Los robaban, los troceaban y los mandaban por barco en un contenedor con destino a Tánger
Agentes de la Policía Nacional han interceptado en el puerto de Valencia un contenedor repleto de coches robados y troceados con destino a Tánger. Dos personas han sido detenidas por varios delitos de robo con fuerza y de falsedad documental, al usar turismos con matrículas dobladas. La investigación ha permitido esclarecer 15 sustracciones de vehículos cometidas principalmente en la Comunidad de Madrid.
La investigación se inició en julio de 2011, a raíz de la recuperación de una furgoneta que previamente había sido sustraída en la localidad toledana de Illescas. En su interior se encontraban numerosas piezas pertenecientes a otros vehículos y además portaba unas matrículas que no le correspondían. Una minuciosa inspección ocular por parte de los agentes encauzó la investigación hacia dos principales sospechosos. Los investigadores lograron identificar plenamente a uno de ellos y establecer el correspondiente dispositivo de seguridad en torno a su persona.
En el momento de su detención, llevaba consigo numerosas documentaciones de vehículos robados. Además, otros efectos que portaba le relacionaban con un contenedor de alta capacidad ubicado en el puerto de Valencia y con destino a Tánger.
En la plaza de garaje del arrestado, se recuperó un vehículo cuya sustracción había sido denunciada días atrás y que además portaba placas de matrícula falsas. El mismo era el utilizado en sus desplazamientos para no levantar sospechas. Además, y en relación con parte de la documentación intervenida al primer arrestado, se logró la detención de su lugarteniente.
El contenedor de importante volumen ubicado en Valencia ocultaba en su interior numerosas piezas de valor de automóviles robados y desguazados. En total se han logrado esclarecer 15 sustracciones de vehículos en diferentes puntos de la Comunidad de Madrid y provincias aledañas. Los investigadores llegaron a la conclusión de que los vehículos intervenidos, estaban despiezados para poder introducir un mayor número de éstos en el contenedor, además de burlar las medidas de seguridad y los escáneres, haciéndolos pasar por chatarra.
La investigación ha sido llevada a cabo por agentes de la comisaría de Alcorcón, perteneciente a la Jefatura Superior de Policía de Madrid y de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Valencia.
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