Las viviendas sin aislar pagan 1.000 euros más de factura de luz al año
En España, una de cada seis viviendas tiene problemas de aislamiento. Una deficiencia que repercute directamente en el gasto de la factura de la luz. En invierno, por la calefacción y, en verano, por el uso del aire acondicionado. Así se evidencia de los datos extraídos por Andimat, la Asociación Nacional de Fabricantes de Materiales Aislantes.
Luis Mateo, director general de Andimat, señala que esta deficiencia en aislamiento incrementa la factura de la luz por un aumento del uso de sistemas de climatización porque, en verano, el frío se escapa por la fachada, las ventanas y la cubierta. Y el calor se filtra hacia el interior de la vivienda.
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En España hay muchas viviendas sin aislar
Muchas viviendas en España tienen problemas de aislamiento. En concreto, según datos ofrecidos por Andimat, seis de cada diez viviendas cuentan con “importantes carencias en aislamiento” a lo largo de todo el país. En total, esta cifra asciende a los 16 millones de viviendas de los 26 millones que existen en el parque inmobiliario español. Los problemas pasan por experimentar sobrecalentamientos en verano, por no tener un buen aislamiento o, directamente, por carecer de él.
Las viviendas mal aisladas gastan 1.000 euros más al año en la factura
En el caso concreto del verano, el frío se escapa por la fachada, las ventanas o la cubierta en verano. Y el calor se filtra hasta e interior de la vivienda. Como consecuencia, se produce un mayor consumo de la energía y la factura eléctrica se encarece por el uso de los dispositivos de aire acondicionado y otros sistemas de climatización.
En concreto, un aislamiento térmico deficiente dispara el consumo de este tipo de aparatos y puede acarrear como consecuencia hasta 1.000 euros más al año en energía. Cifra que, al extrapolarla a los 16 millones de viviendas en esta situación, supone un sobrecoste total de facturas de hasta 16.000 millones de euros al año.
Cómo evitar pérdidas de dinero por mal aislamiento
Para solucionarlo, desde Andimat señalan que la clave pasa por un buen aislamiento térmico, donde se pueden alcanzar no solo el ahorro energético y económico, sino la protección del medioambiente y un adecuado confort para el usuario.