No nos fiamos de las fuentes de información tradicionales

Tú, ¿en qué datos confías más? ¿En la información de las instituciones de Gobierno? ¿De los medios de comunicación? Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) no nos fiamos de las fuentes de información tradicionales. Con motivo de un estudio para conocer los sectores empresariales más responsables y con más políticas éticas, ha surgido esta interesante conclusión. La OCU añade que nuestras compras diarias son el motor del cambio. La mayoría de los 425 encuestados compra o deja de comprar un producto a partir de la información que tiene sobre el comportamiento ético de una empresa. El problema es que nos falta información fiable.

Y es que confiamos en que nuestras decisiones de compra pueden influir sobre las empresas para que mejoren sus políticas.

Ya somos mayoría quienes compramos una marca o contratamos con una compañía teniendo en cuenta sus políticas medioambientales, sociales o laborales. Es más, el 40 % ha firmado una petición para pedir a una empresa cambios en su política y uno de cada tres ha participado en una manifestación con esta misa finalidad.

En definitiva, la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) está cada vez más presente en nuestras decisiones de compra y las empresas harían bien en tomársela en serio. El problema al que se enfrentan los consumidores es que carecen de la suficiente información: son pocos quienes pueden citar por su nombre a empresas que se caractericen por su buen o mal comportamiento. Además, como apunta la conclusión principal, no nos fiamos de las fuentes de información tradicionales.

Mucho marketing y poca ética
La RSC forma parte de la estrategia de la mayoría de las grandes empresas con el fin de promover políticas favorables a los derechos sociales y laborales, la protección del medioambiente, la ética en los negocios, la transparencia en su información y la defensa de los derechos de los consumidores. Sin embargo, según la mayoría de consumidores encuestados, la RSC no es más que una estrategia de marketing para parecer más respetables. De hecho, también coincidimos en que las empresas no tienen una preocupación real sobre el impacto de sus actividades.

¿Los peores? El sector financiero y el energético. Son los secotores más criticados, segun la encuesta de la OCU.

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