Las mujeres vascas son las que más usan los anticonceptivos
Investigadoras españolas han analizado la prevalencia de uso de anticonceptivos en la primera relación sexual y durante el último mes en 5.141 mujeres sexualmente activas de entre 15 y 49 años de las 17 comunidades autónomas de España. Dolores Ruiz Muñoz, investigadora de la Agencia de Salud Pública de Barcelona y primera autora del estudio, explica que “vivir en una u otra comunidad autónoma también influye en el uso de anticonceptivos”. Las mujeres murcianas son las que menos contraceptivos utilizan (55,8 %), y las que más, las vascas (76,7 %), según los resultados, publicados en la revista Health&Place.
En este caso, el uso de anticoncepción se correlacionó de manera positiva con la prevalencia de mujeres con educación universitaria de las comunidades autónomas y negativamente con la pobreza de las familias.
“El uso de anticonceptivos durante la primera relación sexual fue más común entre las mujeres no religiosas de los países enriquecidos que tenían un mayor nivel educativo y que tuvieron su primera experiencia sexual entre los 18 y 19 años”, comenta Ruiz Muñoz.
Por otro lado, la prevalencia del uso de anticonceptivos durante las cuatro semanas anteriores a la entrevista fue del 77,2 %. Los porcentajes evolucionaron del 70,9 % en Navarra hasta el 86,7 % en Asturias, lo que muestra menos variabilidad entre las regiones que la observada durante la primera relación sexual.
El uso de anticonceptivos durante las relaciones sexuales en el último mes fue más común entre las mujeres más jóvenes, las que no cohabitaban con nadie, las que poseían un alto nivel educativo, las que tenían hijos y las que habían usado anticonceptivos durante su primera relación sexual.
“Hay muchos factores que influyen entre la comunidad y la mujer en un nivel intermedio”, continua la investigadora catalana. “Es importante que estos factores que influyen en el contexto se tengan en cuenta para asegurar la equidad en el acceso a la anticoncepción a todas las mujeres del país, sean del nivel socioeconómico que sean y vivan en el lugar que vivan”.
Aún quedan desigualdades
Según los expertos, la anticoncepción es la manera más efectiva de prevenir embarazos no planificados y su uso está ampliamente extendido en España. Sin embargo, todavía se detectan desigualdades en el uso de anticoncepción.
En conclusión, este estudio subraya la importancia de tener en cuenta las características sociales, económicas y políticas de las regiones en el diseño de las medidas administrativas y las intervenciones para promover el uso de anticonceptivos.
“Esto es importante a la luz de la nueva ley española sobre Salud Sexual y Reproductiva de 2010, cuyo objetivo es garantizar la igualdad de acceso a métodos anticonceptivos para todas las mujeres en el país”, concluye Ruiz Muñoz.
Anticonceptivos y tabaco, sinónimo de riesgo de infarto entre las mujeres
A los recientes estudios que han demostrado que utilizar anticonceptivos hormonales como píldoras, parches o anillos aumenta el riesgo de trombosis, la Fundación Española del Corazón (FEC) advierte, además, a las mujeres que los utilizan de que el tabaco eleva aún mucho más este riesgo favoreciendo la aparición de episodios cardiovasculares graves, como los infartos. Este estudio de la Universidad de Copenhague, publicado en British Medical Journal (BMJ) y que ha realizado un seguimiento a 9,4 millones de mujeres de entre 15 y 49 años, constata que las mujeres usuarias de algún método anticonceptivo con hormonas tienen mayor riesgo de sufrir trombosis respecto a las no usuarias.
En este estudio danés, fue ocho veces mayor con los parches transdérmicos, 6,5 veces mayor con los anillos vaginales y tres veces mayor con las pastillas. Cabe destacar que estos coágulos o trombos pueden desplazarse por el torrente sanguíneo hasta el corazón y provocar un infarto agudo de miocardio sin previo aviso. Los expertos recomiendan personalizar los tratamientos anticonceptivos entre las mujeres, sobre todo para tener en cuenta el riesgo cardiovascular.
Otro estudio, también publicado en BMJ, efectuado a partir de la General Practice Research Database UK, en mujeres de entre 15 y 44 años, ha detectado que los episodios de trombosis venosas son más frecuentes en las mujeres que toman anticonceptivos con drospirenona, un análogo de la progesterona natural de las píldoras de tercera generación, frente a las que usan anticonceptivos en cuya composición figura el levonorgestrel, un tipo de progesterona sintética más antigua.
“Estos estudios ponen de manifiesto que el uso de los anticonceptivos hormonales no está libre de efectos secundarios, especialmente en lo que a seguridad cardiovascular se refiere. Por lo tanto se debe informar a las mujeres de sus potenciales riesgos, sobre todo en el colectivo de mujeres con riesgo de trombosis aumentado. Un ejemplo claro es la información de la interacción entre el tabaco y los anticonceptivos. Debería quedar claro, en todas las mujeres fumadoras, que el tabaco aumenta el riesgo de trombosis de los anticonceptivos hormonales. Y se debe individualizar, a la hora de prescribir la contracepción hormonal, porque no es lo mismo una mujer sana fumadora de 24 años que una mujer de 40 años obesa y fumadora activa”, destaca la Dra. Almudena Castro, presidenta de la sección de Cardiología Preventiva y Rehabilitación de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
Los anticonceptivos favorecen la formación de trombos por su efecto sobre la coagulación y estos trombos se forman tanto a nivel venoso como arterial. Además, tienen efecto sobre los lípidos en la sangre, aumentando la concentración de colesterol y triglicéridos.
En la actualidad, la drospirenona y levonorgestrel son dos de los componentes que se utilizan más en los anticonceptivos hormonales, pero no son los únicos. El arsenal de posibles anticonceptivos se ha ampliado notablemente y algunos de segunda y tercera generación se asocian a un menor riesgo cardiovascular.
“La oferta de estos productos ha mejorado, pero eso no significa que haya mejorado del todo desde el punto de vista de la salud cardiovascular. Existen anticonceptivos, como la minipíldora, que solo contiene progestágeno, que al parecer confieren menor riesgo de trombosis. Pero este riesgo no es nulo, aunque está bastante disminuido al no llevar el estrógeno entre sus componentes”, avisa la doctora.
Individualizar el método anticonceptivo, según el riesgo cardiovascular
“El perfil de mujer que tiene mayor riesgo cardiovascular asociado a la contracepción hormonal suele corresponder al de una mujer fumadora y que puede tener además otros factores de riesgo cardiovascular o enfermedades de la coagulación. Dentro de esta población, la respuesta a estos medicamentos es variable y no se puede predecir qué mujeres van a sufrir uno de estos episodios. La primera señal de sus efectos, a veces es un infarto de miocardio”, informa la doctora Castro.
Por esta razón, la FEC recomienda individualizar muy bien la recomendación del uso de estos métodos anticonceptivos hormonales y comprobar previamente, con una historia clínica detallada, cuál es el riesgo de cada mujer, Se debe conocer si la mujer es fumadora, si tiene hipercolesterolemia, es diabética, tiene algún tipo de cardiopatía, trombofilia o alguna enfermedad que favorezca la formación de trombos, así como la historia familiar o personal de eventos trombóticos. En caso de que exista este riesgo, se deberían recomendar otro tipo de anticonceptivos.