Las ventajas de reciclar, el 90 % del papel reciclado es válido para volverse a utilizar
Las empresas de recuperación de los residuos de papel y cartón aseguran que todo el material que se recoge se utiliza posteriormente para fabricar nuevo papel. De este modo, contribuyen a cerrar el ciclo del papel, generando enormes beneficios ambientales, sociales y económicos.
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En el año 2010, las empresas españolas especializadas en la gestión de residuos de papel y cartón valorizaron, para su posterior reintegración en el sistema como materia prima, 4.637.000 toneladas de residuos de papel y cartón, de las cuales aproximadamente 800.000 toneladas (el 17,25 %) provinieron de los sistemas de recogida municipales fruto del esfuerzo de los ciudadanos y 3.837.000 toneladas (el 82,75 %) de los sistemas de recogida industriales, gestionados íntegramente por empresas privadas. La tasa de recogida se situó en el 72 % y se evitó la emisión de 4.173.300 toneladas equivalentes de CO2, lo que equivale a 3 millones de viajes en coche de Madrid a Pekín, almacenándose 1.136.000 toneladas de carbono.
De los 4.637.000 toneladas recuperadas en nuestro país en 2010, 3.972.000, es decir el 86 % de los residuos de papel y cartón recogidos y tratados en España, tuvieron como destino final la industria papelera española. Al mercado de la exportación se destinaron un total de 665.000 toneladas, es decir el 14 % de la producción nacional, de las cuales el 5 % se destinó a Europa y el 9 % al mercado asiático.
El mercado de la exportación de papel recuperado a Asia es un flujo natural puesto que retorna a su origen el cartón que entra en Europa. Todos los días llegan a los mercados europeos productos protegidos con embalajes de cartón, que vuelven a Asia para la producción de nuevos embalajes. Además, este retorno se hace mediante estrategias de logística inversa, con un máximo aprovechamiento de las sinergias del transporte y un mínimo impacto ambiental (los contenedores que transportan el papel y cartón recuperado a Asia, son contenedores de retorno, que han de volver a Asia, vacíos o llenos), cerrando así su ciclo de vida mediante el reciclaje.
China, que recientemente ha promulgado el XII plan quinquenal de desarrollo económico y social, en el que se profundizará en el desarrollo de una economía basada en el reciclaje y en la protección medioambiental , se ha consolidado como uno de los primeros consumidores del mundo de materias primas secundarias, dadas las necesidades de su industria recicladora capaz de absorber los excedentes de los países europeos y norteamericanos y reconvertirlos para posteriores usos, evitando tanto el consumo de nuevos recursos como la madera, como el vertido o incineración del papel recuperado excedente en los países occidentales de origen.
Según el informe de Forest Trends, la industria recicladora China evita que 65 millones de toneladas anuales de papel recuperado sean eliminadas en EE. UU.., Japón y Europa, así como el consumo de 54 millones de toneladas anuales de madera para la fabricación de celulosa virgen y su consiguiente impacto energético.
Abundando en el mercado europeo, Europa, tiene una capacidad excedentaria de papel recuperado, estimada en 12 millones de toneladas, como consecuencia de las altas tasas de recuperación de los Estados Miembro, resultantes del éxito y la correcta aplicación de las políticas de gestión de residuos. Sólo entre Francia, España y Portugal, el exceso de papel recuperado es aproximadamente 2,3 millones de toneladas. Países como Reino Unido, exportan cerca del 65 % del papel recuperado que producen, lo que contribuye a mantener activados los sistemas de recogida y la actividad de recuperación de los materiales reciclables, sin costes adicionales, puesto que si estos materiales no tuvieran salida comercial afectaría tanto al crecimiento del sector, muy susceptible de desactivación, como al mantenimiento de los sistemas de recogida con su consiguiente impacto económico, social y ambiental.
En el ámbito municipal, las empresas recuperadoras se esfuerzan por incrementar los niveles de recogida de papel usado para poder cumplir con los objetivos de reciclado y satisfacer la creciente demanda de papel recuperado tanto nacional como extranjera, que ha dado lugar a significativas subidas de precio de esta materia prima, debido a la fuerte demanda global de la misma. Los servicios municipales de recogida selectiva de residuos de papel y cartón que gestionan los ayuntamientos a menudo son financiados con los ingresos procedentes de la venta del papel recuperado a fábricas europeas y asiáticas a través del precio que los recuperadores abonan a los ayuntamientos, que de otro modo tendrían que ser financiados por otra vía, posiblemente mediante nuevos impuestos o tasas.
En los últimos años, la industria de fabricación de papel, como respuesta a la coyuntura económica, está ajustando y concentrando su capacidad de producción en Europa mediante el cierre de algunas máquinas y fábricas con la consiguiente reestructuración de las plantillas, y aumentando su presencia en los mercados internacionales; lo que se ha traducido en un aumento en 2010 del 9 % tanto en su producción de papel nuevo, como en su volumen de exportaciones de producto terminado, viendo así aumentados en 2010 los beneficios en su cuenta de explotación.