Peñíscola, el destino de playa más masificado de España
¿Sin hueco donde poner la toalla en la playa? Tal vez estés veraneando en uno de los destinos vacacionales más saturados de turistas y eches de menos una de las playas menos concurridas de España. Con un verano a medio transcurrir y récords en cuanto a reservas hoteleras, la masificación turística este año se nota más que nunca. ¿Y cuáles son las ciudades con más presión de turistas por habitante? A continuación te damos los datos para que decidas si te interesa o no irte allí de vacaciones.
ACTUALIZACIÓN: Destinos turísticos de España más saturados de personas en 2024
Contenido de la información:
Hemos consultado a los expertos en alquiler vacacional de la web Holidu, que respoden así al ranquin de localidades con mayor presión turística:
Peñíscola, Comunidad Valenciana
25,4 turistas por habitante
Ubicado en la provincia de Castellón, Peñíscola encabeza la lista como el destino turístico más saturado de España. Este pintoresco pueblo costero con castillo medieval atrae a la deslumbrante cifra de 200.943 turistas anuales, mientras que tiene una población relativamente pequeña, de 7.882 personas. Tiene una relación de turistas por habitante de 25,49.
El rápido flujo de turistas ha ejercido presión sobre la infraestructura del pueblo, provocando calles, playas y restaurantes abarrotados y el aumento desmesurado de los costos de la vivienda.
Albarracín, Aragón
23,3 turistas por habitante
A unos 40 kilómetros al oeste de Teruel, Albarracín ocupa el segundo lugar en la lista de los destinos que más presión turística reciben, atrayendo a 23.119 turistas con una población de solo 990 habitantes. Así, la relación de turistas por habitante de 23,35.
Albarracín es conocido por su arquitectura medieval impecablemente conservada y su entorno mágico, Albarracín se ha convertido en un imán para entusiastas de la historia y amantes de la naturaleza por igual. Y aunque la ubicación remota de Albarracín lo ha protegido en cierta medida del turismo masivo, el futuro del pueblo enfrenta desafíos para gestionar el impacto ambiental de los visitantes en su delicado ecosistema.
Sant Llorenç des Cardassar, Islas Baleares
21,3 turistas por habitante
En tercer lugar, en términos de saturación turística, el idílico pueblo de Sant Llorenç des Cardassar atrae a aproximadamente 190.459 turistas anuales, mientras que su población habitual es de 8.920 habitantes. Su relación de turistas por habitante es de 21,35.
Sant Llorenç des Cardassar atrae a visitantes, principalmente, gracias a sus playas de arena blanca, la cocina mediterránea y sus vibrantes festivales locales. Sin embargo, todo este turismo plantea varios dilemas a los lugareños. Por un lado, el turismo ha estimulado la economía local, brindando oportunidades de empleo y apoyando negocios. Y, por otro, ha llevado a un aumento de precios que afecta la vida diaria en este rincón de Mallorca.
Sallent de Gállego, Aragón
21,1 turistas por habitante
En el corazón de los Pirineos, Sallent de Gállego, con su impresionante paisaje montañoso y estaciones de esquí, ocupa el cuarto lugar entre los destinos turísticos más saturados de España. El pueblo acoge a 32.184 turistas anualmente y tiene únicamente 1.519 habitantes. ¿Resultado? Una relación de turistas por habitante de 21,19. Además, recientemente este pueblo se ha enfrentado el desafío de equilibrar su estatus como un centro turístico, con su compromiso de preservar su impresionante entorno natural a la vez que llegan grandes cantidades de visitantes, principalmente en invierno.
Salou, Cataluña
17,6 turistas por habitante
Salou lleva años siendo unos de los centros turísticos más relevantes de Costa Daurada y toda Cataluña. Ocupa el quinto puesto en la tabla clasificatoria, con la impresionante cifra de 504.331 turistas y una población de 28.512 vecinos censados. Esto da como resultado a una relación de turistas por habitante de 17,69.
Toda una joya costera famosa por sus playas doradas, emocionantes parques temáticos y animada vida nocturna que le ha llevado a sufrir una masiva afluencia de visitantes durante la temporada alta, ejerciendo una presión considerable sobre sus infraestructuras y recursos naturales.
Y es que encontrar un equilibrio entre satisfacer las demandas de los turistas y preservar la identidad local es una tarea delicada para las autoridades locales y sus propios habitantes, que se relacionan con mayores tasas de desempleo en zonas turísticas de mucha afluencia.