Piden la liberalización de los cursos para recuperar puntos del carné de conducir ante el monopolio estatal
La organización de defensa de los conductores Automovilistas Europeos Asociados (AEA) va a solicitar al Vicepresidente primero del Gobierno y Ministro del Interior, Perez Rubalcaba, la liberalización de los cursos de sensibilización y reeducación vial que deben realizar los conductores que han perdido puntos, por cuanto el actual sistema de concesión administrativa resulta muy perjudicial para los automovilistas. Hasta el momento, unos 100.000 conductores han pasado por las aulas sensibilizadoras.
Desde que entró en vigor el carnet por puntos en julio de 2006 hasta 2010, han pasado por las aulas de determinadas autoescuelas cerca de 100.000 conductores para la realización de cursos de sensibilización y reeducación vial: 1.098 en 2007; 2.661 en 2008; 20.189 en 2009, y unos 60.000 en 2010, según datos del sector.
Dichos cursos son obligatorios para aquellos que han perdido todos los puntos de su carné de conducir y también para aquellos a los que un juez les ha condenado con la privación de su permiso de conducir, si quieren volver a obtener su derecho a conducir.
De forma voluntaria, los pueden realizar todos aquellos automovilistas que quieran recuperar puntos perdidos (se podrá realizar una vez cada dos años o, en caso de los conductores profesionales, uno al año).
A todos los participantes se les ha exigido el pago inexorable de 186,46 € (en Cataluña tres euros más), o de 351 € (en Cataluña seis euros más), dependiendo del curso realizado, lo que ha supuesto una factura de más de veinticinco millones de euros, según estimaciones de AEA.
AEA denuncia: “Los automovilistas pagamos una factura millonaria, pero no tenemos ningún derecho”
“Sin embargo -según afirma el presidente de AEA, Mario Arnaldo-, el consumidor español tiene restringida su capacidad de elección por cuanto el actual sistema de concesión administrativa no permite al usuario acudir a cualquier autoescuela, ni a cualquier centro de formación de conductores, sino sólo a una minoría (no llega al 5 %) de centros elegidos discrecionalmente por las autoridades de tráfico”.
Monopolio temporal
A juicio de AEA esta situación es muy díficil de entender por parte de los usuarios porque “a diferencia de lo que ocurre en Francia, en España los cursos de sensibilización para reeducar a los conductores infractores se ofrecen en un régimen de monopolio temporal, y por eso no hay competencia alguna en relación con los precios, ni con la calidad de los cursos, ni con la oferta de centros respecto de, por ejemplo, la distancia que el usuario tiene que recorrer. Tampoco hay competencia alguna respecto del material pedagógico utilizado.”
Nada de esto ocurre en Francia, país del que hemos copiado el sistema de permiso por puntos.
La Comisión Nacional de la Competencia dijo “no” al sistema elegido por Tráfico
Igualmente AEA ha tenido acceso al informe que la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) elaboró hace un año y medio para analizar “si el sistema diseñado para la gestión de los cursos de sensibilización y reeducación vial contemplados en la Ley 17/2005 (reguladora del permiso por puntos) introduce restricciones a la competencia innecesarias o injustificadas”.
Las conclusiones de la CNC no pudieron ser más contundentes, puesto que éste órgano consultivo del gobierno se manifestó totalmente en contra del modelo de concesión administrativa elegido por Tráfico, y recomendó que fuera sustituido por el de autorización, similar al utilizado actualmente para los centros de reconocimientos médicos, para las ITVs, o para las propias autoescuelas, puesto que con él se garantiza igualmente la seguridad vial pero resulta menos lesivo para los derechos de los usuarios.
En dicho informe, la CNC alertaba del riesgo de utilizar el régimen de concesión para este servicio público y advertía que ello podría dar lugar “a que, una vez obtenida la concesión, la presión competitiva sobre los operadores se viera restringida (en este caso a lo largo de los siguientes cinco años) y con ella los incentivos para alcanzar una mayor eficiencia en el servicio” reflejado en mejores precios, calidad, innovación y, en definitiva, en un mayor bienestar para los consumidores.
Y esta es la situación que, a juicio de AEA, se está produciendo en España desde hace cuatro años y medio.
El automovilista español, cautivo de prácticas monopolísticas
“Por eso -añade Arnaldo- no podemos entender las razones por las que el Gobierno desoyó, en perjuicio de los consumidores, las recomendaciones de éste órgano consultivo, máxime cuando expresamente se descartaron razones económicas, o razones de interés público (por ej. mantener una mínima calidad y seguridad del servicio). Lo cierto es que el automovilista español ha quedado cautivo de unas prácticas monopolistas que no existen en ningún otro país”.
En Francia, diferencias de precio de más del 20 %
En efecto, AEA ha podido constatar que en Francia -cuyo modelo fue utilizado para poner en marcha el permiso por puntos en nuestro país-, existe una clara competencia tanto en precios como en la calidad de los cursos.
Y la razón de esa competencia estriba en que en nuestro vecino país los cursos de recuperación de puntos se dan en régimen de autorización y no bajo un sistema de concesion administrativa.
Es decir, el automovilista francés puede realizar los cursos de recuperación de puntos en cualquier centro que cumpla los requisitos establecidos por la ley. En España, sólo aquellos elegidos por la DGT (o los designados por el Gobierno Vasco o la Generalidad de Cataluña, en sus respectivos territorios), que no llegan al 5 % de los centros de formación de conductores.
“Y ello -a juicio de AEA-, supone una práctica restrictiva intolerable, y no se entiende cómo para obtener el carnet puedes ir a cualquier autoescuela autorizada, en un régimen de competencia y de libre mercado, y sin embargo cuando hay que recuperar puntos u obtener un nuevo permiso, nos encontramos con una situación absolutamente monopolística en cuanto a precios, centros, e incluso al material didáctico que estás obligado a adquirir”.
A modo de ejemplo, AEA cita las diferencias de precios existentes en Francia para un curso de recuperación parcial de puntos.
Así, un automovilista francés que quisiera realizar un curso de este tipo puede acudir a un centro del distrito doce de París, donde el curso le costaría 260 euros; pero también puede elegir otro en el distrito trece de la misma ciudad, donde por el mismo curso pagará solo 200 euros. Es decir, un 23 % más barato.
Y diferencias similares existen en todo el país entre centros de recuperación de puntos de los diferentes departamentos y regiones.
Diferencias también en el servicio
Pero es que la competencia se nota también en el servicio. Así, en Francia existen diversas organizaciones nacionales que coordinan los centros de recuperación de puntos (automóvil clubs, autoescuelas, centros de enseñanza), y a través de las cuales se garantiza la rápida participación en un curso de recuperación de puntos cerca del domicilio, aunque se tenga que anular la convocatoria por falta de asistentes (en el caso de Francia está previsto un mínimo de 10 participantes).
También se garantiza el reembolso del dinero abonado, o cambiar la reserva para otra fecha, o para otro centro en cualquier parte del territorio francés que más le convenga al usuario.
Cambios urgentes en la legislación para evitar prácticas monopolísticas
En España nada de esto se puede hacer, por lo que AEA cree muy justificada su petición al Gobierno en defensa de los legítimos de los derechos de los automovilistas “a fin de que, con carácter urgente, se modifique el actual régimen de concesión en la prestación de los cursos de recuperación de puntos -mucho más restrictivo para los derechos de los consumidores-, y se sustituya por el de autorización administrativa que, con absoluta garantía del interés público (en cuanto a la calidad y seguridad del servicio), resulta mucho más beneficioso para los usuarios”.
Igualmente, en los próximos días, AEA se dirigirá a todos los grupos parlamentarios en el Congreso a fin de que con carácter urgente promuevan -en beneficio de los consumidores españoles- la oportuna modificación legislativa respecto del régimen de gestión de los cursos de recuperación de puntos, dando por concluido el actual sistema de concesión -que caduca el próximo mes de febrero-, y se sustituya por el de autorización administrativa, a fin de que los automovilistas españoles puedan realizar los cursos de sensibilización en cualquier auto-escuela o en cualquier centro de formación de conductores.