Para elegir un viaje nos fiamos más de lo que digan amigos y opiniones en Internet que de las webs de información oficiales

Para elegir un viaje nos fiamos más de lo que digan amigos y opiniones en Internet que de las webs de información oficiales
NOTICIA de Javi Navarro
28.03.2013 - 17:21h    Actualizado 19.08.2021 - 15:25h

Los internautas prefieren consultar sobre turismo a particulares que a las webs oficiales. Uno de los problemas que tienen los destinos turísticos es que sus webs no son los más utilizados para informarse; por eso cada vez son más conscientes de que es más interesante invertir en redes sociales que en webs muy costosos económicamente. Lo constata el profesor de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC Oriol Miralbell, que reflexiona con motivo de las vacaciones de Semana Santa sobre cómo las redes sociales y las comunidades de opinión en línea han cambiado el sector del turismo: “Tenemos estudios realizados en Inglaterra en los que detectamos que la gente se informaba antes en Expedia y otras agencias de viajes en línea que en las webs de los destinos turísticos”, explica Miralbell.

Otro ejemplo: “en la web oficial de Sitges no se habla del turismo gay, cuando este es un segmento muy importante del turismo de esta población. Quizás creen que puede perjudicar la imagen del destino. Pero, en cambio, si entras en Facebook y buscas gay Sitges, encontrarás un montón de comunidades en línea. Por lo tanto, una agencia de turismo que quiera promocionar Sitges tiene que ir a buscar a estos grupos para que sean ellos quienes hagan circular una información determinada. Esta es una estrategia muy efectiva que puede potenciar la información dada en las webs oficiales atrayendo al público a su web”, ejemplifica Miralbell.

Las webs de opinión son la principal fuente de información del turista

En la misma línea encontramos el estudio TripBarometer de TripAdvisor, que menciona las principales fuentes de información que utiliza un turista para tomar la decisión final:

1. Webs de opinión (69 %) 2. Agencias de viajes en línea (57 %) 3. Webs de operadores turísticos (56 %) 4. Amigos y familiares (43 %) 5. Revistas y folletos de viajes (30 %) 6. Redes sociales (24 %) 7. Agencias de viajes tradicionales (presenciales) (18 %) Por lo tanto, “difícilmente planificarás un viaje porque te llega una información por una red social. El usuario es quien decide donde la busca una vez ha escogido el destino”, constata el profesor Oriol Miralbell.

Los establecimientos turísticos tienen que usar las opiniones en línea de los clientes para mejorar

“Las opiniones de usuarios publicadas a internet o en las redes sociales no pueden cargarse la imagen o la reputación de un establecimiento”, opina Miralbell. “Bueno, si el establecimiento no reacciona, quizás lo perjudica, pero tiene que utilizarlo para mejorar. El problema —continúa— es que la estructura del sector turístico corresponde a pequeñas y medianas empresas con profesionales poco formados en el turismo 2.0, que no saben gestionar suficientemente la comunicación en las redes sociales y con miedo al cambio. Y hoy en día las redes sociales exigen un cambio”.

Con los dispositivos móviles ya no existen turistas perdidos

Cuando llegan a su destino, la mayoría de los turistas saben qué ver, dónde comer y qué hacer gracias a los móviles inteligentes que viajan con ellos. “Existen aplicaciones como Foursquare, que te recomiendan lugares, hay opiniones y permiten que las empresas interactúen con los clientes y con el público, les dan premios para que publiquen informaciones… Se están desarrollando muchas aplicaciones”, explica Miralbell.

Blogueros de viajes, cada día más influyentes

Muchos blogueros adquieren la misma importancia y grado de influencia que los periodistas de viajes más tradicionales. Para Miralbell, “son gente muy abierta y social, buenos comunicadores, con la maleta siempre a punto, sin horarios, dispuestos a probarlo todo…”. Pero tiene la impresión de que “a menudo profundizan poco porque lo ven todo demasiado rápido y en pocos días, lo que no les permite reflexionar”.

Los blogueros reflejan la dinámica de internet: “Vivimos en una sociedad de consumo inmediato en la que el tiempo es un bien escaso. Las personas no profundizan en todo, tampoco podrían. Tenemos demasiadas entradas de información y muy diversa”, aclara el académico.

Económico pero de calidad

Buscar en internet el precio más competitivo es una tendencia general de los usuarios a la hora de planificar un viaje. Miralbell explica que esto es así “porque ha cambiado el sistema de viajar. El viaje se ha convertido en un producto de gran consumo; por eso buscamos el precio más económico, pero al mismo tiempo exigimos calidad”. A diferencia de lo que pasaba antes, “el usuario quiere que le ofrezcan servicios altos por un precio bajo, y más en tiempo de crisis”, concluye el experto en turismo.



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