Plantas exóticas utilizadas para decorar jardines pueden afectar a la salud humana provocando alergias
Las especies invasoras, que muchas veces son introducidas en un determinado medio por los beneficios económicos que reportan, caso de en las explotaciones de madera, suelen también estar detrás de desequilibrios en los ecosistemas. Muchas de ellas, además, causan perjuicios a la salud de los seres humanos. Especies utilizadas en jardines o parques por sus características estéticas o por su rápido crecimiento se ha demostrado que están detrás del incremento del número de pacientes de alergias. La falta de adaptación del hombre a estas plantas exóticas y el hecho de que su polinización ocurra antes o después de la de las especies autóctonas están detrás del alargamiento de estas patologías y de su mayor presencia en algunos puntos.
La introducción de especies exóticas puede perjudicar la salud humana. Por el efecto estético o el rápido crecimiento, tanto particulares como administraciones públicas optan por determinadas especies exóticas para poblar los jardines. Muchas veces, estas son las responsables del aumento de las alergias primaverales o del incremento de su duración entre la población del lugar en el que se ubican. De las especies invasoras y de otros temas relacionados con la ecología y con el cambio climático se ha debatindo estos días en el 12 Congreso de la Federación Europea de Ecología, que ha reunido en Ávila a cerca de un millar de expertos en la materia.
Hace unos años, se empezó a comerciar la conocida como tortuga de orejas rojas o galápago de Florida (Trachemys scripta elegans). Esta especie fue comprada por un buen número de personas, muchas de las cuales con el tiempo la abandonaron en las riberas de los ríos, donde hoy se pueden encontrar colonias que conviven y comparten los mismos recursos con las especies animales autóctonas.
La lista de errores del ser humano respecto a estas especies es larga y encuentra ejemplos tanto en fauna como en flora. Hoy, por ejemplo, varias especies de acacia están prohibidas en Portugal después de que se demostrara que eran excesivamente dañinas con algunas especies del hábitat en el que se introdujeron. Sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XX con el objeto de frenar el avance de las dunas, ha afirmado.
En otros casos, la pretensión de hacer negocio mediante el asentamiento de cultivos en zonas de los que no son originarios ha causado daños en el medioambiente, pues para mejorar la polinización se ha utilizado abejorros -polinizadores exóticos-. Estos han alterado el ecosistema al actuar también sobre estas especies y han producido “efectos devastadores” sobre la economía de determinados lugares, ha apuntado.
La puesta en funcionamiento de sistemas de alerta que se activen en caso de la detección de esta especie en un determinado hábitat, es decir, el establecimiento de un método preventivo, es el mecanismo que se debería llevar a cabo para evitar la proliferación de esta especie. Porque una vez se expande es muy difícil de eliminar y las medidas que se aplican contra ella son muy costosas y escasamente efectivas.
En el Catálogo de Especies Exóticas Invasoras, del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, aparece un listado completo de las especies de plantas y animales prohibidos en España para evitar daños en el ecosistema.