Qué puede hacer una persona autorizada en una cuenta bancaria

Las personas autorizadas en una cuenta bancaria tienen acceso a la información del saldo disponible, así como de la realización de algunas gestiones, pero también tienen sus limitaciones. Los autorizados de las cuentas bancarias suelen ser los padres o, en el caso de que estos sean ya muy mayores, los hijos. Si quieres saber más, en esta otra información puedes consultar cuáles son las diferencias entre un autorizado y un titular de una cuenta bancaria.

Qué puede hacer un autorizado en cuenta

Un autorizado en una cuenta bancaria es una persona que tiene acceso al saldo disponible en dicha cuenta, siempre bajo el consentimiento del titular de la misma. Además de tener acceso a la cuantía de dinero disponible en este producto financiero, las personas autorizadas también pueden firmar cheques, reintegros y otros documentos relativos a la cuenta bancaria.

Otra de las acciones que pueden efectuar los autorizados en cuenta es el derecho de legitimación para solicitar a la entidad la baja de esta condición. Además, la entidad no puede exigir el consentimiento del titular para conceder esta solicitud, puesto que entre los derechos del autorizado está el de renunciar al mandato.

Qué gestiones no puede hacer un autorizado

Sin embargo, ser autorizado tiene sus limitaciones y no pueden realizar algunas gestiones relativas a las cuentas. En concreto, los trámites que no puede hacer una persona autorizada en una cuenta son los siguientes:

• Modificar cualquiera de las condiciones del contrato original del titular.
• Solicitar la cancelación de la cuenta o pedir su bloqueo.
• No pueden realizar disposiciones contra la cuenta tras el fallecimiento del titular.

Cómo ser autorizado en una cuenta

La condición de autorizado, tal y como aparece detallado en la Memoria de Reclamaciones 2021 elaborada por el Banco de España, solamente puede conseguirse si el titular de la misma da la autorización expresa y por escrito de ello. Es decir, que es el titular de la cuenta bancaria el que tiene que dar la orden expresa para autorizar que otra persona tenga esta condición.

Además, para formalizar la operación son necesarias tanto las firmas de el o los titulares de la cuenta, como de los que van a pasar a ser autorizados de la misma. La finalidad de este trámite es permitir a cualquier empleado de la entidad que pueda hacer las comprobaciones oportunas para evitar que personas no legitimadas realicen operaciones o disposiciones de fondos en determinadas cuentas.

Situación distinta es aquella en la que una persona con discapacidad autoriza a alguien para que opere por él cuando no pueda hacerlo. En este caso, el proceso para realizar la autorización varía y debe ajustarse a unos trámites legales.

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