Los 7 trucos para dormir con el aire acondicionado sin dañar tu garganta
Las noches calurosas hacen que conciliar el sueño en verano sea misión imposible. En ocasiones, recurrimos al aire acondicionado para que esta tarea sea más sencilla. Sin embargo, la garganta se puede ver resentida si dormimos con el aire acondicionado encendido durante mucho tiempo. Si eres de los que se levanta por las mañanas con la garganta irritada y reseca, prueba alguno de los siguientes trucos para que dormir con el aire acondicionado puesto no afecte a tu salud respiratoria.
En esta guía de compra puedes consultar cómo comprar el mejor aire acondicionado de split para tu habitación, salón u oficina. Y, para que no te equivoques en tu elección, es útil saber cómo elegir el mejor aire acondicionado según los metros cuadrados que tenga la estancia en la que lo quieres colocar.
Contenido de la información:
Pon la temperatura adecuada
¿Eres de los que pone la temperatura del aire acondicionado a 16 °C? Debes saber que una temperatura correcta para que la garganta no se seque mientras dormimos es de entre 22 °C y 24 °C. Ajustando la temperatura correcta, la habitación se enfriará de igual manera y también cuidaremos la salud de nuestras vías respiratorias. Además, haremos un menor gasto energético y se verá reflejado en la factura de la luz.
Usa un humidificador
Otra buena solución es usar un humidificador para que la garganta no se reseque con el aire acondicionado. Si añades humedad al ambiente al mismo tiempo que tienes el aire acondicionado puesto, ayudará a que las vías respiratorias se mantengan en buen estado. El humidificador se debe colocar lo más cercano a la cama para que podamos respirar ese vapor.
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Limpia los filtros
Una correcta limpieza de los filtros del aire acondicionado es importante para que el aire que expulsa el electrodoméstico sea limpio y saludable. Esta tarea se debe realizar a principio del verano, antes de encender el aire acondicionado por primera vez. Los filtros son los encargados de acumular el polvo, el polen y las bacterias del aire que se introduce del exterior. Si este se encuentra con demasiada suciedad atascada, no realizará su función correctamente y estaremos respirando un aire que no es limpio, por lo que las vías respiratorias se verán muy afectadas. Si utilizas el aire acondicionado con mucha frecuencia, es recomendable limpiar los filtros una vez al mes.
Mantenerse hidratado
El agua por las noches es nuestro mayor aliado. Por ello, es recomendable tener en la mesita de noche un vaso de agua para refrescar nuestra garganta cuando la notemos reseca, especialmente si nos despertamos de madrugada.
De igual manera, es interesante cenar alimentos que contengan mucha agua para que el cuerpo esté debidamente hidratado antes de irnos a dormir. Algunas frutas como el melón o la sandía son ideales. ¿Una idea para cenar que sea refrescante? El melón con jamón, un plato típico del verano.
Remedios caseros
Pon un paño húmedo en la habitación
Si no tienes un humidificador, una forma casera de crear humedad en el ambiente es poniendo un paño húmedo cerca del aire acondicionado. De esta manera, el aire que expulse el aparato será más suave y evitará que la garganta se seque.
Coloca plantas de interior
Para dar una mayor frescura a la habitación, es útil tener plantas de interior que liberen humedad. Algunas plantas que ayudan a enfriar una vivienda en verano son el aloe vera o el ficus.
Vapor
Antes de ir a dormir es bueno darse un baño de vapor para hidratar las vías respiratorias y que la garganta no se reseque. Solo tienes que poner el agua caliente del baño para que se genere una buena cantidad de vapor y respirar profundamente dicho vapor durante unos segundos.
Otra opción es colocar una olla con agua caliente cerca del aire acondicionado para que se produzca una evaporación. Esta es otra forma de crear humedad en el ambiente sin la necesidad de tener un humidificador.