Los inmigrantes cualificados en España cobran un 20 % menos que los trabajadores españoles con el mismo empleo
Los inmigrantes latinoamericanos cualificados cobran menos que los españoles del mismo rango. Las diferencias salariales son muy estrechas en la parte baja de la distribución de los salarios. Estas diferencias se hacen mayores en la parte alta de la distribución. El trabajo realizado por la Universidad de Salamanca se basa en la Encuesta de Estructura Salarial de 2006, el primer estudio a nivel nacional con una muestra representativa de los empleados extranjeros y españoles.
“En el artículo analizamos cuáles son las diferencias salariales que existen entre trabajadores españoles e inmigrantes latinoamericanos y caribeños en el año 2006”, explica José Ignacio Antón, investigador de la USAL y coautor del estudio que publica el Journal of Applied Economics.
El trabajo se basa en la Encuesta de Estructura Salarial de 2006, el primer estudio a nivel nacional con una muestra representativa de los empleados extranjeros y españoles.
En ese período, de auge económico en nuestro país, los españoles consideraban la inmigración como el problema más importante que afrontaba España, muy por encima del desempleo y la vivienda (datos del Centro de Investigaciones Sociológicas, CIS 2006). Según señala el investigador, “el análisis econométrico de estos datos nos permite determinar las diferencias en materia salarial entre trabajadores con las mismas características (edad, experiencia, antigüedad, nivel educativo o sector de actividad) a lo largo de distintos puntos de la distribución salarial”.
Sus conclusiones indican que las diferencias salariales se incrementan en la parte alta de la distribución salaria, hasta llegar a cerca del 20 % de diferencia entre los trabajadores españoles y latinoamericanos de mayores salarios. “Las diferencias salariales son muy estrechas en la parte baja de la distribución de los salarios, posiblemente debido al efecto de variables del mercado laboral, como los salarios mínimos y los convenios colectivos. A medida que ascendemos a lo largo de la distribución, estas diferencias se van haciendo cada vez mayores”, apunta Antón.
La homologación de la formación, una posible respuesta
Los investigadores especulan en el estudio sobre la posible causa de estas diferencias. “En concreto, una posible explicación tiene que ver con que los inmigrantes poseen una formación educativa y profesional – que los economistas denominan capital humano- adquirida en su país de origen que no siempre resulta directamente transferible o aplicable en el país de destino, sobre todo, en los primeros años tras la migración”.
Otro resultado que se desprende del estudio es la “virtual ausencia” de diferencias salariales entre inmigrantes latinoamericanos y caribeños respecto al resto de trabajadores extranjeros. “Esta circunstancia se debe a que, posiblemente, los inmigrantes ocupan puestos de trabajo de baja cualificación donde el dominio del idioma no es un activo importante”, concluye Antón.
Los inmigrantes que vienen a trabajar están más cualificados
La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, aseguró hoy que España está “en transición hacia un segundo ciclo definido por un volumen considerablemente menor en cuanto a los accesos y un perfil mucho más equilibrado de las características profesionales y laborales de la nueva población inmigrante”. La responsable de Inmigración y Emigración afirmó que 2009 concluyó con un 7 % de incremento de población extranjera, el menor desde 1992.
Consuelo Rumí, que hizo esta afirmación en la conferencia impartida en el Club Siglo XXI bajo el título “La inmigración en un nuevo ciclo”, explicó los cambios en la evolución de la población extranjera tomando como punto de partida el comienzo de la década en 2001, momento en el que el crecimiento migratorio anual alcanzó el 23,8 por ciento. “El pasado año acabó con un 7 por ciento, por lo que la diferencia es de prácticamente el 17 por ciento, siendo 2009 el segundo año consecutivo en la cifra desciende y de manera acusada”, matizó Rumí.
Consuelo Rumí recordó en su intervención la naturaleza esencialmente económica o laboral de los flujos migratorios que han llegado a nuestro país desde los años 90, sin olvidar resaltar la aportación que han tenido los inmigrantes en el proceso de ampliación del mercado laboral español. “Entre los años 2001 y 2005 -añadió Rumí- los españoles ocuparon el 47,3 por ciento de los nuevos empleos, mientras que los inmigrantes lo hacían del 52,7 por ciento restante ante la falta de efectivos nacionales”.
Inmigración y crisis
En relación con el impacto de la crisis en el colectivo inmigrante, Consuelo Rumí apuntó que a pesar de que las cifras de desempleo afectan de manera especial a la población extranjera “la inmigración seguirá siendo necesaria para nuestro país. “Su contribución continuará supliendo la falta de candidatos nacionales o residentes para un número significativo de ocupaciones que demandarán los empleadores y cuyo volumen estará determinado fundamentalmente por los escenarios económicos que se vayan consolidando a lo largo de los próximos años”, dijo Rumí.
La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración señaló el nuevo ciclo de la inmigración en España al que ya hemos dado inicio y en el que los accesos de trabajadores inmigrantes estarán estrechamente asociados a los cambios que experimente nuestro mercado laboral en un nuevo horizonte de crecimiento. “La próxima década conocerá -afirmó Rumí- junto al trabajo inmigrante en sectores que requieren de mano de obra intensiva y poco cualificada, un progresivo incremento de las demandas de trabajadores inmigrantes en ocupaciones de media y alta cualificación como ya se ha empezado a apuntar en los dos últimos dos años”.