Las paradas de autobús serán puntos de venta
Cinco empresas privadas han presentado en Barcelona un prototipo de parada de autobús inteligente que han desarrollado conjuntamente y que se concreta en una marquesina que funciona como un escaparate gigante de información, que permite hasta realizar compras a través del teléfono móvil. La nueva marquesina es fruto de SmartCities Lab, un laboratorio de ideas en el que participan las empresas Admira, Ficosa, Intel, JCDecaux y Telefónica, todas ellas líderes en su sector y con presencia internacional, que se han unido para dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos mediante el uso de las nuevas tecnologías.
Isabel López, directora General de JCDecaux; Javier Pujol, Consejero delegado de Ficosa; Norberto Mateos, director general de Intel; Carlos Sila, director de Admira; y Francisco Salcedo, director de Estrategias y Mercados de Telónicas han apadrinado la nueva marquesina nacida de SmartCities Lab, que tiene su sede en el distrito tecnológico del 22@ de la capital catalana.
Carlos Silva, coordinador del proyecto, ha explicado en rueda de prensa que en la nueva marquesina se podrán comprar billetes de autobús con el teléfono móvil, comprar entradas de espectáculos y hasta objetos que se publicitan.
La única condición es tener un teléfono con un sistema operativo Android 4.0, habitual en muchos modelos actuales del mercado, y que en los autobuses se incorpore un sistema de escáner para que pueda leer el billete virtual que se compra vía móvil.
También ha explicado que la idea es exportar a todo el mundo estas paradas inteligentes, que se han bautizado como “smartquesinas”, y que en los próximos meses está previsto colocar cinco unidades en Barcelona y en Cádiz para ver como responden y la acogida que tienen.
Cada marquesina costará unos 10.000 euros, un 40 % más del precio de las actuales, y el coste de su instalación lo asumirá, según las mismas fuentes, el exclusivista que tiene la concesión.
La parada, que es sostenible desde el punto de vista energético porque tiene placas fotovoltaicas en el techo y unas turbinas mini eólicas para generar energía, es capaz incluso de contar las personas que están esperando para regular la intensidad de la luz y el gasto energético y de reconocer su sexo para personalizar la publicidad que se emite por la pantalla. Además, con solo acercar el teléfono a la pantalla, el móvil recoge la información que se muestra para que el usuario pueda consultarla después.
Los creadores del “smartquesina” han remarcado que se ha hecho un esfuerzo para que sean accesibles a los jóvenes usuarios de las nuevas tecnologías y también a las personas mayores, para que no supongan ninguna brecha tecnológica entre generaciones.