Quien quiera móvil que lo pague, los gratis tienen muchas condiciones
¿Qué oportunidades y desventajas encuentran los consumidores en las tácticas de las operadoras de regalar (o no) móviles? De un tiempo a esta parte, desde 2012, ya no hay móviles gratis al hacer un contrato con una compañía. Eso ya lo sabe todo el mundo porque quien quería conseguir un móvil mejor tenía un truco fácil a su alcance, la portabilidad: cambiar de compañía y que, con la nueva alta, le regalasen un terminal. Movistar acabó en marzo con la subvención o regalo de móviles como reclamo comercial y le siguieron Vodafone y Yoigo, mientras que Orange nunca se ha salido de esta opción. En realidad, este movil “gratis” tiene un precio muy alto para el consumidor y obliga al cliente a firmar un contrato de permanencia (de entre 18 y 24 meses) con un consumo mínimo mensual (datos y llamadas). Así, quien quiera un móvil, que lo pague.
La Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros de España (ADICAE) ha analizado los costes, ventajas y desventajas de tener teléfono móvil y lo que supone para el bolsillo decantarse por comprarlo, pagarlo a plazos o asumir las duras condiciones de permanencia a cambio de obtener un terminal gratis.
Por ejemplo, Movistar propone que quien quiera un móvil caro, se lo tiene que pagar. La manera de hacerlo es mediante financiación a entre 10 y 24 meses, sin intereses, bien con recargo a la factura o bien a través de una entidad financiera (en el caso de Movistar, Finconsum, financiera filial de la Caixa).
Lo que cuesta un Samsung Galaxy SIII
Así, el consumidor que quiera adquirir un modelo Samsung Galaxy SIII, por ejemplo, puede pagar 580 euros al contado, o bien no abonar nada al principio y pagarlo a plazos. Para los clientes con contrato Fusión, que tienen ofertas especiales, el pago se puede ir realizando a través de la factura, mediante una cuota adicional de 21,75 euros (a 24 meses, el máximo), que se sumaría a los 49,90 euros (sin IVA) de la tarifa mensual mínima de Movistar Fusión. En total, sumando el IVA, el consumidor pagará al mes 90,70 euros. Para los clientes con contrato móvil convencional, el pago se puede realizar mediante la financiera, en 24 plazos mensuales de 24,17 euros. Con esta opción, y contratando la tarifa mínima obligatoria, el consumidor deberá abonar, entre consumo telefónico y pago del terminal, un mínimo total de 54,65 euros al mes durante dos años.
El pago a plazos supone permanencia
Este periodo de pago a plazos es en realidad también una permanencia, puesto que hasta que no se abone el móvil el consumidor no puede romper con la compañía y cambiarse a otra. La teoría es que, librándose de tener que subvencionar el terminal, la empresa puede ofrecer tarifas más competitivas, en un mercado en el que han irrumpido con fuerza los operadores móviles virtuales como los de supermercados, por ejemplo. Sin embargo, como se ve, la realidad es que supone atar al consumidor durante meses a un gasto mínimo bastante alto.
Móviles “gratis”… Pero con muchas condiciones
Yoigo y Vodafone se apuntaron en un primer momento a este sistema, pero en los meses siguientes anunciaron en prensa que volverían a la subvención de móviles. Así, en las ofertas de Vodafone se encuentran móviles a coste 0 a cambio de portabilidad desde otra compañía, mientras que Yoigo, a pesar del anuncio, todavía mantiene el sistema de pago a plazos. Orange ha mantenido este sistema. Queda claro que los móviles, en ningún caso, salen “gratis” al consumidor: para obtener un terminal nuevo hay que comprometerse a una cuota mensual durante, en muchos casos, dos años. Un gasto que el consumidor debe valorar si va a poder afrontar.
Móvil libre, pero caro
Otra opción es adquirir un móvil libre (aquel que no tiene un bloqueo y se puede usar para cualquier compañía). Si es de última tecnología, supone un importante desembolso. Pero con el móvil libre se tiene la libertad de cambiar de compañía cuando uno quiera y manteniendo el número, un trámite que por ley debe realizarse en un solo día. Esto permite al consumidor “saltar” a tarifas más competitivas sin la atadura de la permanencia. Una ventaja en pleno desarrollo de los operadores móviles virtuales. Las propias compañías telefónicas tienen “marcas blancas” en este sector, como Amena, en el caso de Orange, o Tuenti Móvil, en el de Movistar, e incluso los supermercados como Carrefour o Eroski se han sumado a este mercado con tarifas competitivas y sin consumos mínimos.
¿Cual elegir? Cada usuario deberá echar sus propias cuentas y determinar qué le interesa más. Calculadora en mano, dependiendo del tipo de terminal que prefiramos sabremos qué opción nos interesará más.
Las tarifas de los teléfonos móviles seguirán siendo caras en la medida que se sigan regalando terminales con contratos de permanencia leoninos
España es un país en el que a mucha gente el móvil le sale gratis… y la factura cara. Mientras que en Europa predominan unas tarifas más baratas que las españolas pero no se ven las subvenciones a las que aquí estamos tan acostumbrados que casi permiten comprar gratis un nuevo teléfono móvil. Y es que en España es justo al revés: tarifas caras a cambio de recibir móviles gratis o muy baratos. Un regalo envenenado que se nos cobra en cada factura que pagamos y mediante interminables compromisos de permanencia. Si bien Movistar dijo que ya no regalaría más móviles y otros operadores como Vodafone se sumaron, tras unos meses y una fuerte pérdida de clientes por parte de ambas operadoras, Vodafone vuelve a las andadas y da móviles gratis. ¿Qué hará Movistar? Mientras tanto, nuestras tarifas siguen entre las más caras de Europa, denuncia la OCU.
La maniobra de Movistar arrastró a Vodafone, que se subió al carro del nuevo sistema. Sin embargo, ahora Vodafone rectifica y anuncia que vuelve a subvencionar móviles. De momento es algo temporal (hasta el 15 de septiembre) y solo para clientes que realicen la portabilidad hacia Vodafone. ¿Volvemos a los orígenes?
Durante años las operadoras han apostado por una fuerte inversión en terminales móviles: corrían con el coste de los teléfonos para poder dárselos gratis a sus clientes. Ha sido su principal reclamo tanto para retener como para captar a nuevos clientes.
Movistar primero y Vodafone después decidieron romper la baraja y cambiar de rumbo: no más móviles gratis. En lugar de subvención de teléfonos, planteaban opciones de financiación. Pero Orange se negó a cambiar de estrategia.
Movistar, irritada por la decisión de Orange de no seguir sus pasos, ha lanzado agresivas campañas para robarle clientes, como por ejemplo la oferta de terminales de gama media-alta sin compromiso de permanencia y solo para clientes que quisiesen ser infieles a Orange. En suma: más móviles gratis. ¿Es solo una estrategia puntual o más pronto que tarde volverán a lo mismo de siempre?
Tras varios meses con fuertes pérdidas de clientes, Vodafone da marcha atrás y regala terminales a quien solicite la portabilidad.
La tarifa mensual es el verdadero gasto para el cliente
Los consumidores españoles padecemos tarifas mucho más elevadas que las de los países de nuestro entorno, y la política de subvencionar móviles está directamente relacionada con este problema. Pero la solución no está en dejar las tarifas igual de altas y no subvencionar móviles.
Ni Movistar ni Vodafone pueden pretender mantener su cuota de mercado sin cambiar precios pero quitando los “regalos” a los que tienen acostumbrados a sus clientes. El fin de la subvención de terminales no puede tener éxito si no pasa por una fuerte reducción de tarifas, con precios como los que ya aplican los pequeños operadores (que no subvencionan terminales).