Patras, Niza, Las Palmas, Venecia, Cádiz… los mejores carnavales de Europa
Máscaras, música, confeti, desfiles y disfraces por todo lo alto son claves de los mejores carnavales de Europa. Con el Carnaval se llenan de luz y color todos los rincones del planeta, lo que parece extraño en algunas zonas de Europa Central. A pesar de la fama de grises y fríos, países como Alemania, Suiza o Francia, se descubren en carnaval tan atractivo como las más cálidas celebraciones de Tenerife o Cádiz, que se encuentran entre los mejores carnavales de España.
Probablemente, muchas personas ya hayan visitado estos países, pero no conozcan la transformación que sufren sus ciudades con motivo de estas fiestas, vistiéndose de gala y mostrando a visitantes y locales su cara más alegre. Con motivo de la fiesta de Carnaval recordamos los carnavales más populares de Europa. Demos la bienvenida a toda una celebración pagana en la que prima la permisividad, el descontrol y, sobre todo, la diversión.
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El carnaval de Patras (Patrino Kanavali) es el mayor evento de estas características en Grecia y uno de los más grandes de Europa. Con una historia de más de 160 años de antigüedad, se caracteriza por su espontaneidad, improvisación y participación ciudadana. Durante la ceremonia de apertura que se sucedió el pasado 18 de enero en el centro de la ciudad, cuando el Alcalde anuncia el comienzo de los festejos seguido de conciertos y fuegos artificiales. Pero la fiesta grande es la del fin de semana de cierre del carnaval. Los días 1 y 2 de marzo Patras se llena de visitantes que se acercan para participar en los grandes desfiles de carrozas y disfraces. Entre sus muchos eventos discurren bailes, desfiles y carrozas, pero sin duda el punto final lo pone en la cabalgata nocturna del muelle de San Nicolás, durante la cual se quema al Rey del Carnaval al compás de un espectáculo de fuegos y luces.
El famoso Carnaval de Niza en la Costa Azul de la Riviera Francesa es característico por la costumbre de disfrazarse en carnavales y protagonizar desfiles, cabezudos y luces de colores por las calles, una de las señas de identidad del carnaval de la ciudad francesa son sus famosas batallas de flores (que hoy se lanzan desde las carrozas). La fiesta está presidida por el Rey del Carnaval, al que se le entregan las llaves de la ciudad al comenzar los festejos y se le quema al finalizarlos.
Carrozas repletas de músicos y bailarines y coronadas por 50 “grandes jefes” de papel maché recorren sus calles. Digno de ver es también su multitudinario desfile de disfraces que cada noche se dispersa por el casco antiguo de la ciudad, o la Batalla de las Flores, que se da lugar en el paseo marítimo de Angalis. Cita ineludible es la clausura que comienza con la quema del Rey del Carnaval y terminan con un espectáculo de fuegos artificiales.
Único en el mundo, los orígenes del Carnaval Veneciano se remontan al siglo XI, aunque no se declaró festividad pública hasta dos siglos después. Durante siglos fue la vía de escape de ciudadanos, nobles, príncipes y aristócratas para evadirse del gran control del gobierno. Prohibido por Napoleón, el Carnaval se recuperó en 1979, siendo a día de hoy toda una referencia cultural a nivel internacional. Los diez días de carnaval arrancaban el 15 de febrero bajo el lema “la naturaleza fantástica”, que durante 10 días llenará sus calles y canales de máscaras, disfraces y turistas. Para quienes visiten este carnaval, este domingo 23 tendrá lugar el tradicional “Volo dell’Angelo”. Uno de los momentos más esperados en el que una joven veneciana disfrazada de ángel se descuelga con una cuerda desde el campanario hasta la plaza de San Marco.
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Napoleón dijo de la veneciana Plaza de San Marcos que se trataba del ‘Salón más bello de Europa’. Y no exageraba: en el corazón de Venecia se respira elegancia y glamur. Más aún cuando llegan los Carnavales: en el aire, ambiente de alegría y fiesta, la música llena los espacios y mil colores iluminan los rostros enmascarados de la gente. Durante 10 días, la ciudad italiana nos transportará en el tiempo hasta un pasado de esplendor. Los atuendos clásicos del siglo XVII y sus bellas y típicas máscaras blancas, doradas y plateadas recuerdan la majestuosidad de aquella época.
Para descubrir la Venecia auténtica hay que perderse por sus estrechas calles. Es la mejor forma de conocer el Gran Canal, la Basílica de San Marcos, el Palacio Ducal, el puente de los Suspiros o el de Rialto, el barrio del Canareggio o acercarse hasta el archipiélago de Murano…
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Colonia (Alemania)
Colonia, en Alemania, alcanza su esplendor cada febrero con su tradicional celebración de esta festividad desde hace casi dos siglos y conocida como la capital europea del Carnaval. La “Quinta estación”, como también es conocido este carnaval, hace que las frías y grises calles de la ciudad se llenen de color cuando llegan estas fechas. Desfiles y cabalgatas se suceden, por lo que la celebración es apta para aquellos que quieren disfrutar de una fiesta casi universal en una Alemania moderna pero con tradiciones, como la de entregar las llaves de la ciudad a las mujeres e ir disfrazado y con un vaso de cerveza en la mano.
El famoso Carnaval de Bohemia de Praga se remonta a la tradición de aquellos carnavales urbanos que vivieron su auge en el siglo XVIII. Reconocido mundialmente por ser lugar de encuentro de grandes personalidades de la época que se daban cita en sus fastuosos bailes de máscaras, a día de hoy llena espacios públicos, museos, palacios, teatros e incluso restaurantes de la ciudad que retoman de manera activa esta tradición festiva de la Bohemia Medieval. El festival arranca hacia el 20 de febrero y durante todo el fin de semana y hasta el 04 de marzo, tendrán lugar diferentes eventos y actividades como el concierto y el baile real en el palacio Clam-Gallas o el tradicional baile de máscaras conocido como Crystal Ball.
Rosenmontag (Düsseldorf, Alemania)
Los Carnavales de Düsseldorf son, junto a los de Colonia una de las fiestas más destacadas de Alemania. Empiezan a finales de febrero, el Jueves Gordo, con el asalto al Ayuntamiento por parte de las mujeres de Düsseldorf. Un secuestro ficticio del alcalde durante el que les hace entrega de las llaves de la ciudad, dándoles durante ese día el poder (simbólico) de la misma. También es muy popular el Domingo de Carnaval en Königsallee. Aunque el punto fuerte de la fiesta lo pone el llamado Rosenmontag o Lunes de Carnaval, cuando tiene lugar el gran desfile de carrozas, caramelos, música y disfraces que recorre gran parte de la ciudad.
Madeira (Funchal, Portugal)
Un destino cálido, para contrastar con los de Europa Central. La isla de Madeira se llena de luz y exuberantes colores para celebrar una de las fiestas de más arraigada tradición. Los festejos comienzan con el desfile del Gran Cortejo Alegórico, donde grupos y comparsas bailan y se divierten por las calles de Funchal, hasta llegar a la Plaza del Municipio. Y culminan con otro gran desfile del Cortejo “Trapalhão”, también conocido como el Cortejo Embustero.
Boonte Störrem (Maastricht, Holanda)
La ciudad holandesa de Maastricht, capital del carnaval en Holanda, comienza cada año su la celebración el sábado de carnaval con el izado de la bandera y 11 disparos de cañon en la plaza central Vrijthof. Con esto comienza la gran cabalgata del carnaval o “Boonte Störrem” por el centro de la ciudad. Este carnaval dura tan solo tres días, pero entre acto y acto ¡no hay descanso! Abundan los desfiles, calles abarrotadas y bares saturados tanto de día como de noche, no faltan ni la música ni la cerveza, y los conciertos, DJ y concursos de baile son de lo más popular.
Morgestraich (Basilia, Suiza)
El Carnaval de Basilea es la fiesta popular más grande de Suiza. Celebración que da el “Morgestraich” (el lunes después del miércoles de ceniza) cuando el reloj de la torre de St. Martin toca las 4 de la madrugada y las luces de la ciudad se apagan por completo. Es entonces cuando las luces de las linternas y el resonar la multitudinaria comparsa de tamborileros y flautistas basilienses llenan el vacío de la noche. Durante las breves 72 horas que dura este carnaval, las calles, bares y tiendas del centro de la ciudad de Basilea resuenan con cantos satíricos y divertidos sobre personajes locales. Tres días que albergan dos grandes procesiones con más de 15.000 enmascarados que recorren sus calles al compás de la música tanto a pie como en carroza. Recorrido durante el cual lanzan confeti y reparten naranjas y mimosas amarillas, entre otras cosas como versos populares en su dialecto particular.
El de Basilea es el carnaval suizo por excelencia, ya que se estima que allí se congregan hasta 20.000 máscaras que desfilan y bailan por sus calles. Lo más característico es que la fiesta empieza de madrugada y a oscuras: las luces de la ciudad desaparecen para dar paso a una enorme comparsa de tamborileros y flautistas que, con una lamparilla en la cabeza, tocan sus instrumentos por todo el casco antiguo.
Nueva Orleans Mardi Gras (Estados Unidos)
También conocido como el martes de carnaval, en francés Mardi Gras significa “Martes de grasa”. Mientras en otros carnavales la gente se disfraza, la gente de Nueva Orleans se emborracha y se desnuda en una celebración de su herencia criolla. Las celebraciones se inician desde muy temprano el día de Mardi Gras. En el distrito de Uptown, el desfile de Zulu pasa primero, seguido por el desfile de Rex; ambos terminan en la calle Canal. Varias peñas, que cuentan con pocos miembros, organizan carrozas que le siguen al desfile de Rex. Algunas otras peñas organizan marchas y eventos pequeños, como los Pair-o-dice Tumblers que van de un bar a otro durante todo el día.
Su origen se remonta al siglo XVIII, cuando fue traído a la isla por los colonizadores franceses. Soca, limbo, Calipso y un montón de Ron: el espíritu del Caribe se siente en esta isla frente a la costa de Venezuela. La gente maquillada y disfrazada baja a las calles para bailar y cantar sátiras humorísticas. Los carros adornados desfilan en una ciudad que sólo vive al ritmo de las steelbands, bandas de música ruidosas compuestas de tambores reutilizados (barriles de petróleo)
El Carnaval de Oruro es la fiesta tradicional más espectacular y famosa de Bolivia. Comienza el sábado anterior al Miércoles de Ceniza con la Entrada, un desfile encabezado por el personaje del arcángel san Miguel, vestido con ropas brillantes. Detrás vienen, bailando, los de los diablos más famosos, con una legión de osos y cóndores. El sábado en la mañana se da inicio a la fastuosa Entrada del Carnaval de Oruro. La riqueza en vestimenta y coreografía de esta entrada es considerada como la de mayor del mundo en espectáculos de este tipo.
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