No hagas esto si quieres cuidar el motor de tu coche
El motor es la parte más importante para el funcionamiento correcto del coche y, en ocasiones, tenemos malas costumbres al volante que hacen que se deteriore antes de lo habitual. En esta guía te contamos lo que no debes hacer para que no seas tú mismo el que te cargues tu propio coche. Además, de esta manera, lograrás reducir las averías. De este modo, evitarás las peores averías del coche y más caras.
En esta otra información puedes consultar cómo limpiar el motor del coche de forma correcta sin correr el riesgo de sufrir averías.
Contenido de la información:
¿Es bueno conducir a bajas revoluciones?
Conducir el motor a bajas revoluciones tiene sus pros y sus contras. Mucha gente dice que para ahorrar combustible lo mejor es conducir a bajas revoluciones, de esta manera el motor va menos forzado. Sí, es correcto. Pero, lo cierto es que el uso habitual de esta práctica es perjudicial para el motor, porque deriva en averías.
¿Cuáles son entonces las revoluciones recomendadas? Depende del combustible que use tu coche. Si es un motor gasolina, lo ideal es mantener las revoluciones entre 2.000 y 3.500. En el caso de los diésel, entre las 1.500 y 3.000 revoluciones por minuto es donde más confortable se encuentra el motor.
Posibles averías
Conducir a bajas revoluciones durante un tiempo prolongado hará que tu motor vibre más. Debido a esto, las piezas del motor se desgastarán más rápido. Por no hablar de lo incómodo que es para los pasajeros del coche dichas vibraciones.
Otra típica avería es que se atasque el catalizador y el filtro antipartículas del coche o FAP. Esto ocurre porque, al ir a unas revoluciones bajas, el motor trabaja también a una baja temperatura, por lo que la carbonilla se acumulará en el escape, bloqueando así la salida de gases y estropeando el FAP. En este otro post, te contamos cómo limpiar la carbonilla del motor diésel del coche para que no te ocurra.
No revisar el mantenimiento del aceite
Es muy importante que, para un buen rendimiento del motor y evitar averías, hagas cada cierto tiempo el mantenimiento del aceite. Consulta en tu manual del coche cada cuánto tienes que cambiar el filtro y el aceite. Asimismo, también debes comprobar de vez en cuando que el nivel de aceite no esté por debajo del mínimo. Es fundamental para que tu motor esté bien lubricado y funcione sin tirones.
Acelerar en exceso con el motor frío
Una vez se arranque el coche, es aconsejable esperar unos minutos antes de iniciar la marcha para que el motor coja temperatura. El aceite tiene que llegar al motor para lubricarlo y tener un mejor funcionamiento. Por ello, debes evitar los acelerones con el motor frío.
Especialmente en los días de frío, te recomendamos que no apures demasiado el tiempo antes de iniciar tu trayecto. Ir con prisas provocará que no esperes unos minutos antes de comenzar el viaje e irás más rápido de lo normal, por lo que estarás forzando el motor. Lo ideal es aumentar las revoluciones del motor de manera progresiva hasta que alcance una temperatura óptima.
Parar el motor de golpe después de un viaje
Al igual que no es bueno iniciar la marcha con el motor en frío, tampoco lo es parar el motor de golpe después de un viaje. ¿El motivo? Porque si tu coche tiene un turbo, este alcanza una temperatura muy alta durante su funcionamiento. Por ello, debes esperar un tiempo antes de apagar el motor diésel para que baje la temperatura.
Apurar el depósito de combustible
Además de correr el riesgo de quedarte sin combustible si no encuentras una gasolinera a tiempo, también tienes que evitar ir en la reserva porque, con el paso del tiempo, se acumulan sedimentos en el fondo del depósito. Si tu motor los absorbe puede que se atasque la bomba de combustible y el filtro.
Además, puede que sufras averías de hasta 1.000 euros por culpa de los inyectores. En esta otra información puedes escuchar cómo suena un inyector averiado.
Usar combustible sin aditivos
Las gasolineras low-cost son muy atractivas por su bajo precio frente a las de las grandes marcas. Sin embargo, es recomendable tener claro qué aditivos son los adecuados para nuestro coche y qué marcas los suministran. Por regla general, cualquier combustible cuenta con las características básicas para que los motores funcionen correctamente. Así que esto no será problema, sino una decisión personal de cara a repostar carburante con más aditivos si deseamos que nuestro vehículo responda de una forma u otra en carretera o al mantenimiento que queramos tener.
Usa refrigerante y no agua corriente
Los refrigerantes sirven para que la temperatura del motor se mantenga óptima. Tener bien el nivel de refrigerante es muy importante en los meses de invierno para evitar que el motor se congele. Por eso, tienes que evitar el uso de agua corriente para refrigerar el motor.
En una situación de emergencia, si te has quedado sin líquido refrigerante y no tienes más a mano, no pasa nada por echarle agua una vez, pero no es lo más saludable para tu motor. El agua contiene cal y otras sales que pueden atascar los circuitos de refrigeración.