Los dermatólogos recomiendan proteger la piel de los niños para prevenir enfermedades dermatológicas
Los dermatólogos recomiendan a niños de entre 6 y 14 años proteger la piel durante la infancia para prevenir enfermedades dermatológicas durante la vida adulta. De este modo, los niños deben protegerse de la exposición solar con especial atención durante la primavera y el verano ya que su piel es más sensible, recuerda el equipo médico del Programa Junior de Sanitas. “El daño solar en la piel no es inmediato, sino acumulativo ya que ésta tiene memoria. Las quemaduras solares repetidas durante la infancia favorecen el desarrollo del cáncer cutáneo en la vida adulta”, destacan los profesionales para recordar la importancia de proteger la piel de los niños.
Contenido de la información:
- Proteger la piel de los niños
- Precauciones para proteger a los niños de la radiación solar
- La piel de los niños debe protegerse del sol también en otoño e invierno
- Cuidado con los cambios de temperatura para la piel de los niños
- La importancia de una alimentación saludable también en invierno
- Cuidados de la piel de los niños en verano
Proteger la piel de los niños
Con la llegada de la primavera y el aumento de horas de luz natural, los niños y adolescentes realizan más actividades al aire libre. Así, al estar expuestos en mayor medida al sol, las posibilidades de que los pequeños padezcan algún tipo de problema dermatológico en el futuro crecen.
Es importante que los niños estén especialmente protegidos, y sean educados para adoptar buenos hábitos de protección, ante la exposición solar durante todo el año pero con especial atención durante los meses marcados por el buen tiempo ya que su piel es más sensible a los efectos negativos del sol.
Así, el principal inconveniente del sol es que el daño solar no se ve inmediatamente, es acumulativo ya que la piel posee memoria. Por ello, cuidar la piel adecuadamente durante la infancia puede previene enfermedades como el cáncer cutáneo en la vida adulta, recuerda el equipo de dermatólogos del Programa Junior de Sanitas, que incluye una revisión dermatológica que permite detectar problemas de la piel propios de esta edad derivados de la exposición solar.
Precauciones para proteger a los niños de la radiación solar
Aunque la piel del niño es más sensible al sol que la del adulto, no todas las pieles se comportan igual ante la exposición solar. Una tonalidad clara de la piel o la presencia de pecas o lunares hacen que el pequeño sea más sensible al sol y, por tanto, necesita una mayor protección.
A la hora de elegir un protector solar para los pequeños es recomendable acudir a cremas solares específicas para niños que les proteja de las llamadas radiaciones ultravioletas UV. El equipo de dermatólogos de Sanitas destaca que “las quemaduras solares aumentan el riesgo de padecer cáncer de piel en un futuro. Esta es una de las razones por la que es importante la aplicación de un protector solar antes de que los pequeños se expongan al sol, así como su renovación cada 2 horas. La prevención resulta fundamental”.
Evitar que los niños pasen mucho tiempo al sol, con especial cuidado entre las 12 y las 16 horas, es otra de las recomendaciones, al igual que no olvidarse de proteger la piel de los niños en los días nublados, porque aunque no se perciba el sol, se pueden sufrir quemaduras igual que en un día soleado.
La piel de los niños debe protegerse del sol también en otoño e invierno
La piel de los niños también debe cuidarse de los factores externos como el sol durante los meses de otoño e invierno y siempre es importante mantener la piel de los niños bien hidratada para evitar posibles irritaciones. Para mejorar su cuidado, la temperatura del hogar no debe superar los 20-22 grados, evitando que el ambiente sea demasiado seco. La composición de la leche materna protege a los más pequeños de diversas enfermedades habituales en los meses de otoño e invierno.
Comienza el otoño y con él llega el frío, lo que genera a las madres dudas sobre el cuidado los más pequeños de la casa: ¿le abrigo en exceso? ¿Es bueno salir a pasear con él? Sin embargo, el invierno no representa ningún inconveniente para cuidar de los niños ya que igual que se les protege del calor en verano, se les debe proteger del frío durante estos meses.
Para el equipo médico del Programa Materno Infantil de Sanitas, es fundamental que los padres continúen cuidando y protegiendo la piel de los pequeños de los factores externos como el frío, el viento, y por supuesto, el sol en los meses de otoño e invierno. Así, la piel de los niños, especialmente de los bebés, se caracteriza por su sensibilidad por lo que los padres deben mantenerla bien hidratada ya que un descenso de la humedad del aire en esta época del año produce sequedad en su piel que puede provocar irritaciones.
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Cuidado con los cambios de temperatura para la piel de los niños
De este modo, un aspecto importante que deben vigilar los padres durante los meses de otoño e invierno son los cambios de temperatura, resulta fundamental evitar que éstos no sean bruscos. Cuando el niño se encuentre en casa, su habitación debe tener una temperatura que debe rondar los 20-22 grados, evitándose en todo momento la sequedad ambiental, recuerda el equipo médico del Programa Materno Infantil de Sanitas, pero sin olvidarse de mantener el hogar ventilado.
Además, según el equipo médico de Sanitas, las bajas temperaturas no debe ser un impedimento para salir a pasear con el pequeño. Utilizando la ropa adecuada para abrigarle como abrigo, gorro, bufanda y guantes, y protegiendo su piel de las posibles inclemencias del tiempo como el viento, un paseo a media tarde asegura que el niño reciba una dosis de luz natural y aire fresco.
La importancia de una alimentación saludable también en invierno
Es en esta época del año, asegura el equipo médico del Programa Materno Infantil de Sanitas, cuando los niños son más vulnerables a padecer ciertas enfermedades respiratorias, sin embargo es posible evitarlo con ciertos cuidados específicos y manteniendo actualizado el calendario de vacunas de los pequeños.
Por ello, la alimentación continúa teniendo un papel clave a la hora de evitar que los niños se contagien de las habituales enfermedades invernales como resfriados o gripes. Así, si el niño es todavía muy pequeño y continúa en la etapa de lactancia materna, la composición de esta leche le protegerá frente a diversas enfermedades.
Si por el contrario, la alimentación del pequeño está basada en alimentos más sólidos, para evitar posibles problemas de salud, es necesario que lleve una dieta sana, variada y equilibrada que incluya frutas y verduras ricas en vitamina A y C sin olvidarse de la leche, el pescado e incluso la pasta, entre otros.
Cuidados de la piel de los niños en verano
La la piel es una de las principales castigadas por los efectos de los rayos del sol durante los meses de verano, de ahí la importancia de tener un especial cuidado y seguir una serie de recomendaciones para disfrutar del sol sin peligro:
– Elegir el bronceador adecuado a cada tipo de piel (como mínimo factor 15). Aplicarlo 30 minutos antes de tomar el sol, sobre la piel completamente seca y repartirlo de manera que ninguna zona del cuerpo quede sin protección. Repetir esta operación cada dos horas o cada vez que se salga del agua.
– Las cremas bronceadoras deben ser resistentes al agua, haber sido probadas dermatológicamente y que contengan filtros que protejan de los rayos ultravioletas.
– Aunque el día esté nublado, aplicar igualmente crema protectora, puesto que los rayos atraviesan las nubes y llegan con la misma intensidad.
– No abusar del sol en los primeros días. Ir aumentando el tiempo de exposición paulatinamente y seguir protegiendo la piel todo el tiempo, incluso si no se está en la playa. Evitar las horas centrales del día (entre las 11 y las 15) para tomar el sol, cuando los rayos solares son más fuertes.
– Prestar especial atención a las pieles muy sensibles, como las de los niños y los ancianos, que deben protegerse siempre con factores de protección más altos.
– Evitar el uso de perfumes, colonias o sustancias sobre la piel, que pueden favorecer la aparición de manchas posteriormente. Tener presente que algunos medicamentos pueden provocar reacciones adversas a la exposición solar.
– Evitar la compra de protección solar en lugares no habituales de este tipo de productos como bazares o tiendas multiprecio, puesto que el producto podría llevar un tiempo en la tienda y ser menos efectivo. En este tipo de artículos vale la pena decantarse por lugares y productos de confianza.