Qué tomar para la tos con flemas
La tos con flemas es una de las visitas más indeseables que se producen con los cambios de tiempo. Mucosidad, dificultad para respirar, incomodidad y malestar general son los síntomas asociados a esta patología. Una consecuencia directa de un clima inestable como el que se está produciendo esta primavera en el que pasar de los 28 grados a los 15 en cuestión de horas se ha vuelto una de las escenas más habituales.
Si sufres de tos con flemas, la buena noticia es que hay una serie de remedios caseros y tratamientos que puedes poner en práctica para aliviar los síntomas de forma progresiva hasta conseguir su desaparición. Aunque si no tienes mocos, quizá te interese consultar cuáles son los mejores trucos para quitar la tos.
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Por qué tengo tos con flemas
Ya sea por un resfriado, alergia o una gripe, ¿quién no ha experimentado alguna vez la incomodidad de tener tos? Esto puede llegar a ser muy molesto, por lo que resulta interesante conocer sus causas para prevenirla. En concreto, la tos con flemas, también conocida como tos productiva, suele deberse a otras enfermedades respiratorias. Entre ellas, la más común es la gripe o el resfriado. Además, en estos casos suele ir acompañada de otros síntomas fácilmente reconocibles, como el dolor en el cuerpo o la fiebre.
Por lo que respecta a su tratamiento, si quieres saber cómo terminar con la tos con flemas, lo primero que tienes que hacer es acudir a tu médico para que te examine y pueda dictaminar la causa de este hecho. Una vez descubra el origen que está causando las flemas, podrá recetarte un tipo medicamento u otro. Lo más aconsejable suele ser tomar medicamentos específicos que ayuden a diluir la flema. En todo caso, para poder tomarlos será necesaria la prescripción de un profesional médico. Aunque el tratamiento específico o qué tomar para la tos con flema depende del color y del tipo de mucosidad que experimenta cada paciente.
¿De qué color son las flemas?
Las flemas son un tipo de mucosidad que se genera en la zona del pecho y que pueden tener diferentes tonalidades que son un indicativo de la gravedad de la infección o enfermedad que sufre una persona.
Por tanto, el color de este tipo de mocos sirve de guía o señal para saber si la persona que las sufre debería ir al médico para que le realicen un diagnóstico o si, por el contrario, solo necesita guardar reposo para pasar el mal trago cuanto antes. La regla es sencilla, las flemas de tonos claros no deben preocuparte, mientras que las de tonos oscuros pueden ser un síntoma de enfermedades más graves relacionadas con los pulmones. Podemos distinguir, en términos generales, cuatro colores característicos de las flemas:
- Las flemas de tono transparente son las más comunes y las que no deben preocuparte más allá de la molestia e incomodidad que generan. Suelen ser consecuencia de un resfriado o de la gripe y desaparecen a los pocos días.
- Si el color de la flema empieza a adquirir tonos verdes o amarillos, es síntoma de que las defensas del cuerpo están combatiendo el virus, por lo que es un síntoma positivo que no debe preocuparte.
- Por el contrario, si las flemas tienen un tono rojo, debes tener más cuidado. Esto se produce porque tienes restos de sangre, que es lo que provoca que tenga ese color. Si notas que la sangre es abundante y este síntoma va acompañado de dificultad para respirar, es mejor que acudas al médico.
- Por último, si las flemas tienen color marrón o negro, debes estar vigilante. Este tipo de flemas con tonos oscuros pueden aparecer por diferentes causas, aunque no suelen ser muy buen indicativo. Si detectas estos síntomas, lo más recomendable es que acudas a un especialista para que pueda realizarte un diagnóstico y salir de dudas.
Qué tomar para la tos con flemas
Más allá de los tratamientos farmacológicos que puedan recetarte los médicos, hay una serie de remedios caseros que pueden ayudarte a aliviar las molestias de la tos con flemas y a reducir la masa de mucosidad tan molesta que se aloja en la garganta.
Humedecer el ambiente
Un ambiente muy seco es el caldo de cultivo perfecto para que la garganta se irrite y comience la formación de una masa de mucosa. Y, por tanto, una exposición prolongada en este tipo de ambientes puede ser la responsable de la aparición de tos con flemas. Para evitarlo, lo único que hay que hacer es humedecer el ambiente y, para ello, nada mejor que comprar un humidificador para casa que permita regular los niveles de humedad de cada habitación de forma rápida y sencilla.
Beber mucho líquido
Mantenerse bien hidratado y beber mucho líquido es clave para diluir de forma progresiva la mucosidad acumulada en la garganta y aliviar los síntomas generales de la tos con flemas. Para ello, lo mejor es tomar agua de manera habitual y combinarla con infusiones calientes que permitan calmar la irritación provocada por la tos y ayuden a deshacer la masa de mocos impregnada en la garganta.
Leche con miel
Un vasito de leche con miel es uno de los clásicos remedios de la abuela que, como dirían, es mano de santo para curar la tos con flemas. Las propiedades calmantes asociadas a la miel, más la leche caliente, permiten conseguir un efecto calmante y de alivio instantáneo, además de disfrutar de una bebida que tiene un sabor especialmente rico y dulzón. Si te gusta, también puedes añadir un poco de zumo de limón a la mezcla. O, directamente, preparar una infusión de agua con miel y limón para conseguir el mismo efecto.
Vapores con aceites esenciales
Otro de los remedios caseros que pueden ayudarte a calmar los síntomas provocados de la tos con flemas es hacer vapores de agua con aceites esenciales. Para ello, solamente hay que calentar una olla con agua hasta que empiece la ebullición, echar unas gotas de aceites esenciales y, con cuidado y con la olla fuera del fuego, poner la cara encima de la olla para que el vapor que emite el agua caliente entre por la garganta y las fosas nasales y te ayude a despejarte.
Cómo saber qué tipo de tos tengo
Es importante tener en cuenta que cuando tenemos tos, esta puede ser indicativa de otra patología, como la gripe, la neumonía, la bronquitis o muchas otras enfermedades de mayor o menor gravedad. De hecho, para curarla hay que ir directamente a eliminar aquello que la produce. Por ello, es interesante conocer las posibles causas de tener tos.
Independientemente del caso, lo mejor es visitar a un especialista, pues al conocer exactamente las causas se podrá llegar a una rápida solución. Además, puede ser síntoma de un mal mayor, por lo que es mejor que el médico sea quien haga la evaluación.
Causas
Existen muchas causas que pueden provocar que tengamos tos. Por este motivo, resulta interesante observar qué otros síntomas tenemos para descubrir exactamente la razón de estar así y poder solventarlo a la mayor brevedad. Entre las causas más comunes del carraspeo podemos encontrar las siguientes:
- Resfriado o gripe. La más común, especialmente en ciertas épocas del año, en las que el frío o el cambio de temperaturas pueden llegar a afectarnos mucho.
- Sinusitis.
- Rinitis.
- Laringitis.
- Faringitis.
- Bronquitis.
- Bronquiectasia.
- Alergia. Si estás expuesto a sustancias alérgicas como el polen o el polvo, tal vez sean estas las que la producen.
- Efectos secundarios de determinados medicamentos, especialmente los pautados para patologías del corazón.
- Edema pulmonar.
Por supuesto, a estas se pueden sumar muchas otras. Así pues, te aconsejamos tomar nota de todos los síntomas para informar a tu médico. Él, además, podrá realizarte otras pruebas como la espirometría, la prueba de provocación bronquial o incluso una radiografía de tórax. Con todos estos datos, descubrirás por qué tienes tos y se aplicará el tratamiento que más convenga.
Es importante tener en cuenta que existen diversos tipos de tos. Así, en función de la que padezcas, se te pautará un tratamiento u otro. A continuación te hablamos de las más comunes.
Alérgica
Seca y constante y se da cuando te expones a aquello a lo que tienes alergia. Dependiendo de cada caso, esto puede ser el polvo, el polen, el pelo de animal o incluso algunas plantas, por ejemplo. Nuestra recomendación es observar en qué momentos surge y tratar de definirlo al máximo para trasladárselo a tu médico.
En cuanto al tratamiento, suele basarse en la toma de determinados antialérgicos, como por ejemplo la hidroxicina. En todo caso, además del medicamento será fundamental evitar el contacto con la sustancia que esté produciendo la alergia.
Seca o irritativa
Para saber cómo acabar con la tos seca, en primer lugar tienes que saber que este tipo viene derivada de una irritación en la garganta. Puede ser provocada por la presencia de algún cuerpo extraño en tus vías respiratorias o incluso por la inhalación de humo. Entre los principales remedios caseros para la tos irritativa se encuentra mantener la garganta hidratada, bebiendo agua y tratando de calmar la irritabilidad.