Las multas a las que enfrentarse por alquilar una vivienda en negro
Alquilar una vivienda sin declararlo ante Hacienda es una acción ilegal que está castigada con sanciones económicas cuya cantidad varía en función de los ingresos recibidos en concepto de renta. De manera general, la multa puede llegar a alcanzar hasta el 150 % de la cantidad que el propietario no haya declarado.
El alquiler de pisos en B o en negro es una práctica ilegal que realizan algunos propietarios para evitar pagar impuestos por el beneficio obtenido de lo que el inquilino les paga cada mes. Porque, a ojos de la ley, esta situación debe incluirse en la declaración de la Renta y declararse como rendimientos de capital inmobiliario.
Contenido de la información:
Cuál es la multa por no declarar un alquiler de vivienda a Hacienda
Las multas a las que se enfrentan los propietarios de los pisos que reciban rendimientos económicos por tener la casa alquilada, pero no lo declaran a Hacienda, son por evasión y fraude fiscal. En concreto, la cantidad a pagar varía en función de la cifra de ingresos obtenidos en concepto de alquiler.
- En el caso de que el dinero no declarado ante Hacienda y recibido en concepto de alquiler sea inferior a 3.000 euros, el propietario tendrá que devolver la cantidad recibida y afrontar una multa del 50 %. En un caso práctico, esto significa que una persona que haya recibido de alquiler un total de 2.500 euros, debe abonar una multa a Hacienda por valor de 3.750 euros. Resultado de sumar 2.500 euros y el 50 % de esta cantidad, que es 1.250 euros.
- Si el dinero que el casero ha recibido es superior a 3.000 euros porque ha mantenido un contrato de alquiler de larga duración, la sanción asciende a la cantidad recibida más un pago adicional de entre el 50 y el 100 % de esa cantidad. El porcentaje exacto a devolver lo determina Hacienda en función de cada situación.
- Por último, si los ingresos no declarados en concepto del alquiler ascienden a más de la mitad de la base de la sanción impuesta por Hacienda y se han empleado medios ilegales o fraudulentos para realizar el alquiler, la multa asciende hasta el 150 % de la cantidad defraudada. Esto es, una persona que mantenga un alquiler de 800 euros mensuales durante un año, lo que asciende a unos beneficios de 9.600 euros, debe asumir una multa de 9.600 euros más el 150 % de esta cantidad. Es decir, más 14.400 euros. En total, la penalización asciende a 24.000 euros por no declarar el alquiler de la vivienda.
Estas cuantías están detalladas en la Ley General Tributaria y se establecen en función de su categoría en infracciones leves, graves o muy graves, respectivamente.
¿Es obligatorio declarar un piso en alquiler?
Sí. Hay que recordar que los propietarios de pisos que los tengan en alquiler deben declarar a Hacienda los ingresos recibidos de la renta como rendimientos del capital inmobiliario. Y pagar impuestos por ello. Si te estás planteando sacarle un rendimiento a un piso que tienes vacío, puedes consultar todos los detalles acerca de los impuestos que hay que pagar si quieres alquilar tu casa desde la información enlazada.
Sin embargo, hay quienes optan por alquilar sus viviendas en negro y no declararlas para evitar tener que rendir cuentas con Hacienda o, evitar, en determinados casos, que la declaración salga a pagar. Una práctica nada recomendada porque Hacienda cada vez vigila más todas estas actuaciones con el fin de evitar el fraude fiscal. Y porque es muy fácil que el fisco verifique que una persona no está declarando una vivienda en alquiler. Desde consultarlo en el Registro de la Propiedad, hasta cotejar los datos de gastos de suministro de una vivienda o por las incongruencias que puedan reflejarse en las declaraciones de los inquilinos y el casero.
Inconvenientes de no declarar el alquiler de la vivienda
Más allá de las multas, que de por sí son un gran inconveniente, hay otros aspectos por lo que no declarar el alquiler no es nada recomendable, además de ser ilegal. Para empezar, ni inquilino ni propietario pueden deducirse los gastos por este concepto. Y, por tanto, no pueden beneficiarse de ninguna de las ventajas fiscales de cara a rendir cuentas con Hacienda.
Por otra parte, ante un caso de impago, conflicto de intereses o problemas en la convivencia, al no estar declarado, el propietario queda totalmente desprotegido a ojos de la ley y tendrá que arreglar los problemas de forma autónoma y exponiéndose a grandes pérdidas.