Los conductores deben proteger los ojos de las radiaciones solares con gafas de sol
Los conductores son uno de los colectivos más vulnerables al sol durante el verano y por eso deben proteger los ojos de las radiaciones solares con gafas de sol. Así se evitan riesgos como deslumbramientos tanto como para su salud visual. Y es que los deslumbramientos por el sol aumentan el riesgo de atropello a peatones o ciclistas, colisión por alcance, salida de la vía y pérdida de visibilidad a la salida de un túnel, son algunos de ellos. Y si encima contamos con que España es uno de los países europeos con mayores índices de radiación ultravioleta, provoca que los conductores sean uno de los colectivos con mayor exposición a las radiaciones solares, de las que el 60 % de los conductores desconoce sus efectos.
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Una de las principales conclusiones de un estudio, llevado a cabo por el RACE y la Fundación Alain Afflelou entre 2.400 usuarios, es el desconocimiento que tienen los conductores respecto a los efectos de la radiación solar ultravioleta en su salud visual. El informe, que también ha evaluado los daños oculares producidos por este tipo de radiaciones, destaca las cataratas, el pterigion y la degeneración macular como principales consecuencias.
Proteger los ojos al conducir de las radiaciones solares
Según los datos del informe, el 38 % de los conductores considera que conducir con el sol de frente es una situación de alto riesgo, y un 30 %, esta situación también les provoca un alto grado de fatiga, cuarta causa de mortalidad en carretera.
Las situaciones de riesgo por deslumbramiento más frecuentes son las producidas por efecto del sol, aumentando el riesgo de atropello a peatones o ciclistas, colisión por alcance, salida de la vía y pérdida de visibilidad a la salida de un túnel.
Además, las personas con los ojos de color claro son más sensibles a la exposición de la luz solar, por lo que deberían utilizar siempre este tipo de gafas para protegerse de la radiación.
En cuanto a los hábitos de protección de los conductores, el 33 % reconoce no protegerse habitualmente y un 12 % nunca lo ha hecho.
Efectos en piel y ojos
La exposición continuada a la radiación solar ultravioleta tiene efectos perjudiciales para la salud humana, especialmente efectos sobre la piel y los ojos. Según datos de la OMS (Organización mundial de la salud), aproximadamente, 18 millones de personas en el mundo han quedado ciegas a causa de las cataratas; y en números redondos el 5 % de la carga de morbilidad relacionada con las cataratas se puede atribuir directamente a la exposición a las radiaciones ultravioleta.
¿Cómo se mide la radiación ultravioleta?
Se mide a través del Índice UV, facilita el grado de radiación ultravioleta sobre la superficie terrestre, representa también un indicador del riesgo de lesividad asociado a la radiación. Este índice está estandarizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), tanto por sus valores como los colores asociados.
La protección solar se recomienda cuando el índice de radiación ultravioleta es de 3 o mayor. En España, nos podemos informar del índice de radiación UV, a través de la Agencia Estatal de Meteorología. www.aemet.es
Razones para conducir siempre con gafas de sol
Una fotoprotección ocular adecuada, además de prevenir enfermedades oculares y atenuar la fatiga visual del conductor, evita riesgos de deslumbramiento durante la conducción. A continuación se detallan una serie de consejos para una correcta protección visual:
- Para conducir protéjase con gafas de sol con filtro solar inferior a la categoría 4, y utilice preferentemente gafas de sol con cristales de color gris, puesto que respetan mejor los colores naturales.
- Las gafas polarizadas evitan los reflejos más molestos del sol y previenen la fatiga ocular.
- Si utiliza lentes de contacto, aunque existen con filtro solar, es recomendable el uso añadido de gafas de sol.
- En el caso de llevar gafas graduadas, es necesario llevar asimismo gafas de sol graduadas, adaptadas a las necesidades de cada uno.
- Cuando se circula en motocicletas y ciclomotores, los conductores deben llevar gafas de sol que sean lo suficientemente envolventes para impedir que las partículas de polvo u otros cuerpos extraños penetren en los ojos.
- Si a pesar de llevar gafas de sol, sufre un deslumbramiento mientras conduce, no responda frenando bruscamente. Reduzca poco a poco la velocidad hasta que se adecue a las condiciones de visibilidad.
- No espere a la renovación de su permiso de conducción, hágase una revisión una vez al año.
A la hora de adquirir unas gafas de sol, son varias las recomendaciones que debe tener en cuenta:
- Adquiera las gafas en un establecimiento sanitario de óptica, con el cumplimiento de la normativa de calidad, seguridad y garantía.
- El asesoramiento de un óptico-optometrista garantiza la compra más adecuada a nuestras necesidades de protección, también puedes consultar la guía sobre cómo saber qué gafas de sol comprar.
- Las gafas de sol deben contar con un etiquetado que nos informa de la homologación (Marcado CE), la normativa de calidad (EN 1836:2006), grado de protección de la radiación ultravioleta (100 % U.V.), y la información del producto: nombre, dirección del fabricante, instrucciones de uso, limpieza, y mantenimiento, etc.
Las gafas y el airbag, una combinación peligrosa
El 72 % de los conductores utiliza gafas en algún momento, bien sean de sol o correctoras. Sin embargo, no son conscientes de que en caso de una colisión a baja velocidad existen riesgos de sufrir lesiones oculares, puesto que un golpe contra el airbag o el volante puede provocar daños en la cara y los ojos. ¿Son las gafas un peligro o una protección? Un informe recomienda utilizar gafas con montura cerrada, cristales orgánicos y mantener una distancia de 45 centímetros, como media, respecto al volante.
El Instituto de Seguridad Vial de FUNDACIÓN MAPFRE ha realizado el “Estudio sobre las lesiones oculares y orbitarias en usuarios de gafas por estallido del airbag a baja velocidad”, un estudio pionero que tiene como objetivo analizar los posibles riesgos y beneficios que conlleva el uso de gafas en la conducción ante el estallido del airbag.
Está demostrado que el uso combinado del airbag y el cinturón de seguridad reduce el riesgo de muerte hasta un 9,5 por ciento. Sin embargo, el estudio demuestra que el salto del airbag puede provocar lesiones en algunos casos. Esto se produce principalmente por mantener una distancia inadecuada con el volante: el 26 por ciento de los conductores se sitúa a menos de 42,5 centímetros (distancia ojos/centro de volante), cuando lo correcto, como media, son 45.
La posibilidad de sufrir lesiones oculares en accidente de tráfico es el doble en el caso de las personas que llevan gafas que en el resto, puesto que en una colisión algunos modelos de gafas pueden representar cierto peligro. Para estudiar este comportamiento FUNDACIÓN MAPFRE ha realizado pruebas con distintos cristales y monturas que analizan los riesgos de un choque con una distancia con el volante similar a la real. Los estudios muestran que cuando las gafas no se rompen actúan como un agente protector para los ojos, aunque ese efecto es un 15 por ciento inferior en el caso de las gafas con monturas al aire. Por su parte, las lentes de contacto semirrígidas muestran que pueden soportar una fuerza cinco veces mayor que las gafas convencionales sin partirse.
Velocidad baja
Los resultados de los choques indican que incluso en un golpe a baja velocidad (20 Km. por hora), en el que no se activa el airbag, el cuello sufre una brusca flexión que provoca la desaparición de las gafas. Esto tiene como consecuencia el impacto directo de la cabeza con el volante y la posible fractura orbitaria o nasal. En choques a 30 Km./hora con gafas tradicionales (de montura cerrada), en los que sí hay estallido del airbag, éstas permanecen en la cara y en la mayoría de los casos no se fracturan, con el potencial efecto protector que hemos mencionado.
Tras estas pruebas, el informe recomienda no usar cristales minerales para conducir (representan el 30 por ciento de las ventas de mayoristas) porque pueden astillarse; utilizar gafas con montura cerrada; solicitar asesoramiento acerca de la solidez de la montura y la resistencia de los cristales; mantener una distancia adecuada respecto al volante (45 centímetros como media) y no acercarse más aunque se incorporen pasajeros detrás del conductor, puesto que disminuye la seguridad.
Los pacientes operados de cataratas, glaucoma o cirugía refractiva deben concienciarse del riesgo de sufrir lesiones oculares graves en caso de colisión y, en consecuencia, elegir unas gafas con capacidad de protección ante el golpe. Los fabricantes, por su parte, deben comprobar que sus gafas tienen un mínimo de rigidez ante un choque de cierta magnitud y las autoescuelas deben enfatizar la necesidad de respetar la distancia del tronco al volante para permitir una correcta actuación de los mecanismos de retención en caso de accidente.
Según Julio Laria, Director General del Instituto de Seguridad Vial de FUNDACIÓN MAPFRE: “A través de estos estudios de seguridad vial podemos prevenir muchas lesiones de forma muy sencilla: usando gafas de montura cerrada, sentándonos bien al volante, abrochándonos el cinturón de seguridad… Así se podrían evitar muchas lesiones graves”.