Las inundaciones, el gran desastre natural que amenaza a España
Hace casi 15 años, una gran tormenta provocó intensas precipitaciones y una riada que arrasó el camping de Las Nieves, en Biescas (Aragón): 87 personas murieron y casi 200 resultaron heridas. Este desgraciado acontecimiento es sólo uno de los ejemplos del poder destructivo del agua en nuestro país.
Las inundaciones son los desastres naturales con más impacto sobre vidas y bienes en la Península Ibérica, según un estudio del Instituto Geológico y Minero de España (IGME).
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En el decenio 1995-2005, más de 250 personas perdieron la vida a causa de las inundaciones, lo que representa una media de 25 muertes al año. En cuanto a los daños ocasionados, el 93,5 % de las indemnizaciones pagadas por el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) por catástrofes naturales en el periodo 1987-2006 correspondieron a pagos por inundación. Alcanzaron más de 2.400 millones de euros. Al tratarse de un riesgo extraordinario, las indemnizaciones por inundaciones las abona el CCS.
Sólo en el último año, 20 de los 25 siniestros más destacados por el Consorcio en su Informe Anual de 2010 han sido debidos a este fenómeno. Las inundaciones relámpago o tipo flash, que ocasionan tormentas que dejan enormes cantidades de agua sobre pequeñas vertientes, son las principales causas de este fenómeno. Las zonas mediterráneas, sobre todo la Comunidad Valenciana, Andalucía o Catalunya, se ven especialmente afectadas por gotas frías en otoño. Una gota fría se forma cuando coinciden tres acontecimientos: mar caliente, atmósfera inestable en superficie y aire frío en altura. Se descarga una fuerte lluvia, en ocasiones acompañada de un gran aparato eléctrico y de granizo.
Las inundaciones representan la mayor parte de las catástrofes naturales en el mundo
España no es una excepción en cuanto a los daños provocados por fuertes lluvias. No hay prácticamente ninguna región en la Tierra que esté protegida de las inundaciones. Sin embargo, como muestra la presente edición del estudio Risk Pulse de Allianz, a menudo se subestima el poder destructivo del agua. «La gente no está lo suficientemente al tanto de los riesgos que suponen las catástrofes naturales», comenta Clem Booth, miembro del Consejo de Allianz SE.
Las inundaciones son las catástrofes naturales más frecuentes del mundo. En 2010, la Base de Datos de Desastres Internacionales (EM-dAT en sus siglas en inglés) sumó aproximadamente 400 catástrofes naturales. Casi la mitad de dichas catástrofes fueron inundaciones (182), que afectaron a aproximadamente 179 millones de personas de todo el mundo.
Los humanos son responsables
Aunque el calentamiento global se cite a menudo como la principal causa del aumento y el alcance de las inundaciones ocurridas, esto sólo es cierto en parte. De hecho, los riesgos han aumentado más por la amplia intervención humana en lo que se refiere al curso natural de los ríos y los prados que protegen los ríos.
“Cada vez se están destruyendo más zonas de drenaje (por ejemplo, como resultado de la construcción de carreteras) y se está ganando más terreno edificable cerca de los ríos. Todo esto contribuye significativamente a las inundaciones y sus enormes consecuencias económicas y humanitarias”, comenta Markus Stowasser, experto del Equipo de Investigación de Catástrofes de Allianz SE Reaseguro.
Tomar sencillas medidas puede proteger los bienes y salvar vidas
El hecho de que con frecuencia las inundaciones no sólo conlleven un inmenso daño, sino que también causen muertes, se debe principalmente a la insuficiente inversión en medidas preventivas.
Hay sencillas medidas que pueden ofrecer protección en estas situaciones: “Por lo general, los objetos de valor deberían guardarse en las plantas más altas. Es imprescindible contar con un kit para inundaciones, que contenga una linterna, ropa de abrigo y agua potable. En caso de emergencia, es especialmente importante desconectar los suministros básicos (gas, agua y electricidad) de la red”, recomienda Jaime de Argüelles, Subdirector General de Allianz Seguros.
Además, en caso de posible inundación, hay que mover el coche a una zona segura. Eso sí, nunca hay que arrancar el motor si el coche se está o se ha inundado. Si se está esperando a un servicio de rescate, nunca hay que acercarse a las orillas del río. En todo momento es básico seguir los consejos de las autoridades competentes.
Para evitar las pérdidas económicas catastróficas que causan las inundaciones, se recomienda un seguro adecuado. En España es el CCS quien se hace cargo de este riesgo extraordinario.
Sin embargo, con asegurarse contra los riesgos de inundación no acaba la historia. Las compañías de seguros, los medios de comunicación y las administraciones públicas deben seguir sensibilizando a la gente de lo necesario que es prevenir efectivamente estos riesgos.