Los consumidores reclaman un 30 % más con la crisis
Entre enero y noviembre de 2010 la OCU había recibido un 30 % más de reclamaciones que en el mismo periodo del año anterior. A falta de hacer el balance del mes de diciembre, en el que se produjo el mayor caos aéreo de la historia de España y en el que se anunció la mayor subida del precio de la electricidad, la OCU ha comprobado que el consumidor reclama cada vez más y que éste considera que, a falta de medidas eficaces de control por parte de las autoridades, reclamar es uno de los mejores instrumentos para la defensa de sus intereses.
La OCU ha tramitado en estos últimos 11 meses un total de 416.820 reclamaciones, frente a las 320.482 gestionadas entre enero y noviembre de 2009. La OCU afirma que, al menos, esta crisis ha servido para concienciar a los consumidores de su fuerza y de que vale la pena reclamar. La Organización considera que poco a poco las cifras de reclamaciones se van igualando con las de otros países europeos de nuestro entorno donde los consumidores llevan años ejerciendo con fuerza sus derechos.
Por sectores, destaca el brutal incremento de las cuestiones relacionadas con lo laboral (+56 %). Le sigue muy de cerca el incremento del 52 % de las reclamaciones recibidas sobre transporte aéreo (a falta de contabilizar las del cierre del espacio aéreo en el puente de diciembre). Incremento importante también el registrado en las reclamaciones tramitadas en el campo de los seguros: más de un 37 %. El motivo fundamental hay que buscarlo en las quejas que, durante el año 2010, ha generado el aumento de las primas en seguros sanitarios, de vida y decesos, difícilmente asumibles por muchas familias.
Telefonía, con un aumento de más del 25 % en las reclamaciones, sigue siendo uno de los mayores quebraderos de cabeza de los consumidores. A pesar de la vasta normativa que existe en esta materia, los mecanismos de control siguen sin tapar la hemorragia de reclamaciones en este sector.
Con incrementos respecto al año pasado de cerca del 20 % se encuentran los sectores de automoción, vivienda -en especial la vivienda en régimen de alquiler– y las entidades financieras, que siguen dando la batalla por las altas comisiones que cobran en algunos de sus productos y por la falta de crédito al ciudadano.
Finalmente la OCU quiere destacar lo absurdo que resulta disponer de unas autoridades de consumo que carecen de competencias para proteger a los ciudadanos en los asuntos que les afectan como consumidores y usuarios. La OCU se pregunta dónde ha estado el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad en asuntos tales como el paro de los controladores aéreos; las condiciones abusivas impuestas por bancos y seguros (comisiones, cláusula suelo…); el reciente repunte de la publicidad engañosa de productos milagro; los asuntos relacionados con la energía, como la factura eléctrica, el tarifazo de fin de año o las interrupciones de suministro; la falta de competencia en los mercados (acuerdos de precios en el sector de la alimentación, prácticas concertadas en el sector eléctrico, etc. ); o la liberalización de los servicios.