No cuidamos los dientes ni la boca, pero gastamos 289 euros de media en el dentista

No cuidamos los dientes ni la boca, pero gastamos 289 euros de media en el dentista
NOTICIA de Javi Navarro
08.02.2011 - 08:48h    Actualizado 09.02.2023 - 16:54h

Una encuesta entre más de 1.000 españoles para conocer la percepción del estado de salud oral y los hábitos para el cuidado de sus dientes y encías y el esfuerzo económico que suponen las visitas al dentista. Primera conclusión: el gasto medio en dentista por persona, en el último año, ha sido de 289 euros. Además, otra conclusión es que los españoles tenemos escasa higiene oral.

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La Organización de Usuarios y Usuarios (OCU) afirma que existe una relación directa entre un buen cuidado de los dientes y la boca y una buena salud. Limpieza diaria (cepillarse los dientes y un uso adecuado de la seda dental), no fumar, poco consumo de alcohol y poco azúcar es sinónimo de menos caries y un mayor grado de satisfacción con el aspecto de la boca del encuestado.

La OCU preguntó a los encuestados sobre su percepción de la salud de sus dientes y encías: alrededor del 30 % reconoce que su salud es sólo regular y el 10 % la considera mala. Se preguntó también por los problemas más frecuentes que habrían sufrido durante los últimos 3 meses. Caries, sangrado de encías durante el cepillado, encías o dientes sensibles y dificultad para comer determinados alimentos son los problemas más comunes.

Otra preocupación de los encuestados es la estética, puesto que casi la mitad declaran estar insatisfechos con el color de su dentición y un 40 % con la forma. Al parecer, la dentadura postiza tampoco es la panacea, puesto que el 19 % de los encuestados no está satisfecho con el color y un 11 % con el aspecto de su prótesis.

El estudio de la OCU demuestra que la higiene bucal y los hábitos de los españoles son francamente mejorables: Un 38 % de los españoles no llega a realizar 2 cepillados diarios y un 49 % de encuestados nunca utiliza seda dental, que es una medida imprescindible para garantizar una buena higiene dental. El 26 % de los españoles fuma y el consumo de azúcar es bastante alto.

La revisión anual al dentista es lo habitual entre casi la mitad de los españoles. Sin embargo el 34 % de los españoles admite que solo va al dentista cuando siente dolor o tiene problemas y el 17 % afirma que lleva más de 5 años sin visitar la consulta. Además, un 14 % de los españoles reconoce que nunca se ha realizado una limpieza dental (esta cifra ha bajado respecto al 2005, cuando casi era la mitad de los encuestados los que nunca se la habían realizado).

El gasto medio en dentista es de 298 euros por persona en el último año y la valoración de los encuestados por la OCU ante el precio es, obviamente, negativa. Se ha incrementado, respecto a la encuesta de 2005, el porcentaje de personas que se sienten limitadas a la hora de acudir al dentista por el precio: un 40 % en 2010 respecto al 30 % en 2005.

Cerca de la mitad de los españoles no se lava los dientes

Con motivo del Día Mundial de la Salud Bucodental (12 de septiembre), Vitaldent ha llevado a cabo un estudio de ‘Hábitos de prevención e higiene bucodental’ entre 2.000 personas de la población española.

Los datos más relevantes que se han obtenido son que el 52 % de la población española no acude al dentista de manera frecuente (se recomienda una visita semestral) debido a que el precio le parece elevado, dato que ha aumentado en más de un 15 % con respecto a 2010 y al que hay que añadirle que un 13 % acudiría con más frecuencia si su sueldo fuera superior lo que conlleva a que un 65 % del total de la población española no visite a menudo al odontólogo por motivos económicos.

Por otro lado, un 42 % de la población española no se cepilla los dientes después de cada comida, cifra que además ha aumentado casi un 10 % en comparación con respecto a 2010. A pesar de esto, la población cántabra es la que mejor pone en práctica los buenos hábitos de cepillado (más de 1/3 se cepilla los dientes después de cada comida), siendo los andaluces y los murcianos los que menos lo hacen con esta frecuencia.

El cuidado personal de la salud bucodental es muy importante y un frecuente y correcto cepillado, junto con el empleo de otros productos contribuyen a que nuestra boca se mantenga sana de cara a la supervisión de un especialista.

Aunque el uso de los enjuagues bucales ha aumentado ligeramente, el empleo de hilo dental, cepillos interdentales y agua a presión ha descendido considerablemente desde 2010, siendo sólo un 18 % de los españoles los que emplean hilo dental de manera habitual, cuando sería necesario emplearlo al menos una vez al día para eliminar los restos de comida que se quedan entre los dientes y que no desaparecen si empleamos únicamente el cepillo.

A su vez, 1/3 de los españoles acude únicamente al odontólogo cuando tiene alguna molestia o dolor y no acude a realizarse revisiones de manera periódica. Por tanto, en lo que a concienciación de los cuidados para obtener una correcta salud bucodental se refiere, sigue siendo insuficiente en nuestro país.

Aun así, aunque la dentofobia es un temor existente entre los españoles, el número de españoles que no acuden al odontólogo por miedo se ha visto reducido a la mitad en comparación con el pasado año.

El 60 % de los españoles acude una vez al año al dentista
Según los datos recogidos, en general, las mujeres españolas tienden a preocuparse y a cuidar más su boca que los hombres, puesto que es más elevado el número de mujeres que acude al odontólogo a realizarse revisiones a pesar de no estar en tratamiento con un odontólogo.

La frecuencia con la que acuden a: revisarse, realizarse limpiezas bucales, cepillarse los dientes y renovar el cepillo es superior y utilizan más productos para el cuidado de su boca además del cepillo de dientes y la pasta dental (enjuague bucal, hilo dental, cepillo interdental, agua a presión u otros).

De la población que acude habitualmente a la consulta, un 62 % lo hace una vez al año, una cifra que va en aumento en comparación con años anteriores. Sin embargo, sólo el 32 % lo hace las veces necesarias (cada seis meses), dato que ha disminuido en un 5 % en comparación con el estudio del año anterior. A pesar de esto, un 36 % de la población joven (18 a 30) visita al dentista dos veces al año, convirtiéndose en la más concienciada en cuanto a una correcta frecuencia de visitas.

A nivel nacional, los baleares son los que acuden a hacerse revisiones con más frecuencia, seguidos, aunque muy por detrás, por los canarios y los madrileños. Por el contrario, los aragoneses y riojanos son los que menos revisan su salud bucodental en caso de inexistencia de problemas.

En el caso de los que no acuden al dentista con frecuencia, como mencionábamos anteriormente, el 65 % no lo hace por motivos económicos y el 35 % restante alude a la falta de molestias, tiempo, la concienciación, el miedo y la lejanía de consultas con respecto a su lugar de residencia como los principales motivos de ausencia.

Tus dientes, como tu dieta

Dentadura humana.La dentadura es el más fiel testigo de tu dieta. Suele decirse que de lo que se come se cría, y un equipo de científicos de Países Bajos, Suiza y Reino Unido ha demostrado que esta afirmación podría estar en lo cierto pues ha demostrado que la forma de la dentadura es consecuencia directa de la alimentación seguida.

Según sus indagaciones, en los dientes hay características que pueden utilizarse para averiguar lo que ha comido determinado animal. En otras palabras, ahora se puede dilucidar la dieta de animales salvajes sin tener que analizar el contenido de su estómago. Estos científicos aseguran que su técnica podría utilizarse para investigar la dieta de animales extintos como por ejemplo dinosaurios y reptiles marinos gigantes.

En un artículo publicado en Journal of the Royal Society Interface, explican que la rugosidad de la superficie de los dientes revela qué alimentos consumía el animal en cuestión. Queda, pues, de manifiesto el estrecho vínculo entre la rugosidad de la dentadura y la dieta: la de los animales que consumen alimentos duros posee una superficie más rugosa que la de aquellos animales que consumen alimentos blandos.

Dientes lisos o rugosos al pasarte la lengua
El profesor Mark Purnell, de la Universidad de Leicester, declaró: “Si uno pasa la lengua por sus dientes, posiblemente notará que unos son más rugosos que otros. La incógnita que pretendemos despejar es si el grado de rugosidad de las puntas de los dientes (desgastados por el contacto con los alimentos) puede emplearse para determinar lo que comía un animal.

Pero antes hay que definir qué se entiende por rugosidad, una característica que no es fácil de medir. Es sencillo distinguir con los sentidos entre superficies suaves y rugosas, pero ¿es la corteza del tronco de un árbol más rugosa que el firme de una carretera? ¿Es más rugosa, a escala microscópica, la superficie de una tiza que la de un queso? Son comparaciones difíciles de hacer”.

“Pero se trata de una cuestión trascendental. Por ejemplo, ¿las prótesis de cadera se vuelven más lisas o más rugosas con el uso? Si el cilindro de un motor es demasiado liso, no retendrá suficiente aceite en su superficie, se producirá fricción y el motor se gripará, ¿pero cuándo se considera que es demasiado liso?

En ingeniería hace décadas que se trata de responder a preguntas de esta clase, en este caso, midiendo la rugosidad. En la actualidad se están desarrollando estándares internacionales gracias a métodos nuevos de medir superficies con gran precisión, para lo cual se usan microscopios tridimensionales. Esta es la técnica que hemos aplicado a las dentaduras en este estudio”.

Esta nueva técnica resultará muy útil para estudiar la dieta de peces, por ejemplo. De este modo, se podrá observar de qué manera los cambios en la dieta pueden determinar la desaparición de una especie o la evolución de especies nuevas. Resultará especialmente valiosa para analizar fósiles de animales cuyas dietas son difíciles de concretar.

Ole Seehausen, el responsable de analizar el contenido de los estómagos de los animales estudiados, añadió: “Para nuestra sorpresa, observamos que en algunos casos la rugosidad de la dentadura era un indicador más fiable de la dieta que el análisis del contenido estomacal del pez, porque éste sólo informa de lo que el animal comió en las horas anteriores a su captura, no de lo que solía comer”.

Las bebidas frías y los helados, lo peor si sufres hipersensibilidad en los dientes

Los helados han sido desde siempre una de las mejores fórmulas para paliar las altas temperaturas del verano y, al contrario de lo que se suele pensar, sus azúcares resultan más inocuos que los de otros productos para los dientes, disminuyen su capacidad de provocar caries y estimulan la salivación, lo que ejerce cierta protección por su acción de drenado y neutralización de la acidez, según comenta la doctora Carolina Benalal, cirujano dentista de la Clínica Benalal, en Madrid, que, sin embargo, recomienda cepillar los dientes después de la ingesta de este tipo de alimentos para devolver a la dentadura su Ph normal.

No obstante, el consumo de bebidas y alimentos muy fríos, como algunos tipos de helados, contribuye, sin duda, al aumento de la sensibilidad dental. Por ello, los especialistas recomiendan “no estimular en exceso los dientes con hielo ni tampoco combinar alimentos fríos con otros calientes sin dejar un espacio de tiempo entre ambos”, concluye la doctora Benalal.

Existen diferentes motivos por los que puede producirse hipersensibilidad, también conocida como hiperestesia. En algunos casos, el rechinamiento de los dientes y las vibraciones que produce sobre el hueso derivan en una pérdida ósea y, como consecuencia, en la retracción de la encía. En otras ocasiones, la anatomía del hueso del paciente influye directamente en la salud bucodental: “Existen las piezas con un hueso en el borde del diente fino, y también con hueso grueso. El fino es estéticamente más bonito y da un perfil a la encía mucho más estético, pero al ser más fino es más frágil y nos encontramos con el efecto conocido como ‘cristal de bohemia’, que va descascarillando el hueso y desgasta el esmalte, lo que contribuye igualmente a la hiperestesia”, según comenta la doctora.

El tratamiento de la hipersensibilidad dental ha demostrado ser altamente eficaz siempre y cuando se haga correctamente y se actúe sobre la causa que la está provocando.

Si se trata del rechinamiento de los dientes, el uso de una férula de descarga nocturna consigue que los síntomas desaparezcan en tres semanas.

Si el origen está en una retracción de la encía hay que estudiar cada caso, puesto que “en algunas situaciones el problema se puede atajar cubriendo la raíz con injertos de encía, mientras que en otros, sin embargo, es preferible el uso prolongado de una pasta de dientes para piezas sensibles que bloquea la transmisión de sensaciones hacia el nervio”, apunta la doctora Benalal, para quien el tratamiento más eficaz es la desensibiliazción con láser, “una técnica indolora, inmediata, e irreversible”, apunta.

La importancia de la alimentación
Para mantener una dentadura saludable y evitar la aparición de hipersensibilidad, los expertos siguen apostando por una dieta saludable como el mejor aliado contra los problemas bucodentales. El yogur, los quesos, la leche, los huevos, carnes de vaca, pollo y pescado, así como las frutas, verduras y hortalizas se encuentran entre los alimentos más recomendables para favorecer el desarrollo de los dientes y la absorción del calcio necesario.

Los alimentos que ayudan a limpiar y fortalecer los dientes y las encías, y combatir las bacterias que se acumulan en la placa son los que poseen vitaminas C y A, flúor y calcio, como la naranja, la mandarina y el pomelo. Fortalecen las encías y ayudan a curar la gingivitis y la periodontitis, aunque deben ser consumidas con moderación ya que los ácidos pueden debilitar el esmalte. Otros alimentos como la zanahoria, el plátano, la manzana o las espinacas contienen altos niveles de flúor, lo que ayuda a fortalecer las piezas dentales y el esmalte.

No obstante, por encima de todo, la doctora Benalal recomienda “evitar la acidez y, por ello, las bebidas carbonatadas, que reducen el PH bucal y favorecen la aparición de sensibilidad”. Estas recomendaciones deben ser tomadas muy en cuenta por los pacientes que padecen hernia de hiato, cuyo PH bucal suele ser elevado, así como entre las personas que tienen el hábito de comer limones con piel incluida, masticar hielos, y los que sufren o han sufrido episodios de bulimia, puesto que aumenta drásticamente la acidez bucal, destruyendo de forma agresiva el esmalte y causando una hiperestesia importante.

El cepillo de dientes más avanzado del mundo utiliza tecnología inalámbrica

Oral-B lanza el nuevo Triumph con SmartGuide, el único sistema de cepillado que incorpora tecnología inalámbrica a través de una pantalla informativa, que se convierte en una guía para que alcances una limpieza perfecta de la boca. La innovación de la pantalla inalámbrica, combinada con la excelente ejecución de Oral-B en la limpieza diaria bucal, está diseñada para ayudarte a conseguir un cepillado perfecto, con información a tiempo real que logra la optimización del cepillado durante el mínimo tiempo recomendado por los dentistas.

Nos dedicamos a ayudar a las personas a mejorar el cuidado que dedican a sus dientes y encías, consiguiendo una optimización del cepillado“, asegura el Dr. Guy Goffin, director de Relaciones Profesionales de cuidado bucal en P&G.

A su vez, D. Juan Ignacio Marín Clavero, responsable de marketing de cuidado bucal P&G España, afirma que “Triumph con SmartGuide es una inversión de la tecnología al servicio de la salud y de la belleza. Una guía personalizada y a tiempo real de lo que está ocurriendo en tu boca al momento del cepillado. Es el cepillo tecnológicamente más avanzado del mundo, combina la innovadora tecnología de la pantalla inalámbrica SmartGuide para ayudar al consumidor a cepillarse correctamente y a tener unos hábitos de cepillado adecuados, con la tecnología oscilante-rotacional de Oral-B para el mejor cuidado de nuestra boca”.

Oral-B Triumph con Smart Guide consigue una limpieza “a medida” y un nivel de higiene dental hasta ahora desconocido. Las pruebas demuestran que elimina considerablemente más placa que el Profesional Care 8500, el cepillo hasta ahora más efectivo. Asimismo, es capaz de mejorar los procesos de gingivitis y de eliminar un 60 % más de manchas que otros cepillos similares en el mercado.

¿Qué puede hacer un cepillo para ser el mejor?
El Triumph con SmartGuide de Oral-B es el mejor en su clase en cuatro acciones principales:

– Eliminar la placa.

– Realizar un cepillado y limpieza excepcionales y completos.

– Blanquear y abrillantar los dientes en 21 días.

– Ayudar al usuario a cepillarse correctamente, obteniendo el cepillado perfecto.

Además, Oral-B Triumph con SmartGuide incorpora el nuevo cabezal FlossAction: sus filamentos patentados MicroPulse giran de manera independiente, penetrando mejor entre los dientes, lo que ayuda a eliminar la placa acumulada entre los mismos. ¿Su precio? 160 €.

El miedo al dentista se hereda

El miedo al dentista se contagia de padres a hijos. El temor a visitar la consulta es un problema frecuente en la odontología pediátrica. Un nuevo estudio confirma la transmisión emocional de este miedo entre los miembros de la familia y analiza por primera vez los roles que desempeñan las madres y los padres. El contagio emocional positivo en la familia podría llegar a inducir en el niño el estado adecuado que facilite la atención dental.

Una nueva investigación, llevada a cabo por científicos de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, pone de manifiesto el importante papel que desempeñan los progenitores en la transmisión del miedo al dentista en la familia. Estudios anteriores ya habían identificado que los niveles de este temor de padres e hijos están asociados, aunque hasta ahora no se habían explorado los roles diferenciados de padres y madres en este fenómeno.

Hasta ahora no se habían explorado los roles diferenciados de padres y madres en el contagio de esta fobia
Según explica América Lara Sacido, una de las autoras del estudio, “junto con la presencia de transmisión emocional del miedo al dentista entre los miembros de la familia, hemos identificado el papel relevante de los padres con respecto a las madres en el contagio de esta fobia”.

La investigación, publicada en el International Journal of Paediatric Dentistry, analiza a 183 niños de entre 7 y 12 años de la Comunidad de Madrid y a sus progenitores. Los resultados son consistentes con las investigaciones previas en las que se encontró que los niveles de miedo de padres, madres e hijos se encuentran correlacionados.

El padre, un factor clave
Los autores confirmaron que, cuanto mayor sea el nivel de ansiedad o miedo dental en algún miembro de la familia, más lo sufrirá el resto. El estudio también revela que los padres poseen un papel clave en la transmisión del miedo al dentista de madres a hijos al actuar como una variable mediadora.

“Aunque los resultados deben tomarse con las debidas cautelas, los niños parecen atender fundamentalmente a las reacciones emocionales de sus padres para decidir si los eventos dentales son potencialmente estresantes”, afirma Lara Sacido.

Así, la transmisión del miedo de la madre al niño podría verse influida -ya sea para incrementar o reducir la ansiedad- por la reacción que el padre exhibe en el dentista.

Contagio emocional positivo
Entre las posibles implicaciones de estos resultados, los autores destacan dos: la necesidad de involucrar tanto a padres como madres -y especialmente a los primeros- en las campañas de prevención del miedo dental; y tratar de hacer que los padres asistan a la consulta manifestando ausencia de preocupación.

“De cara a la atención en la clínica odontológica, el trabajo con los padres es fundamental. Que los padres vengan tranquilos es tan interesante como procurar directamente que el niño se relaje”, apunta la autora. “Por la vía del contagio emocional positivo en la familia se podría llegar a inducir en el niño el estado adecuado que facilite la atención dental”, concluye.

Caries, traumatismos y gingivitis, problemas dentales más comunes entre los niños

El abuso de golosinas, alimentos azucarados y pegajosos y bebidas azucaradas, puede provocar caries muy tempranas e infecciones importantes, incluso en dientes de leche. “Si no se tratan caries en dentición temporal pueden avanzar y destruir el tejido dentario hasta llegar a afectar al nervio”, explica el doctor Germán Zarandieta, médico odontólogo de los Centros Dentales Milenium de Sanitas. Unos buenos hábitos de limpieza bucal, una alimentación saludable y las visitas periódicas al dentista son algunas de las pautas que los padres deben llevar a cabo para que sus hijos tengan una correcta salud bucodental. El último Estudio de Sanitas sobre Salud Bucodental realizado en los Centros Dentales Milenium durante el primer cuatrimestre de 2012, revela que el 65 % de los padres españoles evita que sus hijos consuman alimentos con mucho azúcar. Sin embargo, casi la mitad de los padres de familia encuestados cree que el consumo diario de golosinas no perjudica la salud dental de los pequeños.

Chucherías con azúcar, fatales para las caries de los niños.La edad en la que los niños visitan por primera vez al dentista influye a la hora de prevenir posibles problemas dentales en la infancia. Según este estudio, la edad media en que los niños van por primera vez al dentista es a los 6 años. El 35 % de los padres lleva a sus hijos al dentista por primera vez a esa edad, mientras que el 28 % de padres de familia visita la consulta dental por primera vez cuando sus hijos tienen entre 4 y 5 años de edad.

Sobre la frecuencia de visitas al dentista en la infancia, el doctor Zarandieta, explica “es aconsejable que los pequeños visiten al dentista cada seis meses para hacer una revisión y para realizar fluorizaciones. Es importante crear en los pequeños el hábito de acudir al dentista de forma regular, no sólo cuando tienen un problema. Algunas molestias bucodentales tan comunes como las caries son asintomáticos y, al no causar dolor, no suelen detectarse si no acudes a un especialista”.

Sin embargo, el 45 % de los padres reconoce que lleva a sus hijos al especialista sólo una vez al año. El 54 % de niños, de entre 6 y 15 años, va a revisiones dentales varias veces al año.

Cabe destacar la actitud de los padres hacia los buenos hábitos de higiene dental de sus hijos durante la infancia. Más de la mitad de los padres de familia encuestados (52 %) asegura que sus hijos comenzaron a limpiarse los dientes desde muy pequeños.

Problemas dentales en la infancia
Los niños españoles comienzan a tener patologías dentales a edades tempranas. El 64 % de los niños, de entre 6 y 15 años, afirma haber tenido algún problema dental durante el último año. Según Zarandieta, “las patologías más comunes en la dentición infantil son las caries, traumatismos y la gingivitis, que generalmente se debe a una higiene incorrecta”.

El estudio de Sanitas revela además que, los niños, entre 6 y 15 años, son el colectivo que más importancia otorga a su salud dental. El 63 % de estos niños destaca que su salud bucodental es muy importante, comparada con el resto de aspectos de la salud.



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