Las mujeres que toman durante años la píldora luego tardan más en quedarse embarazadas
La disminución de la reserva ovárica, y con ella las menores probabilidades de quedarse embarazada, es una de las consecuencias de tomar la píldora durante muchos años seguidos. Es la principal conclusión extraída de un estudio, en fase preeliminar, que analiza la capacidad reproductiva de la mujer a partir de dos indicadores: los folículos primarios y la denominada hormona antimülleriana, muy a tener en cuenta si lo que quieres es quedarte embarazada. Precisamente, por este motivo, entre los beneficios de dejar las pastillas anticonceptivas, destaca que aumenta las probabilidades de quedarse encinta de forma natural y rápida.
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Partiendo de estos dos indicadores, este estudio para quedarse embarazada, realizado en Dinamarca, ha constatado que las mujeres que han optado por el anillo vaginal o la píldora como método anticonceptivo durante años, muestran un descenso de entre un 16 y un 19 % en ambos parámetros. Un efecto, no obstante, que los investigadores consideran que puede ser reversible. En otras palabras, la administración de la píldora anticonceptiva como método a largo plazo puede reducir la reserva ovárica de la mujer, un efecto negativo sobre las probabilidades de ser madre.
El objetivo de este estudio se centra, precisamente, en la predicción de las probabilidades de embarazo a partir de la influencia de determinados factores biológicos y del propio estilo de vida de la mujer. Las investigaciones realizadas hasta ahora sobre los efectos de la píldora anticonceptiva mostraban que, al dejar de tomarla, los ciclos menstruales recuperan la normalidad, aumentando la probabilidad de embarazo en los siguientes 6 meses.
En una investigación hecha en 2009, con la participación de 60.000 mujeres, más del 21 % se quedó embarazada tras el primer ciclo y más del 79 % dentro del primer año tras dejar de tomar la píldora.
Muchos años tomando la píldora anticonceptiva
No obstante, la preocupación de los expertos iba a más allá, en concreto, sobre los efectos sobre la reproducción cuando la píldora se ha tomado durante muchos años seguidos. En este aspecto, precisamente se centra el estudio presentado en la reunión de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Fertilidad, celebrada en Munich. En esta se constata el efecto cuantificado de la píldora sobre los dos marcadores antes mencionados, los niveles de folículos primarios y la hormona antimülleriana (entre un 16 y un 19 % menos en las mujeres que tomaban la píldora), considerados dos de los marcadores más fiables para predecir las probabilidades de embarazo en una mujer (reserva ovárica).
Los autores de este estudio están convencidos de que dichos efectos son reversibles, una vez que se deja de tomar la píldora, cuya supresión hormonal impide que la mujer pueda reconocer las señales de su cuerpo de manera adecuada. En el estudio también se constató un descenso del volumen ovárico, entre un 29 y un 52 %. Así, es especialmente significativo en el grupo de edad entre los 19 y los 30.
Para alcanzar estos resultados, los cuales están pendientes de publicación, se ha contado con la participación de 833 mujeres, con edades entre los 19 y los 46 años. Todas ellas habían estado tomando la píldora.
¿Cómo han sido recibidos estos resultados entre los expertos en fertilidad?
En opinión del Instituto Valenciano de Infertilidad, son datos a tener en cuenta a la hora de evaluar la reserva ovárica de la mujer. Y es que cuando se analizan los folículos primarios y la hormona antimülleriana lo que se busca es conocer la respuesta de la mujer a una estimulación para un tratamiento de inseminación o fecundación in vitro. Es decir, un marcador para medir la respuesta a la medicación. No obstante, y aunque su efecto pueda ser reversible, no hay que subestimar los datos extraídos de la investigación sobre todo si la mayoría de las mujeres que se someten a un tratamiento de fertilidad han estado tomando la píldora.
¿Qué nos indica la reserva ovárica?
La reserva ovárica se puede definir como la capacidad que tiene el ovario para la producción de folículos y de ovocitos aptos para ser fecundados. Gracias a los niveles de folículos primarios y de la hormona antimülleriana (conocida con las siglas AMH) se puede evaluar con mayor precisión la reserva ovárica. Un análisis de sangre mide los niveles de hormona, mientras que para analizar los folículos se realiza una ecografía vaginal. Ambos parámetros se van modificando a medida que nos hacemos mayores, siendo además dos indicadores reconocidos de envejecimiento ovárico.