Qué es el metaverso, el mundo virtual en el que puedes hacer de todo
La existencia de un mundo virtual paralelo siempre ha sido un argumento muy explotado por el cine y las series de televisión. De hecho, puede que hayas visto alguna serie o película en la que un personaje se convierte en un muñeco animado y se pierde en un universo paralelo y tridimensional distinto de la realidad. Son escenas típicas de proyecciones de ciencia ficción que seguro alguna vez te han hecho plantearte si en algún momento esto se convertirá en una realidad.
La respuesta aún se desconoce, pero lo que ha funcionado siempre como un argumento de películas fantásticas, hoy está un paso más cerca de convertirse en una realidad. A continuación te explicamos qué es el metaverso, este nuevo mundo virtual en el que puedes hacer de todo y que puede cambiar la forma en la que vivimos.
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Qué es el metaverso
El concepto metaverso hace referencia a un mundo virtual, paralelo a la realidad, que pretende convertirse en un nuevo espacio en el que las personas puedan trabajar, socializar, aprender, comprar y, en definitiva, tener una vida paralela a la real.
El entorno del metaverso se desarrolla tomando como pilar central la experiencia inmersiva. Combinado con la realidad virtual y la realidad aumentada, una persona puede acceder a este nuevo mundo y andar, moverse, reírse, ir a trabajar, adquirir una vivienda y comprar en una tienda virtual sin moverse de su habitación.
A este nuevo mundo virtual nos conectaremos con dispositivos tecnológicos, como por ejemplo gafas de realidad virtual, cascos y sensores de movimiento y nos transportaremos a otro universo diferente al que está nuestro cuerpo físicamente.
Si buscamos una definición del concepto metaverso, Jonathan Escobar, CEO de ActioGlobal, lo resume así: “Metaverso supone la transformación digital real de la forma de trabajar en las empresas; todo lo que se había hecho hasta ahora eran solo pasos en esa dirección. Significa hacer realidad el mundo Phygital (acrónimo de Physical + digital), donde personas físicas de cualquier lugar del planeta interactúan en espacios cien por cien virtuales que reproducen el mundo físico a través de bits”.
A juicio de Escobar, “uno de los elementos esenciales para el desarrollo del metaverso será el real time speech translation y el natural language processing“. Estas tecnologías serán esenciales para la traducción simultánea de las conversaciones y para la interacción humana con las máquinas digitales. Y añade que “en la medida en que consigamos la traducción simultánea de los diferentes idiomas en el metaverso, estaremos hablando de un mundo en el que la localización va a dejar de tener importancia porque en una sala de trabajo habrá personas de cualquier sitio del mundo creando, colaborando y discrepando”. De este modo, el lugar y el idioma dejarán de tener importancia tal y como los entendemos hoy día.
Sin embargo, qué pasa con la empatía en cuanto a los diferentes hábitos culturales. “La sincronización en las franjas horarias y la calidad de las infraestructuras de datos ganarán peso. Metaverso es la revolución del mundo de la empresa tal como lo concebíamos hasta hoy. Las paredes se hacen transparentes, las compañías se convierten en ecosistemas o plataformas que integran talento de dentro y fuera de la organización proveniente de cualquier rincón del mundo, de cualquier disciplina y de cualquier sector. Desaparecen las empresas como espacios reservados a los empleados para convertirse en conectadoras de las pasiones y capacidades del talento. El Metaverso será el acelerador del ‘new work‘, una revolución que cambiará radicalmente cómo son las empresas y el trabajo individual”, explica Escobar. Todos estos cambios por venir impondrán aún más la necesidad de velocidad, agilidad, efectividad y de que cualquier empresa del mundo sea en esencia, una empresa digital centrada en entender los datos que proporcionan sus clientes.
Cuál es la diferencia con la realidad virtual y aumentada
Para intentar aclarar el concepto y que pueda entenderlo todo el mundo, hay que tener claras las diferencias entre Realidad Virtual (VR), la aumentada y el concepto de metaverso.
La realidad virtual es algo muy presente en la sociedad actual. Con la ayuda de unas gafas de realidad virtual puedes adentrarte en un paisaje distinto al que estás físicamente. Por ejemplo, puedes estar sentado en la silla de tu habitación, pero las gafas te transportan a una playa paradisíaca de Cuba.
Además, sobre este concepto giran gran parte de los videojuegos desde hace unos años. Con esta tecnología puedes jugar a una partida de Fortnite y adentrarte en el mundo y paisajes del videojuego. Pero los límites de la realidad virtual se encuentran en que no puedes hacer nada más de lo que te permita un videojuego. No puedes vivir en el interior de esa realidad, sino que puedes ganar o perder la partida.
En cuanto a la realidad aumentada, añade información adicional sobre la imagen que estás viendo. Por ejemplo, si estás en la carretera con tu vehículo y pasas por delante de un centro comercial, la realidad aumentada te proporciona información sobre las ofertas de ropa, comida y café que hay dentro de ese comercio. También puede proporcionarte, en tiempo real, información sobre si en tu trayecto vas a pasar por la gasolinera más barata de la zona. Para acceder a esta realidad también es necesario hacer uso de ciertos dispositivos tecnológicos.
Ahora bien, el metaverso consiste en ir un paso más allá de lo que existe hoy en día. En el mundo paralelo que se crea se combinan la realidad virtual y aumentada para que puedas crear tu propia vida y experiencias dentro de este nuevo universo. Es un concepto que va más allá de la idea de entretenimiento y que pretende configurarse como una dimensión alternativa a la vida real.
El profesor Marc Bara, de OBS Business School, destaca que, por definición, un metaverso sería un ‘universo digital’ en el que sus usuarios se podrían conectar e interactuar dentro de un entorno virtual, emulando a la realidad física. “Sería un espacio digital típico con gráficos realistas en 3D”, aclara Bara. Así que, en principio, el concepto podría parecer una versión mejorada de la Realidad Virtual (VR) que ya está en desarrollo y uso sobre todo en el mundo de los videojuegos.
Y aquí es donde comienza lo interesante del metaverso: “A diferencia de la realidad virtual actual, que se utiliza principalmente para juegos, este mundo virtual podría emplearse para prácticamente cualquier cosa: trabajo, juego, conciertos, ocio… El término en sí no es nuevo, ya hace décadas que la imaginación humana está pensando en realidades virtuales. El entusiasmo por los mundos digitales y la realidad aumentada aparece cada pocos años, pero por lo general desaparece al tener los usuarios una experiencia un poco frustrante con la tecnología disponible. A medida que los avances en tecnología puedan habilitar estas aplicaciones, la expansión y uso del metaverso puede estar acercándose”, añade Bara.
De hecho, la creencia es que podría ser un cambio de paradigma para la realidad virtual como el que supuso el teléfono inteligente moderno en comparación con los primeros teléfonos móviles de la década de 1980. Ahora existe la sensación de que, por primera vez, la tecnología está casi ahí, con avances en los juegos de realidad virtual y la conectividad que se acercan a lo que podría ser necesario. “Por eso, en 2021 se está produciendo un gran entusiasmo sobre el metaverso entre los inversores y las grandes empresas de tecnología, y nadie quiere quedarse atrás si resulta ser el futuro de Internet”, concluye el profesor Bara.
Qué puedo hacer en el metaverso
Cada persona que quiera acceder al metaverso tendrá su propio avatar (alter ego o representación digital). Y además de ser a imagen y semejanza de cada uno de los individuos, es posible que también se muevan y gesticulen de la misma manera que la persona real. Esto puede conseguirse si se utilizan sensores de movimiento específicos que permitan que el muñeco se mueva e incluso posea el mismo lenguaje corporal que la persona real.
Como hemos detallado, la clave de este nuevo metaverso es ofrecer una experiencia completamente inmersiva al usuario, que se asemeje al mundo real. Tanto quiere asemejarse, que cada metaverso tendrá su propia economía y sistema financiero, sus empresas, calles, habitantes, trabajadores y negocios.
Puede que todo esto te suene algo fantasioso, pero nada más lejos de la realidad. El metaverso no pretende ser un espacio de ciencia ficción objeto de películas, sino un universo virtual en el que pueda desarrollarse una nueva vida paralela. De esta manera, puede que dentro de unos años existan nuevos puestos de trabajo, como por ejemplo, director de una sucursal bancaria digital del metaverso o dependientes de tienda en el metaverso.
Además, para que la economía de este nuevo mundo funcione, los avatares tendrán su propio dinero, que probablemente funcionará con criptomonedas, y tendrán que comprar ropa virtual, adquirir una casa en el metaverso y otros bienes necesarios. Sin olvidar, por supuesto, las posibilidades de invertir en la revolución del nuevo arte digital y los NFT.
¿El o los metaversos?
Se habla de metaverso como un universo alternativo, ¿pero puede haber un único metaverso o varios? La realidad es que el metaverso es una creación de realidad paralela que pueden desarrollar las diferentes empresas privadas, tal y como ya ha anunciado Facebook, ahora Meta, que va a hacer.
Pero el metaverso de Facebook no es el único que puede existir. Por el contrario, todas las compañías privadas que quieran, pueden desarrollar su propio metaverso virtual. Precisamente, esta es una de las grandes luchas entre algunas de las grandes empresas tecnológicas, la de crear el metaverso que capte a más personas y que prevalezca frente a los demás.
¿Cuándo se hará realidad el metaverso?
Aunque todo esto parezca cosa del futuro, no es nada nuevo. Ya en 2003 se creó Second Life, una comunidad virtual (también con sus avatares que podían interactuar y relacionarse así como su propia actividad económica), en la que se produjeron acontecimientos de gran importancia como conciertos de música y hasta mítines políticos, como el que ofreció Gaspar Llamazares.
Por otra parte, es cierto que todos estos conceptos de vidas paralelas se han explotado en el mundo cinematográfico, como con la película de Wall ·E y Ready Player One. Pero, de momento, la creación del metaverso más allá de la gran pantalla, está en una fase muy inicial y prematura, en la que se están desarrollando las primeras infraestructuras. Por tanto, el futuro en este sentido está por decidir. Puede que en unos años todo tenga que ver con metaversos paralelos o puede que no prospere y solo exista una única realidad.
Sin embargo, expertos cómo José Ángel Olivas, investigador de OBS Business School y profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, ponen el punto discordante en que “ya en la década de los 60 y 70 los padres de la inteligencia artificial decían que en 15 años los robots iban a hacer todo y no ha sido el caso. Con el metaverso ocurrirá algo parecido. Gradualmente, se tenderá a algo así, pero estamos muy lejos porque hay determinados componentes que tienen que mejorar mucho. Si queremos hacer una videoconferencia en el metaverso necesitaremos, por lo pronto, un nivel de comunicación mucho más alto, un 5G o 6G que falta tiempo para lograr. Creo que de momento Metaverso se limitará a los ámbitos técnico-científicos, laborales y de ocio”.