Las 10 medusas más peligrosas de España

Este verano las playas españolas están infestadas de medusas, sembrando el pánico entre los bañistas. Esto se debe al aumento de la temperatura del mar y la desaparición de algunos de sus depredadores. Para evitar sustos en la playa, la aplicación MedusApp puede alertar de la cantidad de medusas que hay en una playa determinada y su peligrosidad. Para que sepas identificarlas cuando las veas en el agua, te contamos cuáles son las 10 medusas más peligrosas que puedes encontrarte en las costas españolas.

Ojo, cuidado con las medusas muertas de la orilla porque es posible que te piquen si las pisas por accidente. También es importante que sepas qué hacer si te pica una medusa, incluso algunos consejos para prevenir picaduras de medusas.

Physalia Physalis

Más conocida cómo la carabela portuguesa. Este tipo de ejemplar no es considerado ni una medusa, pero sí que se le parece. Este verano se ha dejado ver por toda la costa española y no solo por el mar Cantábrico, lugar en el que era más común avistarla. Cada vez se avistan con mayor frecuencia.

Su picadura es de un poder altamente urticante. La puedes identificar por su color violeta con una cresta en la parte superior. Sus tentáculos pueden llegar a medir hasta 20 metros de largo.

Pelagia Noctiluca

También se la conoce por el nombre de medusa luminiscente o clavel. Es una de las más frecuentes en la costa española, obre todo en el Mediterráneo Occidental. Su picadura es muy urticante y provocan picaduras con una sensación de quemadura. Pueden llegar a medir hasta 20 centímetros y tienen cuatro brazos orales y ocho tentáculos marginales. Además, se caracterizan por tener verrugas en la parte flotante.

Chrysaora Hysoscella

Otro nombre por el que se conoce a este ejemplar es el de acalefo radiado o compás. Es muy difícil de ver en las costas, pero tiene una picadura muy urticante. La puedes identificar por su color blanco amarillento y con rayas marrones en la parte que flota. Puede llegar a medir hasta 30 centímetros.

Caribdea marsupialis

La ‘avispa de mar‘ es un medusa de tamaño reducido, unos 5 centímetros, pero con una picadura muy urticante. Debido a su tamaño y color transparente con toques azulados es muy difícil de identificar a tiempo. Además, suele habitar en aguas poco profundas. Por el día descansa en la arena y por la noche sale a flote a la superficie.

Olindias Phosphorica

La medusa cruz es otra medusa de tamaño reducido (unos 8 centímetros) que es muy difícil de avistar, pero que tiene una picadura muy urticante. Destaca por ser translúcida con cuatro gónadas en cruz de color granate.

Rhizostoma Pulmo

La medusa aguaviva o acalefo azul, es muy común de avistar en las costas españolas del Mediterráneo y del Atlántico. Puede llegar a medir hasta 40 centímetros de diámetro y suele ir acompañada de cangrejos y peces pequeños. La puedes identificar por su color blanco con ribetes y puntos morados en la umbrela. Si rozas alguno de sus tentáculos notarás fuertes irritaciones, por lo que es considerada como urticante.

Rhizostoma Luteum

La conocida medusa de barril es una de las más grandes que puedes encontrar en las playas de España, aunque es raro verla. La picadura no es muy urticante, pero su tamaño de hasta 60 centímetros hace que sea inevitable rozarla si la tienes cerca. La puedes identificar por su color blanco azulado.

Gonionemus vertens

La medusa de rayas naranjas destaca por ser un ejemplar transparente con toques naranjas. Sus largos tentáculos provocan picaduras muy dolorosas. Es difícil de ver en el Mediterráneo, puesto que suele habitar en aguas más frías y con mucha profundidad.

Aurelia Aurita

La medusa luna, pese a tener una picadura poco urticante, es muy común de ver. Es translúcida, con muchos tentáculos y muy finos. Tienen un tamaño considerable, de unos 25 centímetros de diámetro. Si te pica una de estas, lo mejor es limpiar la zona afectada con vinagre.

Cotylorhiza Tuberculata

La famosa medusa huevo frito ha sido una de las que más se ha dejado ver en las costas de Valencia, Castellón, Alicante, Murcia y Baleares. Debido a la gran plaga y su tamaño, ha atemorizado a bañistas pese a que su picadura no tenga poder urticante. Su nombre se debe a la semejanza de su umbrela con un huevo frito.

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