Qué es un seguro de crédito y qué operaciones cubre
El seguro de crédito es una herramienta que sirve como medida de protección ante el posible impago de los clientes de un negocio. Con este seguro, una empresa puede minimizar los efectos negativos que pueden provocar las deudas de sus clientes, así como asegurarse el cobro del crédito a través de una indemnización por parte de la aseguradora.
En esta guía te explicamos todo lo que necesitas saber sobre este seguro de crédito: desde las coberturas que tiene, el procedimiento de actuación de la aseguradora en caso de impago y hasta los tipos de pólizas que hay.
Contenido de la información:
Qué es un seguro de crédito
El seguro de crédito es una herramienta empresarial que tiene por objetivo garantizar el cobro de los pagos que una empresa contrae con sus clientes. Esta es una póliza de seguro destinada a proteger a una entidad en aquellos casos en los que el deudor no pueda hacer frente a los pagos pendientes derivados de la compra de un producto o servicio.
Lo vemos con un ejemplo. Imagina que una empresa de alimentación vende a un cliente 50 kilos de naranjas a un precio cerrado. Pero a la hora de cobrar por el producto vendido, el cliente declara que no puede hacer frente al pago y no abona el dinero correspondiente.
En estos casos, la aseguradora debe comenzar un procedimiento específico para garantizar el pago del dinero por esos kilos de fruta por parte de su cliente.
Actuación de la aseguradora en caso de impago
Este tipo de pólizas están reguladas por la Ley 50 / 1980 de Contrato de Seguro que establece que a través de este contrato, el asegurador se obliga a indemnizar al asegurado las pérdidas que experimente a consecuencia de la insolvencia de sus deudores.
Esto quiere decir que el seguro cubre y protege a las empresas de los impagos de sus clientes por insolvencia. En el caso de que el cliente no pueda pagar el crédito que tiene pendiente, la aseguradora comienza un procedimiento específico para garantizar el pago y, en su defecto, pagar una indemnización a su asegurado. El procedimiento que siguen estas aseguradoras en caso de impago es el siguiente:
En primer lugar, la entidad comienza el proceso necesario para garantizar el pago por parte del cliente. Para ello, puede recurrir a la vía amistosa, judicial o concursal. Si no lo consigue, entonces es la aseguradora la que debe indemnizar a la empresa en función de lo reflejado en la póliza, según el importe y tipo de operación.
Para determinar que un deudor es insolvente y, por tanto, proceder a la indemnización, el cliente que no ha pagado debe encontrarse en alguna de las siguientes circunstancias, tal y como detalla la normativa:
- Haber sido declarado en quiebra mediante resolución judicial firme.
- En el caso de haber aprobado un convenio por vía judicial en el que se establezca una quita del importe.
- Cuando se haya despachado mandamiento de ejecución o apremio, sin que del embargo resulten bienes libres para el pago.
- Cuando ambas partes, por mutuo acuerdo, consideren que el crédito es incobrable.
En cualquiera de los casos, una vez transcurran seis meses desde el aviso de impago al cliente, este debe abonar el 50 % de la deuda con carácter provisional.
Qué cubre el seguro de crédito
Según lo explicado en el apartado anterior, la cobertura estrella de este seguro de crédito es minimizar el impacto negativo que supone un impago en la economía de una empresa. Gracias a las gestiones que lleva a cabo la entidad para garantizar el cobro y al pago de una indemnización en caso de no conseguirlo.
En cuanto al importe y tipo de operaciones que cubre la póliza, depende directamente de la empresa. Para ello, a la hora de contratar cualquier póliza, la aseguradora realiza un análisis y estudio para conocer los posibles riesgos, actividades y clientes de un negocio.
A partir de esta información, la aseguradora ofrece a la empresa las distintas coberturas específicas, así como el importe máximo que cubre cada una de ellas. Solamente después de firmar este contrato, la entidad puede formalizar otras operaciones comerciales para que queden cubiertas por la misma. Y garantizar así la solvencia empresarial y limitar el riesgo de impago.
Como consecuencia, el precio de la póliza está directamente determinado por el riesgo, así como el importe de las operaciones que cubre.
Pero además de la protección ante impago, el seguro de crédito ofrece estas otras coberturas a los clientes:
- Información y análisis de clientes actuales. Y aviso de aquellos cuya economía y salud financiera empieza a quebrar.
- Estudio de nuevos clientes potenciales, incluso en otros mercados, para la posible expansión empresarial con las mayores garantías.
Tipos de seguros de crédito
Existen varios tipos de seguro de crédito que pueden contratar las empresas. La elección depende de las necesidades empresariales y del tipo de negocio. En concreto, dependiendo del mercado en el que trabaje una empresa, puede elegir entre tres tipos de pólizas:
- Las que cubren operaciones en el interior de un país, en este caso, en España.
- Las pólizas que cubren las operaciones que tienen lugar fuera de las fronteras del país en el que se contrata.
- Las pólizas globales, que cubren las operaciones tanto del interior como del exterior de un país.
- Por otra parte, también existen diferencias entre las pólizas de seguro específicas para empresas pequeñas, que tienen un radio de actuación más limitado. Y las especializadas en sectores profesionales que trabajan a un nivel internacional y con una gran cadena de producción.
- De manera adicional al ámbito geográfico, existen pólizas que pueden contratarse para una operación específica. No es lo más común, pero puede darse el caso de que una entidad quiera obtener protección frente a una transacción concreta de gran importancia para el futuro del negocio. Aunque lo más común es contratar un seguro de crédito que cubra la totalidad de las operaciones que lleva a cabo un negocio.
Cómo elegir una aseguradora de crédito
Existen muchas empresas que ofrecen esta cobertura para prevenir el riesgo comercial de las empresas. Para elegir la mejor en función de cada tipo de empresa, hay que tener en cuenta algunos factores:
- Las coberturas que te ofrece cada póliza y el importe máximo de cada operación para elegir la que mejor se adapte a cada negocio.
- La posibilidad de actuación de la aseguradora en mercados extranjeros, tanto si la empresa opera fuera del país como si no. Esta posibilidad abre puertas a un negocio en cuanto a detectar nuevos clientes potenciales y desarrollar el negocio en el extranjero.
- Facilidad de comunicación con los expertos ante cualquier problema.
- Prima mensual a pagar por este tipo de póliza de seguro.