Los empleados que comen mal rinden hasta un 20 por ciento menos en el trabajo

¿La alimentación influye en el rendimiento laboral? Sí, un estudio ha demostrado cómo los trabajadores que no llevan una dieta adecuada rinden menos en las tareas del trabajo. Porque más allá de afectar a la salud de las personas, así como al estrés o al sueño, llevar una mala alimentación también tiene efectos negativos en el rendimiento laboral.

El estudio de la Oficina Internacional del Trabajo, elaborado por la cadena de restauración DO EAT, ha revelado que una nutrición inadecuada produce pérdidas de nada menos que del 20 % en la productividad de los empleados.

La importancia de la alimentación en el trabajo

Una buena alimentación es fundamental para garantizar el estado de la salud. Aunque no solo para eso, sino también para ganar en concentración, estar de buen humor o reducir el nivel de estrés.

En palabras de la Organización Mundial de la Salud, una alimentación adecuada y una constante práctica de actividad física ayuda a combatir el estrés, lo que deriva directamente en cómo se rinde en el trabajo. Consecuencia de ello, un estilo de vida saludable tiene efectos positivos en todo el entorno y, como consecuencia, también en el ámbito laboral.

Sin embargo, aspectos como la falta de tiempo, los horarios de trabajo o el ritmo acelerado de vida provocan que los empleados coman cada vez más fuera de casa. Y no prioricen la comida saludable en estos momentos. Pero ojo, porque comer en el trabajo no tiene por qué significar renunciar a una alimentación nutritiva y sana, sin todo lo contrario.

Siempre existen alternativas saludables que pueden pedirse en restaurantes, bares o comedores de trabajo. O que pueden prepararse en casa de forma previa para garantizar el buen estado de la salud, independientemente del lugar en el que comas.

Beneficios en el rendimiento laboral de comer saludable

Además de ser un beneficio en cuanto al rendimiento laboral, entre las principales ventajas de mantener una alimentación saludable destacan los siguientes.

Da la energía suficiente para todo el día

Ofrece al organismo la vitalidad necesaria para afrontar el día. Y hacerlo con las energías suficientes que permitan rendir en el trabajo. Por ello, es fundamental alimentarse con comida que aporte vitaminas y deje el cuerpo saciado, como por ejemplo los platos ricos en proteína y fibras.

Mejora la concentración

Otro de los beneficios de una alimentación saludable es que ayuda a concentrarse mejor en las tareas de cada día. En concreto, los alimentos ricos en ácidos grasos poliinsaturados o en vitaminas A, C y E son los que más ayudan a la concentración.

Por el contrario, la alimentación desequilibrada puede producir carencias específicas en algunos nutrientes.

Mejora el estado de ánimo

Lo que comes afecta a cómo te sientes. Siempre. Y aunque en los momentos de mayor bajón o estrés el cuerpo parece que pide azúcares y comida con alto contenido de grasa, la realidad es que son los alimentos que menos ayudan a mejorar el estado de ánimo en estos momentos.

Combate el cansancio y la fatiga

De forma específica, hay alimentos que contribuyen a reducir el cansancio o la fatiga. Algunos de ellos son los frutos secos, las verduras, legumbres, carnes rojas o cereales.

Estimula el sistema inmunitario

Las personas que no llevan una alimentación saludable pueden presentar un mayor riesgo de contraer determinadas infecciones o cualquier otro tipo de déficit que derive en un problema mayor.

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