Los gatos y los perros mejoran la salud de los bebés
Los gatos y perros no son llamados en vano animales de compañía. No son pocas las personas que se apoyan en estas mascotas para sentirse acompañados, hablan con ellos e incluso llegan a considerarlos uno más de la familia. Y es una gran verdad que si no se conocen no se les aprecia y no llegas a considerar que “hasta puede que te entiendan” si no llegas a convivir con uno de ellos. Pero no solo son beneficiosos como compañeros fieles y leales. El efecto que producen gatos y perros en el desarrollo y salud de los bebés es asombroso, puesto que los gatos y los perros mejoran la salud de los bebés. Entonces, ¿qué animales nos hacen más felices según la ciencia?
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Animales en casa: ¿peligroso para los bebés?
Normalmente, las personas suelen pensar que los animales, perros y gatos que puedan estar en contacto con bebés lo único que pueden acarrearles es alguna infección o enfermedad. Falso, no hay nada que se aleje de la realidad más que eso.
Perros y gatos: beneficiosos para los niños
No es algo dicho al azar. Estudios realizados por la Universidad de Finlandia en casi cuatrocientos pequeñines avalan esta afirmación. Los más chiquitos de la casa suelen verse afectados con mucha frecuencia por enfermedades respiratorias, faringitis, catarros, tos… El asma es una enfermedad cada vez más prevalente en niños. Lo mismo sucede con las infecciones de oído. Las otitis son uno de los motivos de consulta más frecuentes en la consulta de pediatría.
Muchas veces hacemos lo contrario que debemos hacer. Sobreprotegemos a los niños, no les dejamos ensuciarse ni salir a la calle con mucho frío o mucho calor. No se trata de exponerlos a situaciones extremas, ni de ponerlos en peligro. Se trata de fortalecer su sistema inmunológico de forma natural del mismo modo que actúa una vacuna. Cuando llevamos a nuestros hijos al pediatra y les aplican vacunas, lo que hacen es inocularles, introducirles virus debilitados de la enfermedad de la que los queremos proteger.
Sería como si los niños pelearan con los virus, pero jugaran con ventaja. Con los animales es poco más o menos, y salvando las distancias, lo mismo. Los animales caminan por el suelo, por la calle, sin protección de ninguna clase y no enferman. Su sistema inmunológico es fuerte. Con sus patas pueden meter en casa pequeños patógenos que, al contactar con el bebé, hacen que se fortalezca su sistema de defensa y crezca más fuerte y más sano.
Además, éstos animales son muy expresivos. Con muy pocas señales puedes saber si tu perro te quiere o quiere a tus hijos. Sólo tienes que prestar atención a diez sencillas actuaciones de tu mascota.
Niños burbuja
Todos recordamos casos publicados en la prensa o que hemos visto en televisión de los famosos “niños burbuja”. Son niños que nacen con un sistema inmune muy débil o inexistente a los que un simple resfriado puede costarles la vida. Si nosotros, con nuestros hijos sanos, hacemos lo mismo, es decir, los aislamos de las inclemencias externas, vamos a lograr que después con cualquier pequeño percance ajeno al ambiente prácticamente estéril en el que se han criado, les afecte más que a la mayoría.
Los niños han de jugar en la calle, con frío, con calor, y deben estar en contacto con perros y gatos. Estos maravillosos animales no sólo van a reforzar, como ya hemos dicho, su sistema de defensa. Existe otra faceta de la salud de la que no suele hablarse y que también se potencia al contacto con animales de compañía. Cuando hablamos de salud, por regla general solemos pensar en la salud física. Es lo más habitual. Catarros, varicela, pequeños golpes… Pero, ¿qué hay de su salud psíquica?
Educarles a educar
Los niños que criemos y eduquemos hoy van a ser los adultos de mañana. Tienen que adquirir nos valores éticos y de convivencia que debemos inculcarles nosotros, los padres. Está demostrado que los niños que crecen con perros y gatos adquieren valores que tal vez otros niños no desarrollen desde tan temprana edad. Adquieren responsabilidades, aprenden a cuidar de otro ser vivo, a ser consecuentes con las cosas. Aprenden que deben mantener limpio su lugar, ponerles comida y agua y a tratarlos como amigos. Aprenden que no se maltratan ni se abandonan.
La salud es un aspecto más amplio de lo que viene siendo el meramente físico. Del mismo modo que perros y gatos ayudan a que nuestros hijos crezcan y se desarrollen más fuertes y sanos y con un sistema inmunológico completo, también ayudan a que su equidad y su sentido de la responsabilidad se desarrollen a la par, convirtiéndolos en hombres y mujeres con unos sólidos valores.