahorrarte esta comisión, pero supone una mayor implicación en tiempo y esfuerzo.

Esta comisión la cobran las agencias inmobiliarias, tanto para poner una casa en alquiler, como para una operación de compraventa. Si lo que te interesa es alquilar una casa sin inmobiliaria, te explicamos cómo conseguir un alquiler entre particulares en esta otra información.

Quién tiene que pagar los costes de la inmobiliaria

La ley no impone la obligación a ninguna de las partes para asumir este pago. Es decir, que no existe ninguna regla que dicte quién tiene que pagar la comisión inmobiliaria. Aunque por lo general, son los vendedores los de la vivienda los que asumen este gasto.

Sin embargo, algunas inmobiliarias exigen a los compradores el pago de una comisión adicional por la gestión, que se entiende también como una comisión inmobiliaria.

El pago de esta comisión no está regulado por ley, motivo por el que cada empresa puede establecer la cantidad que quiera, así como el momento de pago en el que desea recibirlo. Lo que sí es obligatorio es que la agencia informe de manera transparente a las partes de estas comisiones. Para ello, en el documento de contratación de los servicios inmobiliarios que la empresa da al vendedor de la casa, debe aparecer una cláusula que indique la cuantía, momento de pago y condiciones de esta comisión.

Si la inmobiliaria también cobra una comisión al comprador, debe informarle previamente y de manera clara. En concreto, cuando un comprador se interesa por una vivienda, la agencia inmobiliaria debe ofrecerle una hoja de visitas en la que se detalle esta comisión, desde el momento del pago hasta la cantidad y condiciones del coste.

Cuándo se pagan los honorarios

El momento de hacer el pago depende de la agencia con la que se contrate el servicio.

• Hay algunas que solicitan el cobro de la comisión por adelantado, incluso antes de poner el piso a la venta.
• Pero no en todos los casos es así. Algunas solicitan el cobro justo en el momento en el que se formaliza la compraventa de la vivienda.
• Por último, hay una tercera modalidad de pago. Las que piden un porcentaje de estos honorarios por adelantado y el resto una vez formalizada la compraventa.

Qué gestiones incluye esta comisión

La comisión inmobiliaria incluye todos los trámites que la agencia realiza para formalizar la compraventa. Algunos de ellos son:

• Asesoramiento al vendedor y comprador de la casa
• Tasación de la vivienda
• Acompañar y organizar las viviendas
• Contrato de arras de compradores
• Firmas ante notario
• Otros trámites legales necesarios para hacer la operación.

¿Merece la pena contratar los servicios de una inmobiliaria?

Hay quienes prefieren optar por esta vía, a pesar de tener que pagar estos honorarios, porque pueden olvidarse del papeleo y delegar todos los trámites a la inmobiliaria. Y, porque además, los posibles riesgos y problemas que puedan surgir durante el procedimiento, tienen un mayor respaldo legal y son minimizados por la agencia.

En cuanto a si merece la pena o no, depende de cada caso. Si una persona tiene un comprador interesado y tiene la capacidad para realizar todos los trámites de manera autónoma, sin pagar a una agencia, puede ahorrarse estos costes y formalizar la operación por su cuenta. Por el contrario, si no se lleva muy bien con el papeleo, documentación y tampoco tiene comprador interesado, quizá le merezca la pena contratar estos servicios. La decisión está en reflexionar acerca de todos estos aspectos y elegir la que cada uno considere más adecuada.

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